Xavier de Pedro of Aragon is shaping up to chair the CHE
Thu, 09/02/2012
El director general de Desarrollo Estatutario y miembro de la ejecutiva del PAR, Xavier de Pedro, se perfila para ocupar la presidencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El nombramiento podría producirse este viernes en el Consejo de Ministros. El propio ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aseguró al consejero catalán -en una reunión el pasado lunes en Madrid- que el nombramiento iba a ser «inminente».
De esta forma, los aragonesistas lograrían su propósito de dirigir el organismo de cuenca -después de que el PP-Aragón y el PP nacional hayan aceptado su propuesta y cedido el cargo- con el objetivo fundamental de actuar como parapeto ante un posible trasvase del Ebro y defender el Estatuto de Autonomía que prevé una reserva hídrica de 6.550 hectómetros cúbicos.
Según fuentes consultadas, también se habría hablado de la posibilidad de que este puesto lo ocupara el actual director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, o la directora de Administración Local, Paula Bardavío. Esta última, también letrada, participó en la elaboración de la proposición de ley de aguas y ríos de Aragón que el PAR presentó en la pasada legislatura y que preveía la creación de una agencia aragonesa del agua que pudiera administrar la reserva hídrica «frente a cualquier trasvase». También colaboró De Pedro, que ahora mismo estaría mejor situado para dirigir la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Letrado de La Rioja y Aragón De Pedro es letrado de la administración autonómica desde 1996 y ha defendido -con éxito- asuntos importantes como el recurso de inconstitucionalidad por la gestión del Parque Nacional de Ordesa o el veto a los anuncios del Gobierno de Aragón contra el Plan Hidrológico Nacional de Aznar que permitía el trasvase. También fue letrado en el Gobierno de La Rioja y del Justicia de Aragón. Además, actualmente es secretario permanente de la comisión de cooperación interautonómica en el que participan varias comunidades y que sirve de foro de coordinación.
Desde 2007, es director general de Desarrollo Estatutario, puesto que deberá dejar si asume finalmente la presidencia de la Confederación. Los aragonesistas tendrán que designar a su sustituto. El presidente del PAR y de las Cortes, José Ángel Biel, también hizo un intento el pasado verano de situar a De Pedro como letrado mayor de las Cortes. Aunque finalmente la propuesta generó gran polémica y quedó aparcada.
Hay que recordar que el líder del PAR solicitó la presidencia de la Confederación a su socio, el PP, y este aceptó cederla. Pero puso algunas condiciones que tienen que ver con el perfil del elegido. En concreto, los populares exigían que el candidato no tuviera un carácter político y concitara cierto consenso entre las comunidades que integran la CHE. De hecho, se propuso al ex consejero Alfredo Boné pero fue vetado por el PP por su significación política.
La presidencia de la Confederación ha sido históricamente ocupada -salvo excepciones- por un ingeniero y por personal del organismo de cuenca (se exige ser funcionario del máximo nivel). Cualquier persona que no cumpliera este requisito ha sido siempre recibida con cierto recelo por parte del personal.
Precisamente, el ministro de Medio Ambiente explicó durante su comparecencia en el Congreso la pasada semana que el Gobierno busca que los nuevos presidentes de las cuencas hidrográficas no tengan un trabajo de índole político, sino que su función sea técnica. El objetivo es «mejorar la coordinación legal económica y de planificación entre la dirección general del agua, las confederaciones y las sociedades del agua».
En este sentido, indicó que era necesario «dejar claro» que los presidentes de las confederaciones «tendrán consideración de subdirectores generales, dependientes del secretario de Estado y del director general del Agua». Cañete anunció también que las sociedades vinculadas a las confederaciones, en el caso de la CHE es AcuaEbro, «el Gobierno revisará las encomiendas de gestión recibidas en el pasado y necesitarán de la aprobación de la dirección general del Agua en sus nuevas inversiones y cuentas anuales».
Además de rechazar el trasvase, el presidente de la CHE también tendrá como cometido urgente desatascar las reivindicadas obras del Pacto del Agua.
De esta forma, los aragonesistas lograrían su propósito de dirigir el organismo de cuenca -después de que el PP-Aragón y el PP nacional hayan aceptado su propuesta y cedido el cargo- con el objetivo fundamental de actuar como parapeto ante un posible trasvase del Ebro y defender el Estatuto de Autonomía que prevé una reserva hídrica de 6.550 hectómetros cúbicos.
Según fuentes consultadas, también se habría hablado de la posibilidad de que este puesto lo ocupara el actual director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, o la directora de Administración Local, Paula Bardavío. Esta última, también letrada, participó en la elaboración de la proposición de ley de aguas y ríos de Aragón que el PAR presentó en la pasada legislatura y que preveía la creación de una agencia aragonesa del agua que pudiera administrar la reserva hídrica «frente a cualquier trasvase». También colaboró De Pedro, que ahora mismo estaría mejor situado para dirigir la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Letrado de La Rioja y Aragón De Pedro es letrado de la administración autonómica desde 1996 y ha defendido -con éxito- asuntos importantes como el recurso de inconstitucionalidad por la gestión del Parque Nacional de Ordesa o el veto a los anuncios del Gobierno de Aragón contra el Plan Hidrológico Nacional de Aznar que permitía el trasvase. También fue letrado en el Gobierno de La Rioja y del Justicia de Aragón. Además, actualmente es secretario permanente de la comisión de cooperación interautonómica en el que participan varias comunidades y que sirve de foro de coordinación.
Desde 2007, es director general de Desarrollo Estatutario, puesto que deberá dejar si asume finalmente la presidencia de la Confederación. Los aragonesistas tendrán que designar a su sustituto. El presidente del PAR y de las Cortes, José Ángel Biel, también hizo un intento el pasado verano de situar a De Pedro como letrado mayor de las Cortes. Aunque finalmente la propuesta generó gran polémica y quedó aparcada.
Hay que recordar que el líder del PAR solicitó la presidencia de la Confederación a su socio, el PP, y este aceptó cederla. Pero puso algunas condiciones que tienen que ver con el perfil del elegido. En concreto, los populares exigían que el candidato no tuviera un carácter político y concitara cierto consenso entre las comunidades que integran la CHE. De hecho, se propuso al ex consejero Alfredo Boné pero fue vetado por el PP por su significación política.
La presidencia de la Confederación ha sido históricamente ocupada -salvo excepciones- por un ingeniero y por personal del organismo de cuenca (se exige ser funcionario del máximo nivel). Cualquier persona que no cumpliera este requisito ha sido siempre recibida con cierto recelo por parte del personal.
Precisamente, el ministro de Medio Ambiente explicó durante su comparecencia en el Congreso la pasada semana que el Gobierno busca que los nuevos presidentes de las cuencas hidrográficas no tengan un trabajo de índole político, sino que su función sea técnica. El objetivo es «mejorar la coordinación legal económica y de planificación entre la dirección general del agua, las confederaciones y las sociedades del agua».
En este sentido, indicó que era necesario «dejar claro» que los presidentes de las confederaciones «tendrán consideración de subdirectores generales, dependientes del secretario de Estado y del director general del Agua». Cañete anunció también que las sociedades vinculadas a las confederaciones, en el caso de la CHE es AcuaEbro, «el Gobierno revisará las encomiendas de gestión recibidas en el pasado y necesitarán de la aprobación de la dirección general del Agua en sus nuevas inversiones y cuentas anuales».
Además de rechazar el trasvase, el presidente de la CHE también tendrá como cometido urgente desatascar las reivindicadas obras del Pacto del Agua.