Me imagino, señor ministro Arias Cañete, que conoce la contaminación que sufre el río Tajo. A su paso por la provincia de Madrid y por Toledo, los vertidos en el río han provocado una mortandad de peces, de tal manera que no nos equivocamos si decimos que el Tajo es un río enfermo.

El actual abastecimiento de agua a Cáceres se está realizando mediante bombeo de la cola del pantano de Alcántara, para elevarlo hasta la presa de Guadiloba. Queremos resaltar que los cacereños tenemos que soportar las aguas contaminadas procedentes de Madrid, Toledo y Talavera, y además hemos de aceptar su paso por la central nuclear de Almaraz y finalmente las propias aguas residuales de la planta depuradora de Cáceres, que vuelven a verter en la presa de Alcántara, próximo al lugar donde se hacen las tomas para el bombeo a la presa de Guadiloba.

Ante el grave problema de salubridad, por una parte, y el que supone la falta de lluvia, las 'cabezas huecas de nuestros políticos' nada más se les ocurre que, para solventarlo, traer desde la presa de Portaje, a 70 kilómetros de Cáceres, un nuevo abastecimiento, cuyo coste y puesta en marcha es un atentado contra el medio ambiente, además del alto coste energético que repercutirá en los usuario con un porcentaje superior al 150% sobre la actual tarifa de agua. El señor Arias Cañete, ya tiene sobrada información sobre el problema del abastecimiento de agua a Cáceres, así como el presidente del Gobierno, al cual un grupo de ciudadanos responsables hemos hecho llegar información suficiente para que se paralicen las obras (que plantean graves problemas técnicos para atravesar los cauces de los ríos Tajo y Almonte).

Creemos que sobran argumentos para que, de una vez, se tomen las medidas para construir la presa sobre el río Almonte, cuya proximidad a Cáceres y calidad de sus aguas sería de un gran ahorro económico y energético.

Fernando García Figueroa