Ródenas commitment to reduce the flow of the basin desalination
Mon, 12/03/2012
El nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, apostó ayer por modificar algunos puntos «polémicos» incluidos por el anterior Gobierno central en el borrador del plan hidrológico de la cuenca del Segura, como los caudales de agua que deben proceder de la desalación y el escenario de trasvase «cero» que prevé del Tajo-Segura.
En una entrevista concedida a Europa Press en la que Ródenas dijo hablar a título personal y en base a su propia experiencia acumulada como miembro del Consejo Nacional del Agua y director general del Agua, lamentó que el anterior Gobierno central trabajara en la «línea equivocada» con el plan hidrológico de la cuenca del Segura. En este sentido, recordó que el plan de cuenca presentado por su predecesora, Charo Quesada, «fue rechazado por los usuarios de la Cuenca del Segura». Por ello, indicó que «habrá que revisar todo lo que se ha hecho» y traerlo otra vez al debate del órgano de la cuenca, y que los regantes y los usuarios «vean que sea viable». Al ser preguntado por el volumen de 469 hectómetros cúbicos fijos procedentes de desalación que contempla el borrador del plan de cuenca del Segura, Ródenas recordó que es una cantidad que coincide con el déficit estructural oficial de la cuenca. A su juicio, esta cantidad va a ser «inviable» y habrá que «entrar en otras coordenadas».
Así, sobre la cantidad de agua procedente de desalación que podría incluir el nuevo plan de cuenca, Ródenas reconoció que todavía no maneja ninguna cifra, aunque recordó que, ahora mismo, se están utilizando unos cincuenta hectómetros cúbicos al año de las cuatro desaladoras de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura explicó que estas cuatro desaladoras tienen una capacidad de producir cien hectómetros cúbicos y están funcionando a la mitad de su rendimiento, lo que justificó porque «no es sencillo mantener una desaladora, ya que es tecnología muy difícil, consume mucha energía y es muy costosa». El borrador del plan hidrológico del Segura también incluía diversos escenarios de aportaciones del trasvase Tajo-Segura y, en algunos casos, incluso los cero hectómetros.
En una entrevista concedida a Europa Press en la que Ródenas dijo hablar a título personal y en base a su propia experiencia acumulada como miembro del Consejo Nacional del Agua y director general del Agua, lamentó que el anterior Gobierno central trabajara en la «línea equivocada» con el plan hidrológico de la cuenca del Segura. En este sentido, recordó que el plan de cuenca presentado por su predecesora, Charo Quesada, «fue rechazado por los usuarios de la Cuenca del Segura». Por ello, indicó que «habrá que revisar todo lo que se ha hecho» y traerlo otra vez al debate del órgano de la cuenca, y que los regantes y los usuarios «vean que sea viable». Al ser preguntado por el volumen de 469 hectómetros cúbicos fijos procedentes de desalación que contempla el borrador del plan de cuenca del Segura, Ródenas recordó que es una cantidad que coincide con el déficit estructural oficial de la cuenca. A su juicio, esta cantidad va a ser «inviable» y habrá que «entrar en otras coordenadas».
Así, sobre la cantidad de agua procedente de desalación que podría incluir el nuevo plan de cuenca, Ródenas reconoció que todavía no maneja ninguna cifra, aunque recordó que, ahora mismo, se están utilizando unos cincuenta hectómetros cúbicos al año de las cuatro desaladoras de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura explicó que estas cuatro desaladoras tienen una capacidad de producir cien hectómetros cúbicos y están funcionando a la mitad de su rendimiento, lo que justificó porque «no es sencillo mantener una desaladora, ya que es tecnología muy difícil, consume mucha energía y es muy costosa». El borrador del plan hidrológico del Segura también incluía diversos escenarios de aportaciones del trasvase Tajo-Segura y, en algunos casos, incluso los cero hectómetros.