La organización agraria Asaja de Ciudad Real ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que incremente entre un 15 y un 20 por ciento las dotaciones de caudales del régimen de explotación del Acuífero 23, debido a la situación crítica de los cultivos herbáceos por la falta de lluvias.

El portavoz de la Sectorial del Agua, Jesús Pozuelo, ha indicado que la ausencia de precipitaciones ha motivado "una situación excepcional y desesperante" para el campo, que necesita de la adopción de medidas urgentes.

Pozuelo ha explicado que actualmente el Acuífero 23 se encuentra por encima del 80 por ciento de su capacidad, frente al 42 de hace años, lo que permitiría incrementar las dotaciones, fijadas para este año en 2.000 hectómetros cúbicos para cultivos herbáceos y en 1.500 para los leñosos.

De esta manera, se aliviaría una situación que puede generar pérdidas millonarias a los agricultores, ha subrayado el dirigente agrario, que también ha reclamado la compensación de los caudales no utilizados durante un año para emplearlos al año siguiente.

Con esta reivindicación, Asaja considera que se podría conseguir una mayor flexibilidad para el riego de los cultivos, que dependen, en gran medida, de las condiciones climatológicas de cada año.

Además, esta organización agraria lleva años pidiendo la acumulación de los recursos hídricos de las explotaciones, lo que no supone un incremento de caudales ya que se extraería la misma cantidad de agua pero desde una o varias tomas y no desde todas, facilitando así una mejor planificación de los riegos y un coste energético más reducido.

Por su parte, Cristóbal Jiménez, miembro del comité ejecutivo provincial de Asaja, ha explicado que, ante la escasa dotación de caudales, numerosos agricultores reservan el agua para los cultivos hortofrutícolas (melón, sandía, cebolla, pimientos o tomates), pero la falta de lluvias les obligará a emplearlo en los cereales.

El secretario provincial de Asaja, Florencio Rodríguez, ha incidido en la necesidad de aumentar los caudales para "salvar el año" a muchos agricultores que están atravesando una difícil situación económica y permitir que sigan generando puestos de trabajo para dinamizar la economía de sus municipios.

Rodríguez ha señalado que la sequía que padece la provincia, cuyos daños están siendo valorados por la organización agraria, son muy cuantiosos para las explotaciones agrarias y ganaderas que, a la falta de lluvias, tienen que sumar el incremento de los costes de producción, como la electricidad, el gasóleo y los fertilizantes y, en el caso de los ganaderos, el pienso.