The Water Plan calls for closing wells of urbanizations to stop the salinization
Tue, 06/03/2012
La expansión urbanística que ha registrado la isla de Eivissa durante las últimas décadas ha esquilmado las reservas de agua subterránea hasta tal punto que el Plan Hidrológico de Balears elaborado por el Govern pide que se clausuren pozos que abastecen a determinadas urbanizaciones de Eivissa para frenar así esta tendencia. Esa fuente de suministro deberá ser sustituida por agua desalada cuando afecte al consumo humano o depurada si se trata de regadíos. Según la Memoria del Plan Hidrológico, las masas de agua subterránea que se encuentran en mal estado por su salinización o bajada de nivel son los siguientes: Santa Agnès, Pla de Sant Antoni, Cala Llonga, Roca Llisa, Cala Tarida, Santa Gertrudis, Jesús y sa Serra Grossa.
Las extracciones de agua realizadas para abastecer el núcleo de Sant Antoni han provocado una contaminación por intrusión marina. «Para combatir esta contaminación deben clausurarse los pozos de abastecimiento situados en este sector y sustituir sus volúmenes de agua por los procedentes de la desaladora de Sant Antoni o, en su defecto, construir pozos en esta masa más hacia el interior», afirma la Memoria del plan.
En el área que rodea al núcleo urbano «se localiza una incipiente salinización del acuífero por intrusión marina, debido a las extracciones de agua para regadío y para abastecimiento de Sant Antoni». Para eliminar esa contaminación debería procederse a «la clausura del pozo de abastecimiento de Sant Antoni y sustituir su caudal con agua de la desaladora de Sant Antoni», así como a la «sustitución de parte del agua subterránea utilizada para regadío, hasta un hectómetro cúbico por año, por agua residual regenerada procedente de la depuradora de Sant Antoni».
Las urbanizaciones de la costa sur de Santa Eulària han causado la salinización de este acuífero y un descenso acumulado de 30 metros en su nivel. Por ello, el plan afirma: «Deben llevarse a cabo las siguientes medidas: clausura de los pozos existentes en la costa sur y los volúmenes de agua necesarios sustituirlos por agua procedente de la futura desaladora de Santa Eulària». También debe procederse a una «reducción de los volúmenes extraídos de los pozos que abastecen Santa Eulària y sustituirlos por agua procedente de la futura desaladora de Santa Eulària. En total, la reducción de extracciones en la masa se ha cifrado en 0.98 hectómetros al año». Finalmente, se propone la «sustitución de parte del regadío mediante aguas subterráneas por agua residual regenerada procedente de la depuradora de Santa Eulària».
Situación parecida a la anterior, con una salinizació provocada por las urbanizaciones de la zona. «Deberían clausurarse estos pozos y sustituir los volúmenes de agua que bombean por la procedente de la desaladora de Eivissa o de la futura de Santa Eulària», señala el plan.
En este caso, con un acuífero salinizado por los complejos turísticos del lugar, se establece: «Deberían clausurarse los pozos de abastecimiento y redistribuirlos más hacia el interior.
También hay intrusión marina «provocada por las extracciones de agua para el abastecimiento de Eivissa y la costa turística de Sant Josep». «Deberían clausurarse los pozos que abastecen Eivissa y sustituir los volúmenes de agua bombeados (2,5 hectómetros al año) por los procedentes de la desaladora de Vila», así como «reducir las extracciones de agua de los pozos que abastecen la costa de Sant Josep y sutituir los volúmenes de agua por los procedentes de nuevos pozos construidos más hacia el interior».
El acuífero presenta «esporádicas contaminaciones debido al derrame de carburantes», prodentes de la gasolinera. Por ello pide que se instalen depósitos homologados y piezómetros de control de fugas.
Las extracciones de agua realizadas para abastecer el núcleo de Sant Antoni han provocado una contaminación por intrusión marina. «Para combatir esta contaminación deben clausurarse los pozos de abastecimiento situados en este sector y sustituir sus volúmenes de agua por los procedentes de la desaladora de Sant Antoni o, en su defecto, construir pozos en esta masa más hacia el interior», afirma la Memoria del plan.
En el área que rodea al núcleo urbano «se localiza una incipiente salinización del acuífero por intrusión marina, debido a las extracciones de agua para regadío y para abastecimiento de Sant Antoni». Para eliminar esa contaminación debería procederse a «la clausura del pozo de abastecimiento de Sant Antoni y sustituir su caudal con agua de la desaladora de Sant Antoni», así como a la «sustitución de parte del agua subterránea utilizada para regadío, hasta un hectómetro cúbico por año, por agua residual regenerada procedente de la depuradora de Sant Antoni».
Las urbanizaciones de la costa sur de Santa Eulària han causado la salinización de este acuífero y un descenso acumulado de 30 metros en su nivel. Por ello, el plan afirma: «Deben llevarse a cabo las siguientes medidas: clausura de los pozos existentes en la costa sur y los volúmenes de agua necesarios sustituirlos por agua procedente de la futura desaladora de Santa Eulària». También debe procederse a una «reducción de los volúmenes extraídos de los pozos que abastecen Santa Eulària y sustituirlos por agua procedente de la futura desaladora de Santa Eulària. En total, la reducción de extracciones en la masa se ha cifrado en 0.98 hectómetros al año». Finalmente, se propone la «sustitución de parte del regadío mediante aguas subterráneas por agua residual regenerada procedente de la depuradora de Santa Eulària».
Situación parecida a la anterior, con una salinizació provocada por las urbanizaciones de la zona. «Deberían clausurarse estos pozos y sustituir los volúmenes de agua que bombean por la procedente de la desaladora de Eivissa o de la futura de Santa Eulària», señala el plan.
En este caso, con un acuífero salinizado por los complejos turísticos del lugar, se establece: «Deberían clausurarse los pozos de abastecimiento y redistribuirlos más hacia el interior.
También hay intrusión marina «provocada por las extracciones de agua para el abastecimiento de Eivissa y la costa turística de Sant Josep». «Deberían clausurarse los pozos que abastecen Eivissa y sustituir los volúmenes de agua bombeados (2,5 hectómetros al año) por los procedentes de la desaladora de Vila», así como «reducir las extracciones de agua de los pozos que abastecen la costa de Sant Josep y sutituir los volúmenes de agua por los procedentes de nuevos pozos construidos más hacia el interior».
El acuífero presenta «esporádicas contaminaciones debido al derrame de carburantes», prodentes de la gasolinera. Por ello pide que se instalen depósitos homologados y piezómetros de control de fugas.