Winter Drought sparks a wave of fires in Ourense
Thu, 01/03/2012
En medio del invierno, el fuego vuelve a cebarse con Ourense. Ayer las llamas se adentraron en el Parque Natural do Xurés, en la frontera con Portugal. En las tareas de extinción participaron tres hidroaviones del Gobierno central y dos helicópteros Kamov con capacidad para 5.000 litros de agua cada uno.
En el febrero más seco de los últimos 50 años, los incendios forestales se encadenan en Galicia. A primera hora de la mañana, la Consejería de Medio Rural daba por extinguidos siete incendios registrados la tarde anterior en los municipios de A Mezquita, A Gudiña, A Veiga, Castrelo do Val, Vilariño de Conso, San Xoán de Río y Chandrexa de Queixa. Arrasaron 920 hectáreas de superficie. Unas horas más tarde, las llamas ganaban terreno por nuevos frentes. Un incendio de grandes proporciones asolaba los montes de los municipios colindantes propagándose de uno a otro espoleado por el viento. Quedaron arrasadas más de 40 hectáreas.
Desde 1961, fecha en la que comenzaron los registros de pluviosidad en Galicia, este ha sido el febrero más seco. En todo el invierno, entre diciembre y febrero, el promedio de lluvia registrado en esta comunidad autónoma ha sido "un 70% menor que la media climática", según MeteoGalicia. Aunque se esperan lluvias para los próximos días, no serán "muy importantes ni significativas" y tampoco generalizadas, con lo que no contribuirán a revertir la situación de los embalses y solo podrán ayudar "un poco, transitoriamente", según las previsiones de este organismo.
Sin respiro
Los incendios de este final de febrero suceden casi sin respiro a los del otoño pasado, que asolaron más de 20.000 hectáreas en la provincia de Ourense. Ecologistas y brigadistas expresan ahora su temor a que las temperaturas actuales y la escasez de lluvia prevista a corto plazo puedan provocar una situación dramática.
El martes pasado ardieron 1.000 hectáreas de monte. Los nuevos focos de ayer adquirieron proporciones alarmantes, según fuentes del servicio de extinción consultadas por este diario. Los expertos cuestionan la concesión de autorizaciones para quemas controladas en momentos de gran sequía, como la actual, y grupos ecologistas como Amigos da Terra han registrado propuestas en el Consejo Forestal instando a que se paralicen estas autorizaciones. En su opinión, un porcentaje importante de los fuegos se produce por descuidos con estas quemas.
En el febrero más seco de los últimos 50 años, los incendios forestales se encadenan en Galicia. A primera hora de la mañana, la Consejería de Medio Rural daba por extinguidos siete incendios registrados la tarde anterior en los municipios de A Mezquita, A Gudiña, A Veiga, Castrelo do Val, Vilariño de Conso, San Xoán de Río y Chandrexa de Queixa. Arrasaron 920 hectáreas de superficie. Unas horas más tarde, las llamas ganaban terreno por nuevos frentes. Un incendio de grandes proporciones asolaba los montes de los municipios colindantes propagándose de uno a otro espoleado por el viento. Quedaron arrasadas más de 40 hectáreas.
Desde 1961, fecha en la que comenzaron los registros de pluviosidad en Galicia, este ha sido el febrero más seco. En todo el invierno, entre diciembre y febrero, el promedio de lluvia registrado en esta comunidad autónoma ha sido "un 70% menor que la media climática", según MeteoGalicia. Aunque se esperan lluvias para los próximos días, no serán "muy importantes ni significativas" y tampoco generalizadas, con lo que no contribuirán a revertir la situación de los embalses y solo podrán ayudar "un poco, transitoriamente", según las previsiones de este organismo.
Sin respiro
Los incendios de este final de febrero suceden casi sin respiro a los del otoño pasado, que asolaron más de 20.000 hectáreas en la provincia de Ourense. Ecologistas y brigadistas expresan ahora su temor a que las temperaturas actuales y la escasez de lluvia prevista a corto plazo puedan provocar una situación dramática.
El martes pasado ardieron 1.000 hectáreas de monte. Los nuevos focos de ayer adquirieron proporciones alarmantes, según fuentes del servicio de extinción consultadas por este diario. Los expertos cuestionan la concesión de autorizaciones para quemas controladas en momentos de gran sequía, como la actual, y grupos ecologistas como Amigos da Terra han registrado propuestas en el Consejo Forestal instando a que se paralicen estas autorizaciones. En su opinión, un porcentaje importante de los fuegos se produce por descuidos con estas quemas.