Los emisarios submarinos de la Comunidad Valenciana tiran al mar cada año más de 148 hectómetros cúbicos de agua depurada, lo que representa casi la mitad de la asignación del trasvase del Ebro prevista por la ley del Plan Hidrológico Nacional (PHN)para la cuenca del Júcar -315 hm3-. El II Plan de Saneamiento elaborado por la Generalitat reconoce que el vertido es "considerable". La reutilización de los recursos depurados es una alternativa al déficit hídrico.