Researchers of Uex designed an "electronic nose" to analyze the water

Mon, 26/03/2012

EFE

Investigadores de la Universidad de Extremadura (Uex) han diseñado una "nariz electrónica" con novedosas técnicas químicas para posibilitar la detección de contaminantes en el agua con el objetivo de controlar los entornos naturales.

Así lo ha comunicado la UEX mediante un comunicado en el que explica que el Grupo de Investigación en Sistemas Sensoriales de la Universidad ha desarrollado este sistema que también permite monitorizar el funcionamiento de las plantas depuradoras y la eliminación de manera remota de las emisiones de malos olores.

La UEX ha señalado que existen multitud de métodos para realizar estas funciones pero que dependen de complejas instalaciones, de un elevado coste, los errores derivados del muestreo y las demoras temporales en la obtención de resultados.

Para evitar estas complicaciones, los investigadores de la UEx se han centrado en diseñar diversos métodos que permiten efectuar las mediciones directamente en las aguas naturales.

Las ventajas que supone esta "nariz electrónica", que trata de imitar el olfato humano, son la reducción de costes y de tiempo empleado a la hora de la realización de la prueba.

Según el investigador Jesús Lozano, esta "nariz" obtiene resultados cuantitativos en un minuto, con un presupuesto "diez veces menor" al del resto de métodos existentes, aunque, según ha explicado el investigador, este dispositivo debe ser "entrenado" con muestras conocidas, y "cuantas más veces se realicen estos ensayos más precisas serán sus respuestas".

El dispositivo portátil también es de gran utilidad a la hora de realizar controles de calidad de la industria alimentaria y en las propiedades organolépticas de los vinos.

También puede ser usado en otras aplicaciones como en aplicaciones de seguridad para la detección de explosivos, en medicina para la detección de enfermedades y en el desarrollo de fragancias y cosméticos.

Junto con la puesta a punto de este sistema portátil, desde el Grupo de Investigación de Análisis Químico del Medio Ambiente, y coordinado por el profesor Eduardo Pinilla, han incluido novedosas metodologías electroquímicas que controlan la presencia de metales pesados tóxicos en el agua.

Estas técnicas químicas tratan de evaluar de forma automática la presencia de sustancias peligrosas para la salud y para el medio ambiente como el mercurio, el plomo o el cadmio.