La Delegación del Gobierno ha contabilizado 74 puntos negros, zonas que sufren frecuentes inundaciones en Asturias, y anunció que establecerá un calendario que permita solucionar, al menos parcialmente, cada una de estas situaciones mediante obras que se acometerán en los tres próximos años.

El delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, realizó el anuncio tras reunirse con alcaldes o representantes de los 23 municipios afectados por inundaciones u otras incidencias durante el temporal de lluvia que azotó Asturias entre los días 5 y 7.

Tras la reunión, el presidente de la Federación Asturiana de Concejos (FACC ) y alcalde de Pravia, Antonio de Luis Solar, instó al Gobierno del Principado a que arbitre una vía de cooperación para que parte de los costes derivados de las inundaciones no recaigan en los municipios afectados.

Los alcaldes de cinco concejos afectados en la comarca oriental (Parres, Cangas de Onís, Ribadesella, Peñamellera Baja y Piloña), pusieron la relieve la urgencia de encontrar soluciones.

El primer edil cangués, José Manuel González Castro, destacó: «Lo que nosotros necesitamos en Cangas de Onís son hechos, no palabras. Que comiencen a trabajar para evitar que estos males vuelvan a ocurrir».

Por su parte, el regidor de Parres, Marcos Gutiérrez Escandón, apoyó la postura de su homónimo. «Un mantenimiento continuo de los ríos es algo básico, que no dejaremos de reivindicar», señaló, al tiempo que trasladó, tanto a Confederación Hidrográfica como al propio delegado del Gobierno, otras de las necesidades del municipio, como la revisión de la inundabilidad del barrio de El Barco y el peligro que suponen las crecidas en el Hospital Grande Covián.

Ambos alcaldes, junto con la regidora riosellana, Charo Fernández Román, han decidido apostar por la realización del Plan del Bajo Sella, un proyecto presentado en 2007, que tendría un presupuesto de diez millones de euros, cofinanciados con fondos europeos en un 70% y pendiente del restante 30% de los fondos.