En el año 2000 se aprobó la Directiva 2000/60/CE, por la que se establece un marco comunitario en el ámbito de la política de las aguas. Con la finalidad de facilitar la trasposición y aplicación de los principios contenidos en la misma, se establece una estrategia común de implantación (CIS), constituyendo grupos de trabajo para desarrollar una aproximación común, elaborar guías técnicas, compartir experiencias y recursos, evitando, de esta forma, la duplicación de esfuerzos y limitando los riesgos de errores de aplicación. Dentro de este marco de trabajo se desarrolla la herramienta GW-stat que permite, entre otras cosas, examinar los criterios de definición de las redes de control de la calidad química de las aguas subterráneas. Del análisis realizado de esta herramienta se concluye que la forma de abordar el problema puede resultar adecuada para el seguimiento de masas de agua con formas regulares (proyección superficial) y gran homogeneidad estructural y funcional, pero no parece la mejor opción para la definición de una red de control para la zona analizada (cuenca del Duero), que debería ser elaborada en base a criterios hidrogeológicos.