The Confederation will extend the monitoring of the proliferation of macrophytes throughout the Basin

Wed, 01/08/2012

Confederación Hidrográfica del Ebro

Xavier de Pedro, presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, organismo autónomo, adscrito al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha participado, junto al consejero de Cultura, Educación y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, en la prueba piloto para
la corta y eliminación de macrófitos en el río Ebro, una acción conjunta de ambas administraciones para comprobar la efectividad de reducir la presencia de plantas acuáticas en el cauce.

Durante este acto, De Pedro ha anunciado que el Organismo va a extender las labores de seguimiento que ya realiza en el Bajo Ebro (aguas abajo del sistema de embalse de Mequinenza-Ribarroja-Flix) y que ha desarrollado también este año en el entorno de Zaragoza, a los otros puntos con mayor presencia de macrófitos, en decir, Bajo Cinca (aguas abajo de Zaidín) y Bajo Segre, aguas abajo de Lleida.

Con esta acción se podrá definir un mapa de afección con la densidad y la composición de las plantas acuáticas en esos tramos.

Conclusiones en Zaragoza
En el entorno de Zaragoza durante el mes de mayo, en un momento de caudales altos en el río, se realizaron los primeros estudios para evaluar la presencia y abundancia de macrófitos. Este mes de julio, en concreto durante la pasada semana, se han repetido los recorridos de evaluación, esta vez con caudales de estiaje, lo que permitirá tener un estudio comparativo y extraer conclusiones sobre la cobertura en el tramo del Ebro comprendido entre la confluencia del Jalón, cerca de Torres de Berrellén y la zona de confluencia del río Ginel, en Osera de Ebro.
Mientras se realiza este estudio comparativo, el presidente de la Confederación ha avanzado esta mañana algunas de las conclusiones parciales de los seguimientos realizados en mayo.
La principal es que la cobertura de macrófitos es baja en la mayoría de los tramos, aunque alcanza la cobertura media en determinados puntos, siendo los de mayor presencia observada los de aguas abajo de Zaragoza, concretamente en la zona cercana al Burgo de Ebro y la zona de remanso de la presa de Pina. Se advierte, eso sí, que con toda seguridad los resultados en el periodo de estiaje mostrarán
densidades más altas.
Prueba piloto y otras acciones
La Confederación Hidrográfica del Ebro participa desde hace varios años en un grupo de trabajo interdepartamental en el tramo bajo del Ebro y actualmente está integrado también en el grupo creado por el Ayuntamiento de Zaragoza para tratar la situación del tramo del entorno de la capital aragonesa.
El Organismo ha colaborado con el Ayuntamiento de Zaragoza en esta prueba piloto para desarrollar una evaluación más activa de este fenómeno de proliferación de plantas acuáticas, que, posteriormente podría ser trasladado a otros puntos problemáticos de la Cuenca del Ebro. Con esta acción se complementan los estudios que se realizan desde hace años en el tramo bajo del Ebro, los programas de control y seguimiento de macrófitos que se desarrollan en Zaragoza y los trabajos de investigación con expertos que ha llevado a cabo el Organismo de Cuenca.
Junto con el problema que conlleva al convertirse en hábitat de proliferación de la mosca negra, la Confederación Hidrográfica del Ebro está incrementando sus acciones de seguimiento e investigación del fenómeno de crecimiento de macrófitos principalmente por sus posibles afecciones en la limitación del lecho
del río y el problema que provoca en la medición de caudales.
En el caso de la capital aragonesa hay que destacar que en este tramo del río no se han producido en los últimos dos años crecidas ordinarias que puedan ayudar con su efecto de arrastre a la disminución de las colonias de macrófitos, por lo que se ha considerado de mayor necesidad esta intervención en el cauce. En
otros puntos, como el bajo Ebro, esta ausencia de crecidas naturales se ha podido suplir con un programa anual de crecidas artificiales desde los embalses del sistema de Mequinenza-Ribarroja-Flix, algo imposible en la zona del Ebro en Zaragoza.
Junto con estas acciones, la Confederación ha mantenido contactos con expertos para ahondar en el conocimiento de las causas de esta proliferación que, hay que destacar, no han causado problemas en la calidad de las aguas, ni de seguridad de los cauces. En concreto, a finales del pasado año se celebró una jornada monográfica con expertos del ámbito universitario, empresarial y administrativa.