The direction of the Natural Park of L'Albufera has objected to the Community of Fishermen
Tue, 26/06/2012
La dirección del Parque Natural de L'Albufera ha objetado a la Comunidad de Pescadores de El Palmar en su pretensión de tirotear a los cormoranes, que dicha ave no es una especie invasora, sino que anida en el lago desde hace décadas, por lo que se le concede rango de especie autóctona.
Como ya informó LA RAZÓN, la Comunidad de Pescadores de El Palmar habían encontrado en el cormorán, un serio competidor de sus capturas en el lago, ya que se había demostrado como un perfecto depredador de anguilas y de «llises».
Por ello, la centenaria asociación había pedido permiso a Medio Ambiente para que le dejaran tirotearlos de forma controlada, no tanto por darles muerte, sino por espantarlos a otras zonas y que dejaran de anidar en el lago de L'Albufera.
En cualquier caso, los pescadores consideraban al cormorán como una especie invasora ya que su presencia en el lago se remonta a poco más de una década.
Estaban en un error, y la Junta Rectora del parque ha venido a sacarles del mismo. El cormorán lleva siglos zambuyéndose en las aguas de Blasco Ibáñez. Pero eso sí, desde de la década de los noventa hasta nuestros días, el ave ha proliferado y ha aumentado sus poblaciones en un trescientos por ciento.
Si a la tendencia ascendente en la natalidad del depredador, se contrapone la decreciente de la fauna piscícola del lago, tenemos el problema.
Lo que antes un precioso animal que gusta de secar su plumaje recortando sus alas en el horizonte sobre la enhiestas estacas de los «tancats», ahora se ha convertido en un ladrón de las codiciadas presas de los pescadores del lago.
Por ello, asumiendo su condición de auctóctono, los pescadores pedirán una caza controlada que mengüe las poblaciones en el lago.
Algo similar a lo que sucede con el lucio, terrible depredador que cada vez que aparece en el lago es «controlado» por los pescadores mediante la autorización de su pesca, hasta que su presencia vuelve a menguar.
Como ya informó LA RAZÓN, la Comunidad de Pescadores de El Palmar habían encontrado en el cormorán, un serio competidor de sus capturas en el lago, ya que se había demostrado como un perfecto depredador de anguilas y de «llises».
Por ello, la centenaria asociación había pedido permiso a Medio Ambiente para que le dejaran tirotearlos de forma controlada, no tanto por darles muerte, sino por espantarlos a otras zonas y que dejaran de anidar en el lago de L'Albufera.
En cualquier caso, los pescadores consideraban al cormorán como una especie invasora ya que su presencia en el lago se remonta a poco más de una década.
Estaban en un error, y la Junta Rectora del parque ha venido a sacarles del mismo. El cormorán lleva siglos zambuyéndose en las aguas de Blasco Ibáñez. Pero eso sí, desde de la década de los noventa hasta nuestros días, el ave ha proliferado y ha aumentado sus poblaciones en un trescientos por ciento.
Si a la tendencia ascendente en la natalidad del depredador, se contrapone la decreciente de la fauna piscícola del lago, tenemos el problema.
Lo que antes un precioso animal que gusta de secar su plumaje recortando sus alas en el horizonte sobre la enhiestas estacas de los «tancats», ahora se ha convertido en un ladrón de las codiciadas presas de los pescadores del lago.
Por ello, asumiendo su condición de auctóctono, los pescadores pedirán una caza controlada que mengüe las poblaciones en el lago.
Algo similar a lo que sucede con el lucio, terrible depredador que cada vez que aparece en el lago es «controlado» por los pescadores mediante la autorización de su pesca, hasta que su presencia vuelve a menguar.