La Conselleria de Sanidad ha detectado en los últimos meses que los niveles de plaguicidas en la red de abastecimiento de agua potable de Carcaixent y Llaurí, ambas en la comarca valenciana de la Ribera, están por encima de los exigidos en la normativa española y, por ello, ha restringido su consumo humano.

Según han confirmado a EFE fuentes de este departamento autonómico, tras detectarse estos niveles los ayuntamientos han comunicado a la población que el agua del grifo no se consuma para beber, cocinar o preparar biberones y solo se utilice para su uso doméstico.

Las mismas fuentes han señalado que no hay personas afectadas por beber de este agua y se ha ordenado la restricción de su consumo por precaución.

Dentro de las inspecciones del Programa de Vigilancia Sanitaria de la calidad del agua para el consumo humano, Sanidad detectó en junio en Carcaixent, y este mes en Llaurí, parámetros puntuales de plaguicidas en la red de abastecimiento por encima de los niveles exigidos en el Real Decreto que regula esta materia.

Las fuentes han señalado que la normativa española "es muy exigente a este respecto" y por ese motivo las autoridades sanitarias han informado a los ayuntamientos afectados, que lo han comunicado a la población.

Igualmente, se ha contactado con la empresa gestora del servicio de aguas para proceder a la corrección de dichos parámetros y la puesta en marcha de alternativas para el abastecimiento de agua.

Según las fuentes, la situación en Carcaixent está "a punto de solucionarse", ya que los estudios se realizaron hace varios meses, aunque en Llaurí es "reciente", debido a que Sanidad realiza estudios de las redes de agua potable de forma periódica pero no todos al mismo tiempo.