Irrigation Guadalentín requested water Segura unable to pay the desalination
Fri, 31/08/2012
Tienen agua desalinizada a un tiro de piedra, pero no pueden pagarla y piden otra más barata que se encuentra a más de cien kilómetros de distancia. Los precios del agua desalinizada han hecho que comunidades de regantes de Mazarrón y Águilas hayan pedido auxilio a la Confederación Hidrográfica del Segura para recibir agua de la cabecera del río, con un coste más asequible. Se trata de regantes que no pueden hacer frente al pago de los caudales de las desalinizadoras, que se han encarecido con la subida de la factura energética. En la zona de Mazarrón y Águilas hay cuatro plantas: dos de gran tamaño, como las de Valdelentisco y Águilas, que dependen del Ministerio, y otras dos medianas que son privadas. Valdelentisco, que es una de las mayores de Europa, solo vende 12 hectómetros anuales, pese a que puede generar más de 57; mientras que la planta aguileña aún está pendiente de recibir energía suficiente para su pleno funcionamiento.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, considera que hay que ayudar a estas comunidades que no pueden hacer frente al elevado precio de la desalinización. Explica que necesitan caudales de otra procedencia, más baratos, para mezclarlos con los de las desalinizadoras y así aguantar los costes.
El agua se extraerá del sinclinal de Calasparra, que es el principal acuífero del territorio del Segura. El organismo de cuenca ha sacado a información pública el expediente, que tendrá un plazo de exposición pública de dos meses. Los regantes solicitán 9,6 hectómetros cúbicos anuales durante siete años. La captación se hará en el sondeo El Moresmo, en Cieza, propiedad de la Junta de Usuarios Norte de la Vega del Segura. El agua se transportará a través del río Segura hasta el Azud de Ojós, allí se impulsará por los canales de la margen derecha del Postrasvase y posteriormente se derivará hacia su destino final. Estos usuarios pagarán el peaje por el uso del canal y los gastos de elevación. Se trata de una distancia de más de cien kilómetros, pero el coste será inferior al del agua desalinizada que tienen mucho más cerca pero que no pueden pagar, según los regantes.
La petición se basa en la necesidad de contar con estos caudales «mientras no estén a pleno funcionamiento las desalinizadoras y sus sistemas de distribución en la zona, actualmente en fase construcción, y, muy principalmente, la de Águilas-Guadalentín», informa Efe. La causa real, no obstante, es el precio.
Uno de los peticionarios explicó ayer que están atravesando una situación «dramática» en Mazarrón y Águilas para atender sus cultivos, por lo que han pedido auxilio a la Confederación Hidrográfica. Señala que forman parte del Junta Central de Regantes y Usuarios del Segura, que preside Isidoro Ruiz.
La desalinizadora de la Comunidad de Regantes de Mazarrón, pionera en la Región de Murcia, está produciendo entre 7 y 8 hectómetros, la mitad de su capacidad, debido al coste de la energía. La planta de Águilas, que gestiona Acuamed, está pendiente del suministro eléctrico y de las canalizaciones. La petición para recibir agua de la cabecera del Segura durante siete años hace suponer que estas comunidades de regantes no pueden abastecerse solo de las desalinizadoras que tienen a la puerta de casa.
El presidente del organismo de cuenca, Miguel Ángel Ródenas, indica que la desalinización «es un complemento, pero no lo resuelve todo. Los regantes necesitan unos precios promedios del agua, ya que de lo contrario es insostenible».
Ródenas explica que hay desalinizadoras con precios distintos, aunque todos por encima de lo que pueden soportar los agricultores si tuvieran que depender exclusivamente de la desalinización. La petición de 9,5 hectómetros anuales es un volumen importante y la Confederación cree que se pueden extraer del sinclinal de Calasparra porque los acuíferos se han recargado bien en los últimos años de lluvias.
Para Ródenas, esta situación «da una idea de la complejidad de la cuenca del Segura, que soporta un déficit de 1.000 hectómetros cúbicos anuales si se excluye el Trasvase Tajo-Segura». «Creemos que hay que utilizar todos los recursos disponibles para atender unos regadíos que son punteros a nivel nacional y europeo y que proporcionan una enorme riqueza. En este caso, estos regantes han pedido auxilio y se ha iniciado el trámite correspondiente». Apunta que las desalinizadoras «no son ni buenas ni malas, pero los agricultores necesitan disponer de caudales de otra procedencia porque son muy costosas». La extracción de 9,5 hectómetros anuales del sinclinal de Calasparra sería una de la mayores de los últimos años. Los peticionarios sostienen que la captación será inferior a la capacidad de recarga del acuíferos, por lo que creen que no se verá afectado. Estas comunidades no reciben agua del Trasvase Tajo-Segura y tampoco tienen concesiones de la cuenca del Segura.
Dependen de los pozos y de los derechos de agua que compran en otras zonas. Cuentan con las desalinizadoras, aunque aseguran que no pueden depender exclusivamente de éstas ni comprar toda el agua que son capaces de producir.
Comunidades de Mazarrón y Águilas, con cuatro desalinizadoras en la zona, reclaman a la Confederación 9,5 hectómetros anuales del sinclinal de Calasparra
De Cieza a la costa Recarga del acuífero
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, considera que hay que ayudar a estas comunidades que no pueden hacer frente al elevado precio de la desalinización. Explica que necesitan caudales de otra procedencia, más baratos, para mezclarlos con los de las desalinizadoras y así aguantar los costes.
El agua se extraerá del sinclinal de Calasparra, que es el principal acuífero del territorio del Segura. El organismo de cuenca ha sacado a información pública el expediente, que tendrá un plazo de exposición pública de dos meses. Los regantes solicitán 9,6 hectómetros cúbicos anuales durante siete años. La captación se hará en el sondeo El Moresmo, en Cieza, propiedad de la Junta de Usuarios Norte de la Vega del Segura. El agua se transportará a través del río Segura hasta el Azud de Ojós, allí se impulsará por los canales de la margen derecha del Postrasvase y posteriormente se derivará hacia su destino final. Estos usuarios pagarán el peaje por el uso del canal y los gastos de elevación. Se trata de una distancia de más de cien kilómetros, pero el coste será inferior al del agua desalinizada que tienen mucho más cerca pero que no pueden pagar, según los regantes.
La petición se basa en la necesidad de contar con estos caudales «mientras no estén a pleno funcionamiento las desalinizadoras y sus sistemas de distribución en la zona, actualmente en fase construcción, y, muy principalmente, la de Águilas-Guadalentín», informa Efe. La causa real, no obstante, es el precio.
Uno de los peticionarios explicó ayer que están atravesando una situación «dramática» en Mazarrón y Águilas para atender sus cultivos, por lo que han pedido auxilio a la Confederación Hidrográfica. Señala que forman parte del Junta Central de Regantes y Usuarios del Segura, que preside Isidoro Ruiz.
La desalinizadora de la Comunidad de Regantes de Mazarrón, pionera en la Región de Murcia, está produciendo entre 7 y 8 hectómetros, la mitad de su capacidad, debido al coste de la energía. La planta de Águilas, que gestiona Acuamed, está pendiente del suministro eléctrico y de las canalizaciones. La petición para recibir agua de la cabecera del Segura durante siete años hace suponer que estas comunidades de regantes no pueden abastecerse solo de las desalinizadoras que tienen a la puerta de casa.
El presidente del organismo de cuenca, Miguel Ángel Ródenas, indica que la desalinización «es un complemento, pero no lo resuelve todo. Los regantes necesitan unos precios promedios del agua, ya que de lo contrario es insostenible».
Ródenas explica que hay desalinizadoras con precios distintos, aunque todos por encima de lo que pueden soportar los agricultores si tuvieran que depender exclusivamente de la desalinización. La petición de 9,5 hectómetros anuales es un volumen importante y la Confederación cree que se pueden extraer del sinclinal de Calasparra porque los acuíferos se han recargado bien en los últimos años de lluvias.
Para Ródenas, esta situación «da una idea de la complejidad de la cuenca del Segura, que soporta un déficit de 1.000 hectómetros cúbicos anuales si se excluye el Trasvase Tajo-Segura». «Creemos que hay que utilizar todos los recursos disponibles para atender unos regadíos que son punteros a nivel nacional y europeo y que proporcionan una enorme riqueza. En este caso, estos regantes han pedido auxilio y se ha iniciado el trámite correspondiente». Apunta que las desalinizadoras «no son ni buenas ni malas, pero los agricultores necesitan disponer de caudales de otra procedencia porque son muy costosas». La extracción de 9,5 hectómetros anuales del sinclinal de Calasparra sería una de la mayores de los últimos años. Los peticionarios sostienen que la captación será inferior a la capacidad de recarga del acuíferos, por lo que creen que no se verá afectado. Estas comunidades no reciben agua del Trasvase Tajo-Segura y tampoco tienen concesiones de la cuenca del Segura.
Dependen de los pozos y de los derechos de agua que compran en otras zonas. Cuentan con las desalinizadoras, aunque aseguran que no pueden depender exclusivamente de éstas ni comprar toda el agua que son capaces de producir.
Comunidades de Mazarrón y Águilas, con cuatro desalinizadoras en la zona, reclaman a la Confederación 9,5 hectómetros anuales del sinclinal de Calasparra
De Cieza a la costa Recarga del acuífero