Las instituciones descartan que el dragado del Urumea solucione el problema de las riadas
Mié, 28/01/2004
La cuenca baja del Urumea ha sufrido en los últimos 120 años casi tantos cambios como los que experimentó en los 6.500 anteriores, cuando el río desembocaba entre la isla y Urgull. Si entonces fue una brusca subida del nivel de los mares (lo que los científicos conocen como transgresión flandriense)la que desvió su curso original, en épocas más recientes el cauce se fue adaptando a los perfiles trazados por la mano del hombre. Pero el Urumea, por lo general sumiso, despierta a veces con las lluvias e intenta recuperar los terrenos que le corresponden anegando grandes superficies de una vega que empieza a estar estrangulada por infraestructuras y edificaciones.