Denia has a appeal against the desalination plant project
Tue, 20/12/2011
La desalinizadora proyectada por el Gobierno en Dénia no es del agrado del equipo de gobierno, que va a presentar un recurso de reposición contra el proyecto en cuanto hoy le dé luz verde en el pleno. El gobierno local considera que han pasado casi siete años desde que arrancó la propuesta y las circunstancias económicas y el planeamiento urbanístico previsto han cambiado mucho desde entonces, por lo que creen que es necesario que se estudie la necesidad de una obra de tal envergadura.
Según la edil de Urbanismo, Pepa Font, Dénia no presenta las mismas necesidades que antes ni se puede embarcar en un proyecto de tan elevado coste económico. Así, ante la imposibilidad de presentar una alegación, el Consistorio ha optado por el único medio que tiene ahora disponible, que es presentar un recurso de reposición, explicó la concejala.
El documento del Ayuntamiento se sustenta en tres grandes ejes. El primero es que el planeamiento urbanístico previsto en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana en el que trabaja el Consistorio se está elaborando en base a un crecimiento de población de un máximo de 131.000 habitantes. Una cifra que según Pepa Font se aleja bastante de los más de 140.000 vecinos que barajaba el Plan Transitorio que tomó como referencia el proyecto de la planta desalinizadora.
Font también recalca que el impacto económico sobre la población en un momento como el actual sería muy negativo. El coste total de la infraestructura ronda los 24 millones de euros y la explotación de la planta sería por 25 años. El 80% del dinero repercutiría en las tarifas de agua que los consumidores dianense debería abonar.
Para la edil de Urbanismo, la repercusión en los bolsillos de los ciudadanos resultaría muy elevada.
El tercer eje se centra en que no se ha realizado ningún plan de participación pública para conocer el impacto paisajístico de la planta desalinizadora.
Estos tres argumentos son los principales argumentos esgrimidos por el equipo de gobierno para reclamar que se replantee la necesidad de llevar a cabo en Dénia el proyecto tal y como está concebido. Junto a ellos, la edil de Urbanismo apunta que al aceptar la planta se renunciaría a 11 captaciones. En su opinión, con ellas, con la potabilizadora de Molinell y con una buena política de reutilización del agua, la ciudad contaría con suficiente abastecimiento.
En caso contrario, Pepa Font recuerda que la vecina localidad de Xàbia dispone de una desaladora al 30% de su rendimiento y que ya les ha ofrecido venderles agua a Dénia.
Según la edil de Urbanismo, Pepa Font, Dénia no presenta las mismas necesidades que antes ni se puede embarcar en un proyecto de tan elevado coste económico. Así, ante la imposibilidad de presentar una alegación, el Consistorio ha optado por el único medio que tiene ahora disponible, que es presentar un recurso de reposición, explicó la concejala.
El documento del Ayuntamiento se sustenta en tres grandes ejes. El primero es que el planeamiento urbanístico previsto en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana en el que trabaja el Consistorio se está elaborando en base a un crecimiento de población de un máximo de 131.000 habitantes. Una cifra que según Pepa Font se aleja bastante de los más de 140.000 vecinos que barajaba el Plan Transitorio que tomó como referencia el proyecto de la planta desalinizadora.
Font también recalca que el impacto económico sobre la población en un momento como el actual sería muy negativo. El coste total de la infraestructura ronda los 24 millones de euros y la explotación de la planta sería por 25 años. El 80% del dinero repercutiría en las tarifas de agua que los consumidores dianense debería abonar.
Para la edil de Urbanismo, la repercusión en los bolsillos de los ciudadanos resultaría muy elevada.
El tercer eje se centra en que no se ha realizado ningún plan de participación pública para conocer el impacto paisajístico de la planta desalinizadora.
Estos tres argumentos son los principales argumentos esgrimidos por el equipo de gobierno para reclamar que se replantee la necesidad de llevar a cabo en Dénia el proyecto tal y como está concebido. Junto a ellos, la edil de Urbanismo apunta que al aceptar la planta se renunciaría a 11 captaciones. En su opinión, con ellas, con la potabilizadora de Molinell y con una buena política de reutilización del agua, la ciudad contaría con suficiente abastecimiento.
En caso contrario, Pepa Font recuerda que la vecina localidad de Xàbia dispone de una desaladora al 30% de su rendimiento y que ya les ha ofrecido venderles agua a Dénia.