The new water plan will ensure a balance in the basin from more sustainable
Wed, 19/09/2012
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha remitido esta misma mañana la Propuesta de Proyecto del Plan Hidrológico para su ratificación en el Consejo del Agua de la Demarcación, que se reunirá mañana en la sede del Organismo de cuenca.
El documento que se someterá a votación mañana y que será remitido al Consejo Nacional del Agua para su aprobación definitiva, permitirá establecer un marco normativo para la gestión del agua persiguiendo el equilibrio en la cuenca desde un planteamiento más sostenible.
Respecto al Plan Hidrológico aún vigente, aprobado en 1998, la nueva norma da un salto cualitativo desde una perspectiva más ambiental. El Plan Hidrológico anterior establecía aquellas infraestructuras que se debían desarrollar en la cuenca para aumentar la capacidad de regulación de la misma. Sin embargo, la nueva planificación hidrológica, influenciada por la Directiva Marco del Agua, incorpora la necesidad de compatibilizar la consecución del buen estado de las aguas superficiales y subterráneas además de atender las demandas existentes, llevando a cabo una gestión racional y sostenible del recurso. Estos objetivos pasan por incrementar las disponibilidades del agua, proteger su calidad, economizar su empleo y racionalizar sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales. En este sentido, el nuevo Plan Hidrológico establecerá los criterios necesarios para llevar a cabo una gestión integrada del agua bajo criterios de sostenibilidad.
En este sentido, como una de las principales novedades que aporta el plan destaca la imposición a los distintos usuarios de unas eficiencias mínimas que determinarán las dotaciones brutas de agua para cada uno de los usos hídricos. Con ello, los usos agrarios y de abastecimiento a las poblaciones deberán hacer un uso más eficiente del agua e incorporar mejoras para su modernización, si bien los núcleos urbanos inferiores a 50.000 habitantes dispondrán de una moratoria temporal para ajustar sus infraestructuras.
EL SISTEMA DE REGULACIÓN GENERAL ABARCARÁ EL 73% DE LA CUENCA
En el nuevo documento se establece también una reorganización de los sistemas de explotación. En aras al equilibrio territorial en la totalidad de la demarcación, la CHG ha desarrollado un intenso trabajo con el fin de integrar en un sistema único la mayor extensión posible de la cuenca, lo que permitirá ofrecer las mismas garantías a los distintos usuarios apostando por una gestión basada en la unidad de cuenca. Por este motivo, se reducen de 15 a 8 los sistemas de explotación incorporando al Sistema de Regulación General todos los territorios con capacidad de interconexión entre sí.
De esta forma, el 73 % de la demarcación quedará integrado en el Sistema de Regulación General, mientras que se establecen los sistemas parciales de explotación del Guadiamar, el de abastecimiento a Sevilla, abastecimiento de Córdoba, abastecimiento de Jaén, Hoya de Guadix, Alto Genil y Bembézar-Retortillo. Sobre cada uno de ellos se ha realizado un análisis para la obtención de los balances y la determinación de las asignaciones correspondientes.
Por otro lado, el nuevo Plan Hidrológico da un salto cualitativo en la implantación de los caudales ecológicos como una restricción impuesta a los sistemas de explotación. Debido a la problemática de la escasez de agua existente en la cuenca se hace imprescindible determinar los caudales que deben circular en la misma para alcanzar los objetivos medioambientales marcados por el Plan Hidrológico. En este sentido, y tras un intenso proceso de concertación llevado a cabo con los agentes interesados (administraciones competentes, expertos, asociaciones agrarias, sector energético, comunidades de regantes, organizaciones conservacionistas y otras organizaciones sociales) se han determinado los caudales mínimos circulantes a lo largo de toda la cuenca del Guadalquivir, así como los caudales máximos en algunos puntos significativos.
El nuevo Plan Hidrológico conforma un extenso documento en el que, además, se identifican y delimitan las masas de agua que conforman la demarcación del Guadalquivir (ríos, embalses, lagos, aguas subterráneas, aguas de transición y aguas costeras) y sobre ellas se definen los objetivos medioambientales que se deben alcanzar. Asimismo, el nuevo documento recoge el inventario de recursos y presiones existentes en la cuenca del Guadalquivir y se cuantifican los volúmenes de agua que demandan los diferentes usos presentes en la cuenca. A partir de ello se determinan las dotaciones para cada uno de ellos (abastecimiento, agricultura, usos industriales y otros usos).
El Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir está acompañado de un Programa de Medidas que deberán ser adoptadas por las diferentes administraciones implicadas para la consecución de los objetivos de la planificación hidrológica. Estas medidas pretenden dar respuesta a los problemas derivados de la contaminación puntual, la contaminación difusa, la satisfacción de las demandas, la recuperación ambiental, el incremento de la eficiencia, la protección y recarga de los acuíferos, la prevención de sequías e inundaciones y la mejora del conocimiento y la gobernanza en la gestión del agua. La inversión para el periodo comprendido entre 2009 y 2015 para el Programa de Medidas supone un total de 1.738 millones de euros, (lo que equivale a unos 400 euros de inversión por habitante de la demarcación) con unos costes de explotación y mantenimiento anuales de 239 millones de euros.
UN PROCESO PARTICIPATIVO
Este documento es el fruto de un amplio proceso participativo impulsado desde la Administración. Desde el año 2007, el Organismo de cuenca ha estado en contacto directo con las administraciones competentes en el territorio, expertos, asociaciones agrarias, empresarios, comunidades de regantes, organizaciones conservacionistas, el sector energético y plataformas ciudadanas en general.
Cada uno de los documentos previos que han ido configurando el nuevo Plan Hidrológico han sido sometidos a varios procesos de consulta pública y en torno a ellos se han desarrollado 18 jornadas participativas.
Durante la última etapa del proceso participativo, el borrador de la Propuesta de Proyecto de Plan Hidrológico ha recibido 413 alegaciones durante los siete meses que ha estado sometida a consulta pública. El documento que se eleva hoy a los órganos de gobierno recoge en la medida de lo posible estas aportaciones, configurándose como un punto de encuentro entre los diferentes intereses existentes en la cuenca.
El documento que se someterá a votación mañana y que será remitido al Consejo Nacional del Agua para su aprobación definitiva, permitirá establecer un marco normativo para la gestión del agua persiguiendo el equilibrio en la cuenca desde un planteamiento más sostenible.
Respecto al Plan Hidrológico aún vigente, aprobado en 1998, la nueva norma da un salto cualitativo desde una perspectiva más ambiental. El Plan Hidrológico anterior establecía aquellas infraestructuras que se debían desarrollar en la cuenca para aumentar la capacidad de regulación de la misma. Sin embargo, la nueva planificación hidrológica, influenciada por la Directiva Marco del Agua, incorpora la necesidad de compatibilizar la consecución del buen estado de las aguas superficiales y subterráneas además de atender las demandas existentes, llevando a cabo una gestión racional y sostenible del recurso. Estos objetivos pasan por incrementar las disponibilidades del agua, proteger su calidad, economizar su empleo y racionalizar sus usos en armonía con el medio ambiente y los demás recursos naturales. En este sentido, el nuevo Plan Hidrológico establecerá los criterios necesarios para llevar a cabo una gestión integrada del agua bajo criterios de sostenibilidad.
En este sentido, como una de las principales novedades que aporta el plan destaca la imposición a los distintos usuarios de unas eficiencias mínimas que determinarán las dotaciones brutas de agua para cada uno de los usos hídricos. Con ello, los usos agrarios y de abastecimiento a las poblaciones deberán hacer un uso más eficiente del agua e incorporar mejoras para su modernización, si bien los núcleos urbanos inferiores a 50.000 habitantes dispondrán de una moratoria temporal para ajustar sus infraestructuras.
EL SISTEMA DE REGULACIÓN GENERAL ABARCARÁ EL 73% DE LA CUENCA
En el nuevo documento se establece también una reorganización de los sistemas de explotación. En aras al equilibrio territorial en la totalidad de la demarcación, la CHG ha desarrollado un intenso trabajo con el fin de integrar en un sistema único la mayor extensión posible de la cuenca, lo que permitirá ofrecer las mismas garantías a los distintos usuarios apostando por una gestión basada en la unidad de cuenca. Por este motivo, se reducen de 15 a 8 los sistemas de explotación incorporando al Sistema de Regulación General todos los territorios con capacidad de interconexión entre sí.
De esta forma, el 73 % de la demarcación quedará integrado en el Sistema de Regulación General, mientras que se establecen los sistemas parciales de explotación del Guadiamar, el de abastecimiento a Sevilla, abastecimiento de Córdoba, abastecimiento de Jaén, Hoya de Guadix, Alto Genil y Bembézar-Retortillo. Sobre cada uno de ellos se ha realizado un análisis para la obtención de los balances y la determinación de las asignaciones correspondientes.
Por otro lado, el nuevo Plan Hidrológico da un salto cualitativo en la implantación de los caudales ecológicos como una restricción impuesta a los sistemas de explotación. Debido a la problemática de la escasez de agua existente en la cuenca se hace imprescindible determinar los caudales que deben circular en la misma para alcanzar los objetivos medioambientales marcados por el Plan Hidrológico. En este sentido, y tras un intenso proceso de concertación llevado a cabo con los agentes interesados (administraciones competentes, expertos, asociaciones agrarias, sector energético, comunidades de regantes, organizaciones conservacionistas y otras organizaciones sociales) se han determinado los caudales mínimos circulantes a lo largo de toda la cuenca del Guadalquivir, así como los caudales máximos en algunos puntos significativos.
El nuevo Plan Hidrológico conforma un extenso documento en el que, además, se identifican y delimitan las masas de agua que conforman la demarcación del Guadalquivir (ríos, embalses, lagos, aguas subterráneas, aguas de transición y aguas costeras) y sobre ellas se definen los objetivos medioambientales que se deben alcanzar. Asimismo, el nuevo documento recoge el inventario de recursos y presiones existentes en la cuenca del Guadalquivir y se cuantifican los volúmenes de agua que demandan los diferentes usos presentes en la cuenca. A partir de ello se determinan las dotaciones para cada uno de ellos (abastecimiento, agricultura, usos industriales y otros usos).
El Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir está acompañado de un Programa de Medidas que deberán ser adoptadas por las diferentes administraciones implicadas para la consecución de los objetivos de la planificación hidrológica. Estas medidas pretenden dar respuesta a los problemas derivados de la contaminación puntual, la contaminación difusa, la satisfacción de las demandas, la recuperación ambiental, el incremento de la eficiencia, la protección y recarga de los acuíferos, la prevención de sequías e inundaciones y la mejora del conocimiento y la gobernanza en la gestión del agua. La inversión para el periodo comprendido entre 2009 y 2015 para el Programa de Medidas supone un total de 1.738 millones de euros, (lo que equivale a unos 400 euros de inversión por habitante de la demarcación) con unos costes de explotación y mantenimiento anuales de 239 millones de euros.
UN PROCESO PARTICIPATIVO
Este documento es el fruto de un amplio proceso participativo impulsado desde la Administración. Desde el año 2007, el Organismo de cuenca ha estado en contacto directo con las administraciones competentes en el territorio, expertos, asociaciones agrarias, empresarios, comunidades de regantes, organizaciones conservacionistas, el sector energético y plataformas ciudadanas en general.
Cada uno de los documentos previos que han ido configurando el nuevo Plan Hidrológico han sido sometidos a varios procesos de consulta pública y en torno a ellos se han desarrollado 18 jornadas participativas.
Durante la última etapa del proceso participativo, el borrador de la Propuesta de Proyecto de Plan Hidrológico ha recibido 413 alegaciones durante los siete meses que ha estado sometida a consulta pública. El documento que se eleva hoy a los órganos de gobierno recoge en la medida de lo posible estas aportaciones, configurándose como un punto de encuentro entre los diferentes intereses existentes en la cuenca.