The conflict in the Guadalquivir delayed again Melonares pipelines
Sun, 27/11/2011
La devolución de las competencias sobre el Guadalquivir de la Junta de Andalucía al Estado tras el fallo del Constitucional que impide a ésta asumir su gestión integral ha hecho que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) vuelva a tener bajo la responsabilidad de ejecutar muchas obras, entre ellas las de las conducciones que harán que el agua de Melonares llegue a nuestras casas. Esa cuestión ha generado sin embargo una complicación más en la ejecución tanto de los 13,7 kilómetros de nuevas tuberías que se construyen entre el canal del Viar y la conexión con el Carambolo como la mejora del canal en sí. De hecho, hace tan sólo unos días se supo que la CHG se subrogará en los dos contratos que en su día adjudicó la Junta, con cargo a las anualidades de 2012 y 2013, lo que permitirá avanzar en la ejecución de las canalizaciones e iniciar las obras de mejora del canal del Viar el próximo mes de enero.
El problema es que ambas obras van ya contrarreloj. Tal y como señaló en su día el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, tanto las nuevas tuberias como la mejora del Viar tiene como plazo límite para su ejecución la del verano de 2013. Si para entonces no estaban terminadas las conducciones, que garantizan que el agua del embalse es para el consumo humano, la Unión Europea, que ha financiado buena parte de la construcción del pantano, reclamaría la devolución del dinero.
En el caso de las nuevas tuberías que se ejecutan entre el canal del Viar y la conexión con las conducciones del Carambolo, iniciadas a mediados de marzo y con un plazo de ejecución de 20 meses van ajustadas. Si se arregla pronto el problema que ha generado el cambio de administración titular en el contrato, se prevé que terminen en plazo. El problema sigue estando en las mejoras que hay que realizar en el canal del Viar, que, a pesar de que se adjudicaron antes que la de las tuberías, siguen sin iniciarse.
El uso del canal del Viar fue una solución aprobada entre la administración central y la Junta, y que no sin reticencias aceptó la UE, ante el alto coste que suponía ejecutar una canalización exclusiva desde Melonares, en plena Sierra Norte, y las instalaciones de Emasesa. Ese uso, además de un control exhaustivo del agua que sacarán de él los regantes (se abastecen no de Melonares sino del Pintado y sólo podrán extraer del canal la cantidad que se haya desembalsado para riego desde éste), implicaba una serie de mejoras necesarias tanto para reducir fugas como los vertidos al canal. De hecho el proyecto incluye el recrecido del canal, la ejecución de una cuneta que recoja las escorrentías y con ella buena parte de la tierra que arrastra la zona sembrada -que es lógico que incluya nitratos- y cubrición y vallado del canal para impedir la entrada de animales en un agua que va a ser consumida por la población.
El proyecto, con un presupuesto de 13 millones de euros, fue adjudicado el 15 de enero de 2009. En estos dos años las excusas puestas por la Junta para no iniciar las obras han sido varias, desde que no había dinero hasta que estaban a la espera del informe de fiscalización del proyecto. Entre una y otra cuestión, estas obras llevan un retraso cercano a los tres años. La CHG asegura ahora que se iniciarán en enero.
La obra tiene un plazo de ejecución previsto de 18 meses, en principio tiene un plazo muy justo para que se terminen antes de verano de 2013, sobre todo porque los trabajos tienen que compaginarse con las necesidades de la Comunidad de Regantes del Viar, titular de esa infraestructura. Los, aproximadamente, dos mil regantes que conforman esta mancomunidad necesitan agua para regar las 12.000 hectáreas -en las que se cultiva, fundamentalmente frutales, pero también maiz, algodón y patata-, desde mediados de abril hasta septiembre. En ese período, han apuntado los regantes en más de una ocasión, no se debería estar trabajando sobre el canal, lo que condiciona la ejecución de las obras. A pesar de la limitación de tiempo, la CHG confía en cumplir los plazos señalando además que en su día ya escribió a la UE para que tuviera en cuenta las dificultades surgidas en la tramitación.
El problema es que ambas obras van ya contrarreloj. Tal y como señaló en su día el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, tanto las nuevas tuberias como la mejora del Viar tiene como plazo límite para su ejecución la del verano de 2013. Si para entonces no estaban terminadas las conducciones, que garantizan que el agua del embalse es para el consumo humano, la Unión Europea, que ha financiado buena parte de la construcción del pantano, reclamaría la devolución del dinero.
En el caso de las nuevas tuberías que se ejecutan entre el canal del Viar y la conexión con las conducciones del Carambolo, iniciadas a mediados de marzo y con un plazo de ejecución de 20 meses van ajustadas. Si se arregla pronto el problema que ha generado el cambio de administración titular en el contrato, se prevé que terminen en plazo. El problema sigue estando en las mejoras que hay que realizar en el canal del Viar, que, a pesar de que se adjudicaron antes que la de las tuberías, siguen sin iniciarse.
El uso del canal del Viar fue una solución aprobada entre la administración central y la Junta, y que no sin reticencias aceptó la UE, ante el alto coste que suponía ejecutar una canalización exclusiva desde Melonares, en plena Sierra Norte, y las instalaciones de Emasesa. Ese uso, además de un control exhaustivo del agua que sacarán de él los regantes (se abastecen no de Melonares sino del Pintado y sólo podrán extraer del canal la cantidad que se haya desembalsado para riego desde éste), implicaba una serie de mejoras necesarias tanto para reducir fugas como los vertidos al canal. De hecho el proyecto incluye el recrecido del canal, la ejecución de una cuneta que recoja las escorrentías y con ella buena parte de la tierra que arrastra la zona sembrada -que es lógico que incluya nitratos- y cubrición y vallado del canal para impedir la entrada de animales en un agua que va a ser consumida por la población.
El proyecto, con un presupuesto de 13 millones de euros, fue adjudicado el 15 de enero de 2009. En estos dos años las excusas puestas por la Junta para no iniciar las obras han sido varias, desde que no había dinero hasta que estaban a la espera del informe de fiscalización del proyecto. Entre una y otra cuestión, estas obras llevan un retraso cercano a los tres años. La CHG asegura ahora que se iniciarán en enero.
La obra tiene un plazo de ejecución previsto de 18 meses, en principio tiene un plazo muy justo para que se terminen antes de verano de 2013, sobre todo porque los trabajos tienen que compaginarse con las necesidades de la Comunidad de Regantes del Viar, titular de esa infraestructura. Los, aproximadamente, dos mil regantes que conforman esta mancomunidad necesitan agua para regar las 12.000 hectáreas -en las que se cultiva, fundamentalmente frutales, pero también maiz, algodón y patata-, desde mediados de abril hasta septiembre. En ese período, han apuntado los regantes en más de una ocasión, no se debería estar trabajando sobre el canal, lo que condiciona la ejecución de las obras. A pesar de la limitación de tiempo, la CHG confía en cumplir los plazos señalando además que en su día ya escribió a la UE para que tuviera en cuenta las dificultades surgidas en la tramitación.