Alliance for Water participates in the side event organized in Rio by the government of Spain and the Inter-American Development Bank
Fri, 22/06/2012
El día 20 de junio ha tenido lugar, en el marco de la cumbre de Río+20, el evento paralelo organizado por el Gobierno de España y el Banco Interamericano de Desarrollo sobre Agua y saneamiento: derechos humanos para el desarrollo sostenible.
El evento, inaugurado por el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente de España, Don Miguel Arias Cañete, ha reunido a los Ministros de ambiente y recursos naturales de Guatemala y El Salvador, la Ministra Doña Marcia Roxana Sobenes y el Ministro Don Herman Rosa, el Secretario General de Cooperación Internacional para el desarrollo del gobierno de España, Don Gonzalo Robles, el Director de ECODES, como Secretaría de la Alianza por el Agua, Don Víctor Viñuales, y el Consejero Delegado de Aqualogy Don Juan Antonio Guijarro. El encuentro ha sido moderado por Don Federico Basañes, Director de la división de Agua y saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
El objetivo del encuentro ha sido el debate sobre los retos y oportunidades que se presentan en América Latina para hacer efectivo el derecho humano al agua. En las exposiciones se ha hecho referencia a los impactos, lecciones aprendidas y retos que ha supuesto la puesta en marcha e implementación desde el año 2009 del Fondo de cooperación de agua y saneamiento (FCAS), al que el Gobierno de España ha destinado, a lo largo de estos tres años, 1.200 millones de Euros, y movilizado otros tantos recursos de países receptores y otros donantes.
Guatemala y El Salvador son dos de los 19 países receptores del Fondo de cooperación de agua y saneamiento y en el encuentro han identificado la calidad de agua como principal reto a abordar para garantizar el acceso. No obstante, han mostrado la necesidad de fortalecer las instituciones y capacidades técnicas, la educación ambiental, y el marco normativo estable vinculado a la gestión de recursos hídricos. Mientras que la Ministra Sobenes subrayaba “la necesidad de abordar la pobreza extrema de manera integral, incluyendo el acceso al agua potable (Programa Hambre Cero), trabajar con las comunidades rurales y no solo con el medio urbano y especialmente practicar el respeto a comunidades indígenas, que suponen un 85% de la población guatemalteca”, el Ministro Rosa destacaba la “enorme vulnerabilidad de la población centroamericana a los desastres naturales, que es necesario abordar específicamente, y la necesidad de fortalecimiento institucional para garantizar la gestión sostenible del agua a medio y largo plazo”.
El sector privado estuvo representado en la mesa de panelistas a través de la empresa Aqualogy. Desde la empresa se habla de un cambio de paradigma, desde la gestión los recursos hídricos vía concesión hacia la construcción de modelos de gobernanza adaptados a cada realidad y basados en la transferencia de conocimiento y no sólo en la construcción y operación de grandes infraestructuras. Para Aqualogy, los nuevos retos del agua en América latina (el incremento de población en núcleos urbanos, cambio climático y la falta de cobertura de saneamiento) deben configurar un modelo diferente de cooperación entre el sector público y privado para garantizar un servicio básico sostenible.
Por su parte, Víctor Viñuales, como secretariado de la Alianza por el Agua, ha reafirmado el papel de la sociedad civil como elemento para favorecer la necesaria cultura social del agua por el derecho humano al agua potable y saneamiento, y la creación de espacios de colaboración necesarios para su implementación, como el caso de la Alianza por el Agua. Esta plataforma multisector está formada por más de 300 socios y pretende favorecer la implementación del Derecho Humano al agua potable y saneamiento básico en Centroamérica. Por ejemplo, a través de iniciativas como el proyecto “Nexos Hídricos”, apoyado por el Fondo del Agua y ejecutado por el FOCARD –Foro Centroamericano y República Dominicana de Agua potable y Saneamiento- y la Alianza por el Agua, que permite canalizar colaboración e intercambios técnicos sin ánimo de lucro entre países norte-sur y sur-sur para fortalecer capacidades de actuación en materia de agua y saneamiento. Es imprescindible dotar de proyectos como éste, más reducidos en volumen económico, pero que son fuente de innovación.
Finalmente, el Secretario General de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, ha mostrado la intención del gobierno de España y la cooperación española a seguir apoyando los servicios sociales básicos en América Latina, movilizando recursos y profesionales y fortaleciendo las instituciones para la implementación efectiva del Derecho humano al agua potable y al saneamiento básico.
Desde la Alianza por el Agua, reconocemos el esfuerzo diplomático y financiero realizado por el gobierno de España por el agua potable y saneamiento básico, como derechos humanos necesarios para el desarrollo sostenible y para la consecución de otros derechos humanos. Asimismo, instamos al Gobierno a mantener las zonas de “escucha” de unos y otros (técnicos, empresas, sociedad civil, donantes y receptores) y a mantener su compromiso político, social y económico para combatir la pobreza extrema (tal y como se defiende en el documento de Rio+20) a través de la cooperación al desarrollo.
El evento, inaugurado por el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente de España, Don Miguel Arias Cañete, ha reunido a los Ministros de ambiente y recursos naturales de Guatemala y El Salvador, la Ministra Doña Marcia Roxana Sobenes y el Ministro Don Herman Rosa, el Secretario General de Cooperación Internacional para el desarrollo del gobierno de España, Don Gonzalo Robles, el Director de ECODES, como Secretaría de la Alianza por el Agua, Don Víctor Viñuales, y el Consejero Delegado de Aqualogy Don Juan Antonio Guijarro. El encuentro ha sido moderado por Don Federico Basañes, Director de la división de Agua y saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.
El objetivo del encuentro ha sido el debate sobre los retos y oportunidades que se presentan en América Latina para hacer efectivo el derecho humano al agua. En las exposiciones se ha hecho referencia a los impactos, lecciones aprendidas y retos que ha supuesto la puesta en marcha e implementación desde el año 2009 del Fondo de cooperación de agua y saneamiento (FCAS), al que el Gobierno de España ha destinado, a lo largo de estos tres años, 1.200 millones de Euros, y movilizado otros tantos recursos de países receptores y otros donantes.
Guatemala y El Salvador son dos de los 19 países receptores del Fondo de cooperación de agua y saneamiento y en el encuentro han identificado la calidad de agua como principal reto a abordar para garantizar el acceso. No obstante, han mostrado la necesidad de fortalecer las instituciones y capacidades técnicas, la educación ambiental, y el marco normativo estable vinculado a la gestión de recursos hídricos. Mientras que la Ministra Sobenes subrayaba “la necesidad de abordar la pobreza extrema de manera integral, incluyendo el acceso al agua potable (Programa Hambre Cero), trabajar con las comunidades rurales y no solo con el medio urbano y especialmente practicar el respeto a comunidades indígenas, que suponen un 85% de la población guatemalteca”, el Ministro Rosa destacaba la “enorme vulnerabilidad de la población centroamericana a los desastres naturales, que es necesario abordar específicamente, y la necesidad de fortalecimiento institucional para garantizar la gestión sostenible del agua a medio y largo plazo”.
El sector privado estuvo representado en la mesa de panelistas a través de la empresa Aqualogy. Desde la empresa se habla de un cambio de paradigma, desde la gestión los recursos hídricos vía concesión hacia la construcción de modelos de gobernanza adaptados a cada realidad y basados en la transferencia de conocimiento y no sólo en la construcción y operación de grandes infraestructuras. Para Aqualogy, los nuevos retos del agua en América latina (el incremento de población en núcleos urbanos, cambio climático y la falta de cobertura de saneamiento) deben configurar un modelo diferente de cooperación entre el sector público y privado para garantizar un servicio básico sostenible.
Por su parte, Víctor Viñuales, como secretariado de la Alianza por el Agua, ha reafirmado el papel de la sociedad civil como elemento para favorecer la necesaria cultura social del agua por el derecho humano al agua potable y saneamiento, y la creación de espacios de colaboración necesarios para su implementación, como el caso de la Alianza por el Agua. Esta plataforma multisector está formada por más de 300 socios y pretende favorecer la implementación del Derecho Humano al agua potable y saneamiento básico en Centroamérica. Por ejemplo, a través de iniciativas como el proyecto “Nexos Hídricos”, apoyado por el Fondo del Agua y ejecutado por el FOCARD –Foro Centroamericano y República Dominicana de Agua potable y Saneamiento- y la Alianza por el Agua, que permite canalizar colaboración e intercambios técnicos sin ánimo de lucro entre países norte-sur y sur-sur para fortalecer capacidades de actuación en materia de agua y saneamiento. Es imprescindible dotar de proyectos como éste, más reducidos en volumen económico, pero que son fuente de innovación.
Finalmente, el Secretario General de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, ha mostrado la intención del gobierno de España y la cooperación española a seguir apoyando los servicios sociales básicos en América Latina, movilizando recursos y profesionales y fortaleciendo las instituciones para la implementación efectiva del Derecho humano al agua potable y al saneamiento básico.
Desde la Alianza por el Agua, reconocemos el esfuerzo diplomático y financiero realizado por el gobierno de España por el agua potable y saneamiento básico, como derechos humanos necesarios para el desarrollo sostenible y para la consecución de otros derechos humanos. Asimismo, instamos al Gobierno a mantener las zonas de “escucha” de unos y otros (técnicos, empresas, sociedad civil, donantes y receptores) y a mantener su compromiso político, social y económico para combatir la pobreza extrema (tal y como se defiende en el documento de Rio+20) a través de la cooperación al desarrollo.