Llegan las lluvias, tras meses de severa sequía, y lo hacen a lo grande. Protecció Civil emitió ayer una prealerta del plan Inuncat, por riesgo de inundaciones, tras el aviso del Servei Meteorològic de Catalunya, que preveía, a partir de esta pasada madrugada, precipitaciones en cualquier punto del país y episodios puntuales de lluvia que podrían dejar más de cien litros por metro cuadrado en veinticuatro horas.

La borrasca que a lo largo del día de hoy abrazará toda Catalunya dejó ya durante el día de ayer copiosas precipitaciones en muchos puntos de la provincia de Tarragona y en Valencia y Alicante. Las precipitaciones más copiosas en cualquier punto de Catalunya se esperan a partir de la una de la tarde de hoy y se prevé que en muchas comarcas se recojan más de treinta litros por metro cuadrado en sólo media hora. La borrasca puede traer también algunas granizadas.

Protecció Civil alerta también de grandes olas en toda la zona costera, de más de dos metros y medio, y no se descarta que esa mala mar pueda provocar alguna inundación puntual. También se ha activado la prealerta del plan Neucat, al apuntar los mapas la posibilidad de nevadas, a partir de esta pasada noche, por encima de los ochocientos metros en zonas del tercio sur de Catalunya.

En el caso de las zonas de montaña las precipitaciones de nieve afectarán, durante el día de hoy, a cotas superiores a los 1.800 metros. Podrían acumularse hasta treinta centímetros de nieve nueva.

El agua anunciada es muy esperada por los agricultores de las fincas de secano, aunque en el caso de las fincas de zonas del sur (como es el caso del Segrià) estas lluvias llegan ya tarde. Ahí se ha perdido prácticamente toda la cosecha. En el caso de los cultivos ubicados en el Urgell, la Segarra u Osona, si se cumplen las previsiones anunciadas en los mapas, los agricultores del cereal aún podrán salvar buena parte de su cosecha.

Las lluvias, siempre si las predicciones acaban consumándose, aliviarán también la extrema sequía que padecen la práctica totalidad de bosques de Catalunya. Ese agua resulta vital para afrontar la campaña de incendios de este verano con más tranquilidad. La sequía afecta tanto a los bosques de alta montaña -tal y como quedó de manifiesto con la ola de incendios de hace diez días en los Pirineos- como aquellos que están a nivel de mar.

Por otro lado, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, solicitó ayer a la Comisión Europea que adelante el pago de las ayudas a los agricultores de España -alrededor de 5.000 millones de euros- para que estos puedan hacer frente con ese dinero a las pérdidas ocasionadas ya en muchos cultivos por el largo episodio de sequía que padece el campo español.