The government guarantees the water supply to coastal municipalities
Tue, 21/08/2012
El Gobierno de Cantabria anunció ayer que activará todos los recursos a su alcance para garantizar el abastecimiento de agua a los municipios que comienzan a padecer los efectos de la sequía. El Ejecutivo no descarta, incluso, utilizar la Autovía del Agua, que, pese a no estar concluida, se pondría parcialmente en funcionamiento en un momento dado para abastecer a las localidades costeras si la situación así lo requiriese. El Gobierno quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la población y recordó que las recomendaciones que desde la Consejería de Medio Ambiente se han realizado a los municipios cántabros, especialmente a los costeros por su volumen poblacional en temporada de verano, «no responden a ningún tipo de alarma, sino que son medidas preventivas para inducir a un consumo moderado.
Aún así, el propio Gobierno es el primero en reconocer que la «fuerte sequía» está levantando las primeras alertas en algunos municipios costeros. Es el caso de Laredo, donde ya se restringe el riego de parques y jardines, los lavaderos de pies en la playa y el de coches; Cicero y Colindres, cuyos alcaldes anunciaron ayer que también emitirán un bando para restringir el consumo de agua y solicitar moderación; o Limpias, Ramales, Rasines, Soba y Ampuero donde comienza a mirarse al cielo con preocupación.
Las primeras alertas sobre el estado de los ríos han llegado también a Santander. El Ayuntamiento dijo ayer que ya toma agua del pantano del Ebro (a través del bitrasvase) para garantizar el abastecimiento de la capital y parte de Astillero y Camargo. La medida, que se viene realizando de manera esporádica desde los últimos tres años en colaboración con el Gobierno de Cantabria, se vuelve ahora más necesaria que nunca, teniendo en cuenta que este ha sido un año especialmente caluroso y escaso en precipitaciones. Por ello, y con el fin de no desgastar el río Pas -su caudal está prácticamente seco a su paso por Carandía- la capital tomará de la cabecera del río Ebro la cantidad de agua que necesita, esto es, unos 550 litros por segundo. Desde el pasado día 30 de julio, el acoplamiento al Ebro y no al Pas se volvió a instalar en la capital, que el pasado año desembolsó por este concepto un total de 460.000 euros.
Aunque la concejala de Medio Ambiente, María Tejerina, restara importancia a la situación, ayer dijo que es probable que el Consistorio prorrogue la concesión hasta por lo menos mediados de septiembre. Y es que, la captación del bitrasvase permitirá cubrir la mayoría de la demanda, pero no la totalidad, ya que otros 50 litros por segundo se recogerán de los acuíferos.
La ausencia de lluvia (en Santander sólo ha llovido en siete de los últimos 31 días) está provocando que los embalses se vayan vaciando poco a poco.
El caso más llamativo es el del pantano del Ebro. Esta semana ha perdido otros 19 hectómetros cúbicos (la anterior 22) y ya está al 46,6 por ciento de su capacidad, ocho puntos menos que el año pasado por estas fechas.
La situación ha llevado a la Confederación Hidrográfica a tomar la medida de controlar la salida del agua que se destina a mantener el caudal a su paso por Zaragoza (y que se utiliza fundamentalmente para regadío) ante la previsión de que la ausencia de lluvia se prolongue en el tiempo.
Anuncia que utilizará la Autovía del Agua si fuera necesario. Santander ya recurre al pantano del Ebro para asegurar el abastecimiento.
Aún así, el propio Gobierno es el primero en reconocer que la «fuerte sequía» está levantando las primeras alertas en algunos municipios costeros. Es el caso de Laredo, donde ya se restringe el riego de parques y jardines, los lavaderos de pies en la playa y el de coches; Cicero y Colindres, cuyos alcaldes anunciaron ayer que también emitirán un bando para restringir el consumo de agua y solicitar moderación; o Limpias, Ramales, Rasines, Soba y Ampuero donde comienza a mirarse al cielo con preocupación.
Las primeras alertas sobre el estado de los ríos han llegado también a Santander. El Ayuntamiento dijo ayer que ya toma agua del pantano del Ebro (a través del bitrasvase) para garantizar el abastecimiento de la capital y parte de Astillero y Camargo. La medida, que se viene realizando de manera esporádica desde los últimos tres años en colaboración con el Gobierno de Cantabria, se vuelve ahora más necesaria que nunca, teniendo en cuenta que este ha sido un año especialmente caluroso y escaso en precipitaciones. Por ello, y con el fin de no desgastar el río Pas -su caudal está prácticamente seco a su paso por Carandía- la capital tomará de la cabecera del río Ebro la cantidad de agua que necesita, esto es, unos 550 litros por segundo. Desde el pasado día 30 de julio, el acoplamiento al Ebro y no al Pas se volvió a instalar en la capital, que el pasado año desembolsó por este concepto un total de 460.000 euros.
Aunque la concejala de Medio Ambiente, María Tejerina, restara importancia a la situación, ayer dijo que es probable que el Consistorio prorrogue la concesión hasta por lo menos mediados de septiembre. Y es que, la captación del bitrasvase permitirá cubrir la mayoría de la demanda, pero no la totalidad, ya que otros 50 litros por segundo se recogerán de los acuíferos.
La ausencia de lluvia (en Santander sólo ha llovido en siete de los últimos 31 días) está provocando que los embalses se vayan vaciando poco a poco.
El caso más llamativo es el del pantano del Ebro. Esta semana ha perdido otros 19 hectómetros cúbicos (la anterior 22) y ya está al 46,6 por ciento de su capacidad, ocho puntos menos que el año pasado por estas fechas.
La situación ha llevado a la Confederación Hidrográfica a tomar la medida de controlar la salida del agua que se destina a mantener el caudal a su paso por Zaragoza (y que se utiliza fundamentalmente para regadío) ante la previsión de que la ausencia de lluvia se prolongue en el tiempo.
Anuncia que utilizará la Autovía del Agua si fuera necesario. Santander ya recurre al pantano del Ebro para asegurar el abastecimiento.