The Canal de Isabel II recharge aquifers in the region to keep the water
Tue, 20/03/2012
El Canal de Isabel II ha recibido la autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo para iniciar las pruebas de recarga de los acuíferos madrileños, un proyecto de la empresa para guardar agua en estos depósitos naturales en las épocas de bonanza.
La empresa está desarrollando un plan de recarga artificial de estos acuíferos con el que se pretende conseguir un mejor y mayor aprovechamiento de los recursos hídricos regionales. La iniciativa se está realizando en todo momento en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Los acuíferos son lo más parecido a un embalse subterráneo, una zona capaz de almacenar agua por su configuración geológica. La empresa considera la gestión de estas aguas como un «recurso estratégico» y se utiliza como suministro en épocas de escasez hídrica.
Habitualmente la demanda de agua se cubre con aguas de superficie. Pero cuando viene la sequía el Canal de Isabel II recurre a las aguas subterráneas. Los técnicos calculan que se produce un año de sequía cada cuatro o cinco, por lo que el acuífero puede recuperarse con la entrada de aguas de forma natural «lo que garantiza su sostenibilidad», según el Canal.
La empresa está haciendo el proceso inverso. Pretende inyectar agua en el momento en que haya abundancia de aguas y de esta manera evitar abrir las compuertas de los pantanos y que se pierda el líquido.
Este agua quedaría embalsada en los depósitos subterráneos hasta que se necesitara para su uso. El objetivo que se ha marcado la empresa es conseguir hasta 40 hectómetros cúbicos de agua adicionales mediante las recargas de agua. Quieren que el proceso se haga con tecnología puntera, pero «de forma eficiente y sostenible con el medio ambiente».
Actualmente el Canal de Isabel II está inyectando agua en tres de los pozos de captación de aguas subterráneas. Las instalaciones tienen una profundidad entre los 500 y los 700 metros. Se han introducido en el subsuelo 1,8 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale al consumo de una ciudad de 200.000 habitantes, similar a Alcalá de Henares, durante 45 días.
La empresa está probando diferentes tecnologías para extender la experiencia al resto de aguas subterráneas. El agua para rellenar los embalses subterráneos proviene de los embalses. Los sistemas de aducción del Canal llevan hasta las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) el agua. Desde esos puntos es transportada hasta los pozos.
La empresa tiene una red de pozos integrada por 70 captaciones, cuyas profundidades varían desde los 180 hasta los 700 metros. La capacidad total de extracción de que dispone actualmente el Canal es de 87 hectómetros cúbicos cada año de explotación.
La iniciativa de recarga de los pozos se enmarca en las actuaciones para lograr una mayor garantía de abastecimiento en la región, que en la actualidad se encuentra en el 65% de la capacidad total, es decir, de 19 puntos por debajo de la que había hace un año, cuando los embalses estaban al 84%.
Este modo de recarga de acuíferos fue incluido dentro de los sistemas de ahorro, tras conocer las últimas experiencias de Israel, california y Australia en la gestión eficiente del agua. Se han cargado 1,8 millones de metros cúbicos
Es la primera vez que se pone en marcha esta experiencia, que busca almacenar más líquido para utilizarlo en caso de que haya sequía y se necesite para el abastecimiento.
La empresa está desarrollando un plan de recarga artificial de estos acuíferos con el que se pretende conseguir un mejor y mayor aprovechamiento de los recursos hídricos regionales. La iniciativa se está realizando en todo momento en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Tajo.
Los acuíferos son lo más parecido a un embalse subterráneo, una zona capaz de almacenar agua por su configuración geológica. La empresa considera la gestión de estas aguas como un «recurso estratégico» y se utiliza como suministro en épocas de escasez hídrica.
Habitualmente la demanda de agua se cubre con aguas de superficie. Pero cuando viene la sequía el Canal de Isabel II recurre a las aguas subterráneas. Los técnicos calculan que se produce un año de sequía cada cuatro o cinco, por lo que el acuífero puede recuperarse con la entrada de aguas de forma natural «lo que garantiza su sostenibilidad», según el Canal.
La empresa está haciendo el proceso inverso. Pretende inyectar agua en el momento en que haya abundancia de aguas y de esta manera evitar abrir las compuertas de los pantanos y que se pierda el líquido.
Este agua quedaría embalsada en los depósitos subterráneos hasta que se necesitara para su uso. El objetivo que se ha marcado la empresa es conseguir hasta 40 hectómetros cúbicos de agua adicionales mediante las recargas de agua. Quieren que el proceso se haga con tecnología puntera, pero «de forma eficiente y sostenible con el medio ambiente».
Actualmente el Canal de Isabel II está inyectando agua en tres de los pozos de captación de aguas subterráneas. Las instalaciones tienen una profundidad entre los 500 y los 700 metros. Se han introducido en el subsuelo 1,8 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale al consumo de una ciudad de 200.000 habitantes, similar a Alcalá de Henares, durante 45 días.
La empresa está probando diferentes tecnologías para extender la experiencia al resto de aguas subterráneas. El agua para rellenar los embalses subterráneos proviene de los embalses. Los sistemas de aducción del Canal llevan hasta las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) el agua. Desde esos puntos es transportada hasta los pozos.
La empresa tiene una red de pozos integrada por 70 captaciones, cuyas profundidades varían desde los 180 hasta los 700 metros. La capacidad total de extracción de que dispone actualmente el Canal es de 87 hectómetros cúbicos cada año de explotación.
La iniciativa de recarga de los pozos se enmarca en las actuaciones para lograr una mayor garantía de abastecimiento en la región, que en la actualidad se encuentra en el 65% de la capacidad total, es decir, de 19 puntos por debajo de la que había hace un año, cuando los embalses estaban al 84%.
Este modo de recarga de acuíferos fue incluido dentro de los sistemas de ahorro, tras conocer las últimas experiencias de Israel, california y Australia en la gestión eficiente del agua. Se han cargado 1,8 millones de metros cúbicos
Es la primera vez que se pone en marcha esta experiencia, que busca almacenar más líquido para utilizarlo en caso de que haya sequía y se necesite para el abastecimiento.