The regional government is committed to conservation of Atlantic salmon in Galician rivers with a stocking of 12,000 fingerlings in the Ulla
Tue, 10/07/2012
El Gobierno gallego continúa con los trabajos encaminados a la conservación y recuperación del salmón atlántico en los ríos gallegos. Así, el director general de Conservación de la Naturaleza, Ricardo García Borregón, junto con el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, participó en una suelta de 12.000 alevines en el río Deza, afluente del Ulla, que se suma a los más de 10.300 que se habían soltado en este río a finales de junio. Los ríos gallegos se repoblarán este año con 365.000 ejemplares de salmón, de un total de 1,5 millones previstos para toda la legislatura.
La previsión para este año es llevar a cabo la suelta de un total de 110.000 alevines en el río Ulla, una medida que se une a los trabajos de investigación y gestión que la Administración ejecuta desde los años 90, cuando se detectó una preocupante caída de esta población.
Las capturas de salmón en general disminuyeron sensiblemente en todos los ríos como queda demostrado por las estadísticas oficiales, pero si cabe esa merma fue más importante en los ríos de Pontevedra. Así tenemos como el Ulla pasó de 543 en 1980 a ninguno en 1993; el Umia lleva sin su presencia desde 1993; el Lérez pasó de 158 en 1970 a ninguno en 1991, en el Verdugo no se pescó ningún salmón desde 1984 y, finalmente, en el Miño, aunque su control es mas complicado al ser internacional y permitirse la pesca con red en Portugal, también se constató su declive desde 1975 en que se contabilizaron 300 salmones capturados.
Para el río Ulla, en concreto, una de las principales medidas tomadas y considerada cómo básica desde el punto de vista de la gestión es la limitación del esfuerzo de pesca y de la presión sobre la especie. Esta medida se consiguió por dos vías: el control del acceso de los pescadores al recurso (veda de los tramos libres, limitación de la temporada de pesca, limitación días hábiles) y el establecimiento de las cuotas de captura. Hasta el 5 de julio las capturas ascendieron 130 ejemplares.
La temporada piscícola a nivel de salmones está resultando muy afectada por la climatología dado que el invierno fue muy seco y eso impidió lo remonte normal de los ejemplares de regreso del mar.
De todos los ríos en el que más se nota la influencia es en el Ulla donde el caudal permaneció muy bajo hasta bien entrado el mes de abril, lo que dio lugar a que una buena parte de los ejemplares capturados lo fueran en el coto de Sinde.
Veda anticipada
Precisamente, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio, decidió finalizar de manera anticipada la temporada de pesca en el tramo final del río Deza, entre la presa de García y la desembocadura en el río Ulla, de una longitud aproximada de 2,4 km y situado en el límite de los ayuntamientos de Silleda y Vila de Cruces, por los daños que se le estaban ocasionando las crías de los salmones. La veda, que en principio estaba programada desde lo 31 de julio, se adelanta la mañana, 27 de julio, (lo que supone más de un mes) y se mantendrá hasta la entrada en vigor de la normativa de pesca fluvial de la temporada 2013.
El río Deza es un afluente del río Ulla y en su tramo final, entre la Presa de García y su desembocadura en el río Ulla, constituye una zona que los salmones utilizan para su reproducción.
En la temporada actual se levantó la veda de este tramo con el objeto de que los pescadores habían hecho uso de él, pero se comprobó que, dada la climatología anormal de este año, los pintos de salmón que deberían haber descendido hasta el mar para su migración no lo hicieron debido al escaso caudal que tuvo el río Ulla en los primeros meses del año.
La previsión para este año es llevar a cabo la suelta de un total de 110.000 alevines en el río Ulla, una medida que se une a los trabajos de investigación y gestión que la Administración ejecuta desde los años 90, cuando se detectó una preocupante caída de esta población.
Las capturas de salmón en general disminuyeron sensiblemente en todos los ríos como queda demostrado por las estadísticas oficiales, pero si cabe esa merma fue más importante en los ríos de Pontevedra. Así tenemos como el Ulla pasó de 543 en 1980 a ninguno en 1993; el Umia lleva sin su presencia desde 1993; el Lérez pasó de 158 en 1970 a ninguno en 1991, en el Verdugo no se pescó ningún salmón desde 1984 y, finalmente, en el Miño, aunque su control es mas complicado al ser internacional y permitirse la pesca con red en Portugal, también se constató su declive desde 1975 en que se contabilizaron 300 salmones capturados.
Para el río Ulla, en concreto, una de las principales medidas tomadas y considerada cómo básica desde el punto de vista de la gestión es la limitación del esfuerzo de pesca y de la presión sobre la especie. Esta medida se consiguió por dos vías: el control del acceso de los pescadores al recurso (veda de los tramos libres, limitación de la temporada de pesca, limitación días hábiles) y el establecimiento de las cuotas de captura. Hasta el 5 de julio las capturas ascendieron 130 ejemplares.
La temporada piscícola a nivel de salmones está resultando muy afectada por la climatología dado que el invierno fue muy seco y eso impidió lo remonte normal de los ejemplares de regreso del mar.
De todos los ríos en el que más se nota la influencia es en el Ulla donde el caudal permaneció muy bajo hasta bien entrado el mes de abril, lo que dio lugar a que una buena parte de los ejemplares capturados lo fueran en el coto de Sinde.
Veda anticipada
Precisamente, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio, decidió finalizar de manera anticipada la temporada de pesca en el tramo final del río Deza, entre la presa de García y la desembocadura en el río Ulla, de una longitud aproximada de 2,4 km y situado en el límite de los ayuntamientos de Silleda y Vila de Cruces, por los daños que se le estaban ocasionando las crías de los salmones. La veda, que en principio estaba programada desde lo 31 de julio, se adelanta la mañana, 27 de julio, (lo que supone más de un mes) y se mantendrá hasta la entrada en vigor de la normativa de pesca fluvial de la temporada 2013.
El río Deza es un afluente del río Ulla y en su tramo final, entre la Presa de García y su desembocadura en el río Ulla, constituye una zona que los salmones utilizan para su reproducción.
En la temporada actual se levantó la veda de este tramo con el objeto de que los pescadores habían hecho uso de él, pero se comprobó que, dada la climatología anormal de este año, los pintos de salmón que deberían haber descendido hasta el mar para su migración no lo hicieron debido al escaso caudal que tuvo el río Ulla en los primeros meses del año.