The return of the Guadalquivir to the State leaves users in legal chaos
Mon, 26/12/2011
La reversión de las competencias del Guadalquivir al Estado tras la decisión del Constitucional y el silencio de las administraciones -que no han aclarado a los usuarios qué normas de las dictadas por la Junta en el tiempo que tuvo las competencias siguen vigentes y cuáles no, ni que actuaciones siguen siendo válidas y cuáles han quedado anuladas- tienen sumidos a los regantes e industrias de la aceituna de mesa, entre otros, en un auténtico caos legal que cada uno intenta resolver como puede: básicamente en los juzgados y en los despachos de los abogados.
Lo cierto es que la reciente modificación del régimen competencial de la comunidad andaluza sobre el río Guadalquivir, por la que la gestión de su cuenca vuelve a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tras haber sido asumida temporalmente por la Agencia Andaluza del Agua, ha dejado varias lagunas legales que afectan directamente a las industrias de aceituna de mesa y a los reganrtes, entre otros usuarios. Así lo denuncia Asemesa, que además de haber elevado consultas a las administraciones pertinentes a fin de que le clarifiquen cómo queda el aspecto competencial y con ello la Ley de Aguas andaluza, ha resuelto también ponerse en manos de un bufete de abogados para que les asesore al respecto.
El problema al que se enfrentan las industrias de la aceituna de mesa, en las que el agua y los vertidos son un asunto fundamental, es que en virtud del escenario actual, las empresas que estén ubicadas en la cuenca del Guadalquivir no deberían ajustarse a la Ley de Aguas de Andalucía, por lo cual tampoco pudieran estar obligadas a abonar los cánones de mejora de infraestructuras de depuración que actualmente contemplan sus recibos de agua de uso urbano. «A día de hoy nuestras empresas asociadas están a completamente a ciegas. No saben si deben abonar los cánones o no, ni desde cuándo deberían dejar de pagarlos, ni sabemos si se va a pasar el cobro, además de la discriminación que ello podría suponer para el resto de empresas que no estén ubicadas en esta Cuenca.
Lo cierto es que la reciente modificación del régimen competencial de la comunidad andaluza sobre el río Guadalquivir, por la que la gestión de su cuenca vuelve a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tras haber sido asumida temporalmente por la Agencia Andaluza del Agua, ha dejado varias lagunas legales que afectan directamente a las industrias de aceituna de mesa y a los reganrtes, entre otros usuarios. Así lo denuncia Asemesa, que además de haber elevado consultas a las administraciones pertinentes a fin de que le clarifiquen cómo queda el aspecto competencial y con ello la Ley de Aguas andaluza, ha resuelto también ponerse en manos de un bufete de abogados para que les asesore al respecto.
El problema al que se enfrentan las industrias de la aceituna de mesa, en las que el agua y los vertidos son un asunto fundamental, es que en virtud del escenario actual, las empresas que estén ubicadas en la cuenca del Guadalquivir no deberían ajustarse a la Ley de Aguas de Andalucía, por lo cual tampoco pudieran estar obligadas a abonar los cánones de mejora de infraestructuras de depuración que actualmente contemplan sus recibos de agua de uso urbano. «A día de hoy nuestras empresas asociadas están a completamente a ciegas. No saben si deben abonar los cánones o no, ni desde cuándo deberían dejar de pagarlos, ni sabemos si se va a pasar el cobro, además de la discriminación que ello podría suponer para el resto de empresas que no estén ubicadas en esta Cuenca.