The defenders of the Tajo require political unity to save the river

Thu, 05/07/2012

EFE

La Plataforma de los ríos Alberche y Tajo de Talavera de la Reina y la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo han exigido hoy a las diferentes administraciones que dejen de culparse unos a otros de la situación del Tajo y trabajen unidos para salvarlo en la negociación del nuevo Plan de Cuenca.

El portavoz de la Plataforma en defensa de los ríos Alberche y Tajo de Talavera, Miguel Ángel Sánchez, y el presidente de la Plataforma de Toledo, Alejandro Cano, han denunciado hoy que 40 años después de la prohibición del baño en el Tajo continúen los mismos problemas de entonces, entre ellos la elevada contaminación que el pasado 19 de junio dejó miles de peces muertos en su cauce.

Sánchez ha expresado su indignación porque el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente siga autorizando trasvases desde el Tajo al Segura, como hizo el pasado 28 de junio, a pesar de que los embalses en su cabecera están sólo al 30% mientras que el Segura se encuentra al 51 %.

El portavoz de la plataforma ha asegurado que actualmente se trasvasa el 131% del agua de la cabecera, incluso del Alberche a Madrid, y mientras tanto Talavera bebe desde junio aguas residuales, cuya calidad empeora aún más por la falta de depuración de la que llega procedente del Jarama.

El portavoz talaverano ha afirmado que las autoridades, tanto de los Ayuntamientos de Toledo y Talavera, como regionales, deben dejar de echarse las culpas mutuamente de la situación y mirar a otro lado como han hecho siempre para trabajar conjuntamente en el nuevo Plan de la Cuenca del Tajo que tiene que preparar el Ministerio en los próximos meses.

"Lo que no consigamos en estos 10 meses, no lo conseguimos hasta 2020 o 2030", ha dicho Sánchez, quien ha asegurado que ambas plataformas trabajarán juntas y lo darán todo en este proceso.

El portavoz ha instado al Gobierno autonómico a adoptar una posición "más fuerte" en defensa de los intereses regionales y a ambos ayuntamientos a "presionar al Estado" para conseguir que la situación del río deje de estar dominada por la Ley de Aguas de 1971 y se cambien las reglas de explotación que, consideran, "están hechas por Valencia para beneficiar al Levante".

Ambas plataformas creen que el Plan que ha de ser aprobado por el Estado debe establecer una regulación de caudales que garantice un mínimo de 20m/s en Toledo y Talavera y establecer planes de mejoras de los vertidos en Madrid y Castilla-La Mancha para ganar en calidad.

También debería reequilibrar las cuencas: parte de la cabecera del Tajo debe ir para abastecimiento de Madrid lo que debe hacer que se liberen recursos de los afluentes del sistema central, Sorbe, Jarama, Guadarrama y Alberche, para que los usos tradicionales de esos ríos en Castilla-La Mancha puedan continuar.

Sin embargo, el Plan de Modificación de la Cuenca del Tajo sólo puede ser aprobado si lo son a su vez el del Júcar y Segura, tal como especifica el Plan Hidrológico Nacional que, a juicio de estas asociaciones, beneficia a Levante y sirve para destrozar la dinámica de los ríos al hacerles interdependientes entre ellos.