The ONU will locate in Sant Pau the headquarters of the global water management
Sat, 30/06/2012
Barcelona acogerá durante cinco años la sede del Secretariado de la Alianza Global de Operadores del Agua (Gwopa), un organismo de la ONU-Habitat, que desde su creación en el 2007 estaba asentado en Nairobi (Kenia). La institución que gestiona las políticas del agua a escala mundial se ubicará en los pabellones modernistas del antiguo hospital Sant Pau, que se encuentran en pleno proceso de rehabilitación. La candidatura de la capital catalana, según explicó ayer el alcalde Xavier Trias durante el pleno municipal, se ha impuesto a otras ciudades como Delft (Holanda) y Estambul (Turquía).
La candidatura se presentó el pasado mes de abril. La intención era que este organismo que promueve la colaboración entre actores clave a escala mundial en la gestión de los recursos hídricos se ubique en el pabellón de la Mercè. En este conjunto monumental la futura sede convivirá con otras instituciones importantes en el campo de la ciencia y la investigación que ya han anunciado su intención de ubicarse en Sant Pau. Se trata del Instituto Forestal Europeo, que ocupará el pabellón de Sant Leopold, el Instituto de la Universidad de la ONU, en el de San Manuel y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que investigará desde Barcelona sobre la salud pública. La OMS compartirá el pabellón de la Mercè con la alianza de operadores de agua, según explicaron ayer fuentes de Sant Pau.
El antiguo hospital lleva casi tres años en obras y está previsto que se prolonguen al menos durante dos más. En este tiempo se habrán invertido 105 millones de euros en la reforma de los pabellones que se encontraban muy deteriorados y se deben adecuar a nuevos usos. El proyecto de rehabilitación de este edificio está a cargo de Josep Emili Hernández Cros, el exterior, y Mercè Zazurca, el acondicionamiento del interior del inmueble.
El comité de evaluación de la ONU-Habitat ha valorado especialmente de Barcelona el compromiso financiero de la ciudad y el apoyo institucional, según destacó Trias. Además, en el ámbito privado, la capital catalana también cuenta con empresas y grupos de investigación especializado que han impulsado proyectos internacionales como son FCC, Agbar, Comsa-Emte y Fòrum Ambiental. Estas compañías han comprometido una aportación de 100.000 euros cuando la oficina se ubique en Sant Pau. Por su parte, el Gobierno aportará 1,1 millones de euros.
Todos los grupos políticos destacaron ayer el papel del exalcalde Joan Clos, ahora director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) en la decisión de ubicar esta sede en la capital catalana. La intención de esta oficina desde Barcelona será la de promover la colaboración público-privada en la gestión de los recursos hídricos.
La candidatura se presentó el pasado mes de abril. La intención era que este organismo que promueve la colaboración entre actores clave a escala mundial en la gestión de los recursos hídricos se ubique en el pabellón de la Mercè. En este conjunto monumental la futura sede convivirá con otras instituciones importantes en el campo de la ciencia y la investigación que ya han anunciado su intención de ubicarse en Sant Pau. Se trata del Instituto Forestal Europeo, que ocupará el pabellón de Sant Leopold, el Instituto de la Universidad de la ONU, en el de San Manuel y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que investigará desde Barcelona sobre la salud pública. La OMS compartirá el pabellón de la Mercè con la alianza de operadores de agua, según explicaron ayer fuentes de Sant Pau.
El antiguo hospital lleva casi tres años en obras y está previsto que se prolonguen al menos durante dos más. En este tiempo se habrán invertido 105 millones de euros en la reforma de los pabellones que se encontraban muy deteriorados y se deben adecuar a nuevos usos. El proyecto de rehabilitación de este edificio está a cargo de Josep Emili Hernández Cros, el exterior, y Mercè Zazurca, el acondicionamiento del interior del inmueble.
El comité de evaluación de la ONU-Habitat ha valorado especialmente de Barcelona el compromiso financiero de la ciudad y el apoyo institucional, según destacó Trias. Además, en el ámbito privado, la capital catalana también cuenta con empresas y grupos de investigación especializado que han impulsado proyectos internacionales como son FCC, Agbar, Comsa-Emte y Fòrum Ambiental. Estas compañías han comprometido una aportación de 100.000 euros cuando la oficina se ubique en Sant Pau. Por su parte, el Gobierno aportará 1,1 millones de euros.
Todos los grupos políticos destacaron ayer el papel del exalcalde Joan Clos, ahora director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) en la decisión de ubicar esta sede en la capital catalana. La intención de esta oficina desde Barcelona será la de promover la colaboración público-privada en la gestión de los recursos hídricos.