Planas uncheck the Guadalquivir Water Plan
Thu, 20/09/2012
El Consejo del Agua de la Demarcación del Guadalquivir emitió ayer su informe favorable al borrador del Plan Hidrológico del río, un documento que ha tardado en elaborarse más de cinco años y en el que los criterios de la Junta han quedado en minoría.
En la reunión mantenida en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Sevilla, el texto final recibió 55 votos favorables del total de 71, dos en contra -correspondientes a los representantes ecologistas- y 14 abstenciones, que llegaron de la Administración andaluza y el sindicato UGT.
Sin embargo, los representantes de los usuarios, básicamente regantes (el 88 por ciento del Guadalquivir se destina a la agricultura), de las entidades locales y las administraciones regionales de Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha -que también participan en la gestión del río- apoyaron el texto tras un periodo de negociación de las alegaciones presentadas en el periodo consultivo.
Por lo tanto, se puede decir que el Gobierno andaluz se ha quedado prácticamente solo con su abstención, una postura aclarada a través de una nota de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, donde el departamento que dirige Luis Planas se desmarca de «las modificaciones de fondo que ha sufrido el documento respecto al que fue presentado a exposición pública en 2010 y que fue objeto de un amplio consenso entre colectivos e instituciones tras un largo trámite de participación pública».
El punto más conflictivo para la Junta es la eliminación de la limitación de dotación máxima de agua a las grandes zonas regables de 5.000 metros cúbicos por hectárea, un punto que la Consejería considera «irrenunciable» en la planificación hidrológica. A pesar de ello, el Gobierno andaluz confía en que una posterior negociación con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recupere estas restricciones.
Precisamente la eliminación de tales restricciones ha motivado el voto favorable de los regantes, tal y como admitía la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, quien recordó que los votos en las últimas elecciones respaldaban este cambio en la gestión del agua.
En la reunión mantenida en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Sevilla, el texto final recibió 55 votos favorables del total de 71, dos en contra -correspondientes a los representantes ecologistas- y 14 abstenciones, que llegaron de la Administración andaluza y el sindicato UGT.
Sin embargo, los representantes de los usuarios, básicamente regantes (el 88 por ciento del Guadalquivir se destina a la agricultura), de las entidades locales y las administraciones regionales de Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha -que también participan en la gestión del río- apoyaron el texto tras un periodo de negociación de las alegaciones presentadas en el periodo consultivo.
Por lo tanto, se puede decir que el Gobierno andaluz se ha quedado prácticamente solo con su abstención, una postura aclarada a través de una nota de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, donde el departamento que dirige Luis Planas se desmarca de «las modificaciones de fondo que ha sufrido el documento respecto al que fue presentado a exposición pública en 2010 y que fue objeto de un amplio consenso entre colectivos e instituciones tras un largo trámite de participación pública».
El punto más conflictivo para la Junta es la eliminación de la limitación de dotación máxima de agua a las grandes zonas regables de 5.000 metros cúbicos por hectárea, un punto que la Consejería considera «irrenunciable» en la planificación hidrológica. A pesar de ello, el Gobierno andaluz confía en que una posterior negociación con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recupere estas restricciones.
Precisamente la eliminación de tales restricciones ha motivado el voto favorable de los regantes, tal y como admitía la presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, quien recordó que los votos en las últimas elecciones respaldaban este cambio en la gestión del agua.