Cañete prepares discrepancies changes in water policy
Thu, 13/09/2012
El ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, planea cambios en su equipo ante la parálisis en la gestión del agua. El ministerio estudia relevar al director general del Agua, Juan Urbano, según fuentes próximas al departamento. Urbano había tenido discrepancias con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, sobre los planes de cuenca de Tajo y Segura. La sustituta será previsiblemente Liana Ardiles López, ingeniera de Caminos y hasta ahora en la Oficina Española de Cambio Climático. Un portavoz oficial señaló que el ministro "no ha tomado ninguna decisión" al respecto.
La política del agua en España sigue enquistada. Al llegar al cargo, Arias Cañete prometió consenso y aprobar los planes de cuenca, que ordenan los usos en todos los ríos. Estos planes tenían que estar listos en 2009 pero solo están aprobados los de cuencas no problemáticas. Ante la presión de Bruselas, Cañete los prometió para antes de finales de 2013. Para entonces, pasada la mitad de legislatura y cerca de las elecciones autonómicas, se pondría con un nuevo plan hidrológico nacional, con lo que enfrió la posibilidad de construir un trasvase desde el Ebro.
Pero los planes de cuenca avanzan con mucha dificultad. Tras sacar a información pública el borrador del Ebro y aprobar cinco menores (Galicia-Costa, Miño-Sil, Tinto-Odiel, Guadalete-Barbate y las Cuencas Mediterráneas Andaluzas), el Ejecutivo se ha encontrado con un problema endiablado: los planes del Tajo y el Segura, dos ríos interconectados por un trasvase y cuyos borradores son incompatibles.
El borrador del Tajo preparado por los técnicos considera que el trasvase al Segura es "inadmisible" por la bajada registrada en las aportaciones de agua a la cabecera del río y que si aumenta el caudal ecológico en Aranjuez (Madrid) para garantizar el buen estado ecológico de los ríos apenas quedaría agua para trasvasar. El plan del Segura, en cambio, cuenta con el agua del trasvase para el regadío y para abastecer a más de dos millones de personas.
Juan Urbano, ingeniero agrónomo procedente de la Agencia Europea de Medio Ambiente, pensó en arreglar rápidamente el problema, según fuentes del sector, y en julio presentó un documento a las comunidades que preveía reducir la dotación de agua para Madrid y mantener el caudal ecológico en Aranjuez como está ahora. Con eso, y según unos números un poco forzados, podría incluso aumentar el agua trasvasada a Murcia. Además, Urbano ha defendido un nuevo trasvase desde el Tajo Medio (en Cáceres) al Segura, una polémica obra de la que el ministerio no quiere oír hablar.
La propuesta de Urbano no fue aceptada por Castilla-La Mancha y también perjudicaba a Madrid, la comunidad de la que procede el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.
Ramos ha tomado la negociación y estudia remplazar a Urbano, según las fuentes consultadas, por Liana Ardiles López, ex directora técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero. En 2010 dejó ese cargo tras ser señalada por los sobrecostes de la presa de Castrovido (Cañete ha criticado esos desvíos presupuestarios de la época socialista). Después, y aún con el PSOE, pasó a la Oficina Española de Cambio Climático. Con la vuelta de una ingeniera de Caminos, Cañete da satisfacción a este gremio, ya que Urbano había sido el primer director del Agua que tenía otra formación.
La tensión por el trasvase llevó a que cuando el pasado agosto apareció mutilado el monumento al Tajo-Segura que hay en La Roda (Albacete), el consejero de Agua de Murcia, Antonio Cerdá, acusó inmediatamente a los opositores al acueducto. Sin embargo, la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 23 años y le acusa de hacerlo para vender el cobre de la estatua.
La política del agua en España sigue enquistada. Al llegar al cargo, Arias Cañete prometió consenso y aprobar los planes de cuenca, que ordenan los usos en todos los ríos. Estos planes tenían que estar listos en 2009 pero solo están aprobados los de cuencas no problemáticas. Ante la presión de Bruselas, Cañete los prometió para antes de finales de 2013. Para entonces, pasada la mitad de legislatura y cerca de las elecciones autonómicas, se pondría con un nuevo plan hidrológico nacional, con lo que enfrió la posibilidad de construir un trasvase desde el Ebro.
Pero los planes de cuenca avanzan con mucha dificultad. Tras sacar a información pública el borrador del Ebro y aprobar cinco menores (Galicia-Costa, Miño-Sil, Tinto-Odiel, Guadalete-Barbate y las Cuencas Mediterráneas Andaluzas), el Ejecutivo se ha encontrado con un problema endiablado: los planes del Tajo y el Segura, dos ríos interconectados por un trasvase y cuyos borradores son incompatibles.
El borrador del Tajo preparado por los técnicos considera que el trasvase al Segura es "inadmisible" por la bajada registrada en las aportaciones de agua a la cabecera del río y que si aumenta el caudal ecológico en Aranjuez (Madrid) para garantizar el buen estado ecológico de los ríos apenas quedaría agua para trasvasar. El plan del Segura, en cambio, cuenta con el agua del trasvase para el regadío y para abastecer a más de dos millones de personas.
Juan Urbano, ingeniero agrónomo procedente de la Agencia Europea de Medio Ambiente, pensó en arreglar rápidamente el problema, según fuentes del sector, y en julio presentó un documento a las comunidades que preveía reducir la dotación de agua para Madrid y mantener el caudal ecológico en Aranjuez como está ahora. Con eso, y según unos números un poco forzados, podría incluso aumentar el agua trasvasada a Murcia. Además, Urbano ha defendido un nuevo trasvase desde el Tajo Medio (en Cáceres) al Segura, una polémica obra de la que el ministerio no quiere oír hablar.
La propuesta de Urbano no fue aceptada por Castilla-La Mancha y también perjudicaba a Madrid, la comunidad de la que procede el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos.
Ramos ha tomado la negociación y estudia remplazar a Urbano, según las fuentes consultadas, por Liana Ardiles López, ex directora técnica de la Confederación Hidrográfica del Duero. En 2010 dejó ese cargo tras ser señalada por los sobrecostes de la presa de Castrovido (Cañete ha criticado esos desvíos presupuestarios de la época socialista). Después, y aún con el PSOE, pasó a la Oficina Española de Cambio Climático. Con la vuelta de una ingeniera de Caminos, Cañete da satisfacción a este gremio, ya que Urbano había sido el primer director del Agua que tenía otra formación.
La tensión por el trasvase llevó a que cuando el pasado agosto apareció mutilado el monumento al Tajo-Segura que hay en La Roda (Albacete), el consejero de Agua de Murcia, Antonio Cerdá, acusó inmediatamente a los opositores al acueducto. Sin embargo, la Guardia Civil ha detenido a un hombre de 23 años y le acusa de hacerlo para vender el cobre de la estatua.