The river has already its common sight

Fri, 24/02/2012

Hoy

Cualquiera que se haya acercado en días pasados a las orillas del Guadiana a su paso por Mérida habrá podido observar una estampa que, no porque se repita prácticamente todos los años, deja de sorprender a más de uno. El agua reinaba por su ausencia, el cauce parecía un secarral e, incluso, si se buscaba un lugar adecuado, se podía atravesar el río de una orilla a otra sin mojarse ni los tobillos.

Es más. Si uno se fijaba bien podía ver, casi por completo, las enormes pilastras que sustentan el puente de la autovía que pasa por encima del Guadiana. Quedaban al descubierto.

Con los días que lleva sin caer agua en condiciones en Mérida y las altas temperaturas que se registran sobre todo en las horas centrales del día, ayer por ejemplo rondaban los 20 grados, cualquiera podría pensar que el Guadiana está pasando por uno de sus peores momentos de sequía.

Puede que sí. Que la sequía también le esté afectando un poco. Pero esa no es la causa por la que el río ha estado carente de agua durante varios días. El motivo por el que el Guadiana a su paso por Mérida, sobre todo en algunos tramos, haya estado prácticamente seco durante varias jornadas es porque se estaban realizando labores de mantenimiento en la compuerta de la presa de Montijo, que suelen hacerse de forma periódica.

Esa es la principal causa del descenso de la lámina de agua del río a su paso por Mérida, según explican fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Estas labores ya han finalizado. Por eso, ya se puede ver que el cauce del Guadiana ha recuperado los niveles de agua que tenía antes.

Muchos emeritenses que no sabían a qué se debía realmente esta estampa de sequía comentaban alertados, en días pasados, la falta de agua en el cauce del Guadiana. Sobre todo se veía afectado el tramo comprendido entre el azud y el puente de la Autovía.

Allí mismo, aprovechando que el nivel del agua del río estaba muy bajo, casi al ras del suelo en algunas zonas, cientos de aves de color oscuro, posiblemente cormoranes, se tiraban en picado a pescar. Debido a la escasez de agua, sus presas estaban mucho más al alcance. En ese mismo lugar habían quedado al descubierto, además de las rocas del fondo del río, basuras y escombros que posiblemente se hayan tirado desde el puente de la Autovía.