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Reconstrucción de la Fuente Mágica de Montjuïc
Blanca Jiménez de Anta Losada (*), Miguel Amírola Vila (**), Ángel Gea Vegara (***) y Luis V. Alcalá Almansa (****)
Autores del proyecto y dirección de la obra de reparación general de la Fuente Mágica. Ayuntamiento de Barcelona
*Ingeniero Industrial Jefe del Proyecto de la Fuente Mágica y Fuentes
**Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Ex Jefe del Servicio de Aguas Potables
****Ingeniero Técnico de Obras Públicas
Descriptores: Agua, Luz, Fuente, Cascada ornamental, Mecánica, Hidráulica, Electricidad, Telecontrol, Iluminación, Lumiartecnia, Rehabilitación, Reparación, Arte, Monumento, Río, Barcelona
El conjunto de cascadas y fuentes ornamentales existente en la avenida Reina María Cristina de Barcelona, construido con motivo de la Exposición Internacional de 1929, aunque artificial, es realmente “un río en la ciudad” (Fig. 1). Sólo el caudal de agua en movimiento, a lo largo de los 750 metros que separan el Palacio Nacional de la plaza de España, y que puede alcanzar unos 13.000 l/s, justificaría tal denominación. El calificativo río queda confirmado al descubrir la analogía en la intención de su autor, el mago-ingeniero Carlos Buigas.
Así, la cascada 4, la más elevada y próxima al Palacio Nacional, es la representación de lo salvaje y brutal del nacimiento, con los tres grandes manantiales en su parte superior y la torrencial caída desde la montaña. A continuación, en sentido descendente, la cascada 3 figura ser la bravura de los rápidos, encajados por desfiladeros cubiertos de vegetación. La cascada 2, casi oculta tras la Fuente Mágica, simboliza la llegada del río al llano y con ello a la civilización, que podemos apreciar en lo refinado de sus formas. Por último, la cascada 1, la más inferior, tras suaves deslizamientos del agua, es la muerte del río cuando llega al mar.
“Ver Nápoles y morir. No. Ver las fuentes de la exposición una noche y otra… y disfrutar viéndolas mil noches más”, decía una crónica de la época. Esta cita e infinidad de otras muchas en el mismo sentido, expresan que nos encontramos, sin duda, ante la más bella perspectiva de la ciudad de Barcelona y una de las más impresionantes del mundo.
Su creador, Buigas, logró plenamente su propósito de crear un “ambiente de ensueño (…) este clima irreal, feerico y fascinador…”. Para ello Buigas descubrió un arte nuevo: la luz. Es decir, “no aplicar la luz simplemente para ahuyentar las tinieblas, sino para embellecerlas”. Buigas descubrió “que la luz no debía tener brillo, para que la mayor no apagara a las restantes”, e ideó “una luz opaca, independiente, destinada a ser parte del todo sin disminuir la inmediata”. Estas frases, extraídas de la memoria manuscrita del proyecto, sintetizan lo que había nacido como un arte nuevo y que su propio creador dio en llamar “Lumiartecnia”.
Para lograr el efecto perseguido, sabemos que toda la iluminación del recinto fue concebida, realizada y coordinada por un sólo hombre, Carlos Buigas. Todo el alumbrado provenía de iluminaciones indirectas, como era la de las fachadas de los palacios o la difundida por el agua de las fuentes, o bien de grupos de lámparas muy tamizados y difusos a través de vidrio opal o “vitrolux” en forma de obeliscos. Sólo esta absoluta unidad de criterio podía alcanzar la armonía y coordinación necesarias para producir aquel ambiente propio de un cuento mágico como Las mil y una noches.
Por desgracia, actualmente, las condiciones del alumbrado, los reflejos en fachadas acristaladas y algunos inadecuados elementos del entorno desvirtúan en buena parte ese ambiente de ensueño, ese clima especial que tuvo este espacio en su momento. Basta comparar las fotografías de 1929 y 1999 para confirmarlo (Figs. 2 y 3).
Fue necesario estudiar todos los detalles para conseguir el clímax mágico que ambicionaba Buigas para su obra y que no podía expresarse mediante pinturas y dibujos. Por lo pronto, una condición indispensable era la de no quebrar el encanto producido por un ensoñador conjunto, con la prosaica visión directa de los necesarios medios mecánicos, hidráulicos y luminosos.
Eugenio d’Ors se dio cuenta de esta particularidad, escribiendo en la revista francesa Formes (París, febrero de 1930): “una de las más importantes características (…) consiste en lo que podríamos llamar la asepsia relativa a todo lo que pudiera revelar la presencia visible del mecanismo, es decir, la impertinente explicación del secreto”.
En lo que sigue, tratamos de desvelar parte de dicho secreto y de cómo ha sido posible que llegue vivo hasta nuestros días. No sin antes destacar que lo que vemos actualmente es sólo una parte de aquella gran obra que admiró al mundo entero. Para hacerse una idea basta decir que allí hubo otras 80 fuentes más, entre las que se encontraban las del jardín de agua y luz de la plaza del Universo, las de la plaza de la Hidráulica, de la plaza de la Ciencia, las dos fuentes laterales de la Fuente Mágica, y así hasta casi un centenar más, hoy perdidas para siempre.
Fig. 1. Eje María Cristina. Gran perspectiva; planta general. Fuente Mágica y cascadas 1, 2, 3 y 4. |
Fig. 2. Eje María Cristina. Perspectiva. 1929. |
Fig. 3. Eje María Cristina. Perspectiva. 1999. |
El Eje María Cristina. Sus fuentes monumentales. Un poco de historia
La gran Exposición Universal celebrada en Barcelona en el año 1929 ofrecía a la ciudad la posibilidad de urbanizar la ladera noroeste de la montaña de Montjuïc, convirtiendo la zona en uno de los paisajes más bonitos y amables que imaginar se pueda, con un gran conjunto de palacios, fuentes y luminarias que hacían del lugar una delicia para los barceloneses y también para aquellos que, por uno u otro motivo, visitaban la ciudad.
En estas páginas vamos a ocuparnos, preferentemente, del conjunto de fuentes ornamentales que se ubican en el Eje María Cristina, y vamos a referir, siquiera sea muy someramente, las características más esenciales de cada una de ellas.
Fuente de la plaza de España o de Los Tres Mares
Sin tratarse de una obra de Carlos Buigas, resulta evidente la necesidad de su inclusión en el Eje María Cristina, toda vez que fue construida con motivo de la Exposición Universal del año 29. Su creador fue el arquitecto Josep Maria Jujol, y es, sin duda, una de las fuentes más monumentales de Barcelona. En ella su autor quiere simbolizar el carácter marinero de la ciudad y su más honda historia, orientando sus tres lados a los tres mares que bañan la península Ibérica. Esta alegoría se halla representada por tres grupos escultóricos tallados en mármol blanco que simbolizan los ríos Ebro, Tajo y Guadalquivir.
La simbología de esta fuente es tal, que abarca la religión, las artes y el heroísmo, representados por tres columnas corintias que sostienen el techo del monumento, o las tres figuras esculpidas en bronce, que representan la navegación, la salud pública y la abundancia, obra de los hermanos Miguel y Luciano Oslé.
Diremos por último que esta fuente se sometió a una intensa restauración con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, tanto en su parte monumental, diseñada y dirigida por un equipo de arqueólogos, como en sus sistemas de funcionamiento hidráulico, eléctricos y de iluminación, que fueron totalmente renovados.
Surtidores de la avenida de María Cristina
Durante la celebración de la II Exposición Universal del año 1929, la recién inaugurada avenida de la Reina María Cristina se transformó en el gran escenario que la ciudad necesitaba para mostrar al mundo entero los avances de la técnica que la Exposición contenía.
Para ello, el genio de Carlos Buigas había proyectado un torrente de luz, agua y color contenidos en las pequeñas y recoletas fuentes circulares que se extendían a ambos lados de la avenida, así como en las 117 columnas u obeliscos luminosos, de vidrio opal “vitrolux”, que fueron construidos y que embellecían el paisaje con los cambios cromáticos de su iluminación, siguiendo la propia cadencia del Gran Surtidor o Gran Fuente Luminosa y de las Cascadas, produciéndose el efecto denominado “onda de color”, por el que las distintas tonalidades avanzaban desde el Palacio Nacional hasta la plaza de España, formando un gigantesco arco iris en movimiento.
Por sus formas y estilo, aquellas luminarias podían considerarse precursoras de lo que, cuarenta años más tarde, dio en llamarse “Op art”.
Aquellos pequeños surtidores luminosos disponían de un plato de piedra, que cumplía la función de abrevadero de aves. Por desgracia, tanta belleza no pudo ser muy duradera. En efecto, de una parte el vandalismo propio de las grandes urbes, y de otra la necesidad de utilización del espacio, junto con su costoso mantenimiento, hicieron que todo fuera desapareciendo en un corto espacio de tiempo.
A partir de los años setenta se pensó en la necesidad de rehabilitar la avenida de María Cristina, para lo cual se proyectaron y construyeron 44 lagos gemelos con dos surtidores o columnas de agua iluminada cada uno, totalizando 88 chorros o cipreses luminosos que recordaban, bastante imaginativamente, aquellos obeliscos proyectados por Buigas; si bien en éstos actualmente sólo se proyecta luz blanca (Fig. 4).
Por otra parte, la decisión de construir estos surtidores, en los que el volumen de agua emulsionada es muy importante, contribuye a crear en toda la avenida una especie de microclima de frescor y humedad permanente, muy apreciado, sin duda, por la multitud de gentes que en las noches estivales se acercan a gozar de tan grato espectáculo.
Nos encontramos ante uno de los conjuntos de cascadas artificiales más bellos del mundo. Como se ha apuntado en la introducción, tal parece que su creador hubiera deseado que por la ladera de la montaña discurriera un hermoso río, con sus bien definidos tramos de bravura en su nacimiento agreste y despeñado, simbolizado en la cascada número 4, donde el agua, más que caer, se despeña, desde una altura de 12 metros, en una lámina de agua de 6.000 litros por minuto y metro de cascada. Este efecto se ve incrementado por la pulverización de la contra-cascada, que semeja la caída del agua al despeñarse en una catarata impresionante.
Fig. 4. Surtidores de la avenida Reina María Cristina. Al fondo la fuente de la plaza de España. |
La cascada número 3 nos traslada a los tramos montaraces de aquellos ríos que se van abriendo camino a través de los cañones y gargantas, en su camino hacia el llano, formando saltos y rápidos a lo largo de su recorrido. Diríase que las aguas se han transformado en espuma blanca, ayudada por los tres saltos o vertederos y los seis chorros que se elevan emulsionando el agua, todo ello jalonado por mitades de los 26 “lavaderos” dotados de pulverización, a modo de agrestes márgenes.
Cuando posamos la vista en la cascada número 2, una paz interna se apodera de nuestro espíritu, pues con las aguas, que antes eran torrenciales, hemos llegado al llano donde la quietud y la serenidad reinan en las aguas antes turbulentas. Esta cascada es de un encanto tal, que uno se queda totalmente extasiado mirando sus pequeños surtidores laterales y la semi penumbra de sus transparencias y luces rutilantes. Entonces no nos cabe duda de estar ante el cauce de un río tranquilo y misterioso, en su misma quietud, que discurre por el llano próximo a la civilización.
Por fin hemos llegado a la cascada número 1. En ella, el río imaginario se divide en tres brazos, a través de los cuales entrega sus aguas a la inmensidad del mar, simbolizado en la avenida, donde muere, después de haber llenado de vida todo lo que ha encontrado a lo largo de su curso.
Esta simbología nos parece aún más perfecta cuando la mirada recorre el largo trayecto que media entre estos elementos de agua, que afortunadamente han podido ser recuperados para deleite y alivio de su público, según era el propósito de su creador.
La construcción de estas cuatro cascadas se inició en las primeras etapas de urbanización de la Exposición, allá por 1919, simultáneamente a la construcción de los palacios que las rodean, cuando aquélla aún se iba a denominar Exposición Internacional de Industrias Electromecánicas.
En el cuadro 1 se proporcionan algunos datos, para poder hacernos una idea de la magnitud de estas instalaciones: En resumen, un caudal total de 4.305 l/s y una potencia eléctrica total de 1.476,3 kW.
La Fuente Mágica. Breve historia de una maravilla
Su
poderoso y peregrino juego
de
arte y de saber las engendró tan bellas
que
hasta el viajero universal, ante ellas
absorto
de emoción se rinde luego.
Hemos querido encabezar este apartado con un verso del soneto que los hermanos Álvarez Quintero dedicaron a las fuentes del Eje María Cristina, y a la Fuente Mágica de Montjuïc, máximo exponente de este bello conjunto monumental, obra del que ha sido llamado, con toda justicia, el mago de la luz y el agua, Carlos Buigas.
Cuando ya estaban muy adelantados los trabajos para la Gran Exposición Universal de 1929, sus organizadores consideraron que faltaba “alguna cosa” especial que la hiciera diferente. Fue entonces cuando Carlos Buigas presenta su proyecto para “una obra colosal, atrevida y costosa”.
El día 18 de junio de 1928, el joven ingeniero expone delante del Comité Ejecutivo de la Exposición 460 planos y 70 grandes dibujos, en los que había dado vida a los sueños que su técnica era capaz de albergar. El proyecto sorprendió y encandiló hasta el punto de ser tachado de locura por alguno de los asistentes.
En menos de un año, más de 3.000 obreros convierten en realidad aquel sueño del joven Buigas, llenando de luz, agua y color la gran avenida que había de ser la vía principal de la Exposición. El 19 de mayo de 1929, S.A.R. Alfonso xiii inauguraba el recinto.
Pocos saben ya de las penalidades y sufrimientos que tuvieron que padecer los ejecutores de tan magna obra en tan corto tiempo. Quizás los que hemos osado solamente conservar o reproducir lo existente, podamos apreciarlo más fielmente, y damos fe de ello. El propio Buigas nos cuenta:
“La actuación del equipo fue realmente ejemplar. Recuerdo que casi nadie durmió ni una sóla hora durante las tres últimas jornadas. Sostenido por tónicos y altas dosis de café recorría de noche los ámbitos donde mis ayudantes y tres mil obreros trabajaban. En la penumbra los veía deambular como fantasmas agotados. Pero nadie abandonó su puesto en aquella lucha contra el reloj. Fue un ejemplo magnífico de sentido de la responsabilidad. Todos deben participar en los laureles.”
Cabe como anécdota citar que en enero de 1929, a cuatro meses de la inauguración, se les agotó el presupuesto con la obra incompleta. La providencial visita de una alta autoridad gubernativa y la tenacidad y el entusiasmo de Carlos Buigas y su equipo, hicieron el milagro que posibilitó su culminación.
Desde su construcción hasta nuestros días, la fuente ha constituido un permanente atractivo tanto a nivel nacional como internacional, aun a pesar de que, durante largos años, su funcionamiento se ha visto muy reducido a causa del progresivo deterioro de sus instalaciones, motivado por el lógico envejecimiento de todos y cada uno de sus sistemas de funcionamiento, con el paso de los años.
En distintas etapas se han desarrollado diferentes actuaciones en la fuente, como las que realizó el mismo Carlos Buigas en los años 1954-55, que consistieron en la reconstrucción de los elementos dañados o simplemente desaparecidos durante la Guerra Civil y posguerra, renovación de parte del cableado deteriorado o sustraído, la mejora de la gran hidráulica a partir del segundo nivel (sectores), que fue reforzada con una envolvente de hormigón armado, y la sustitución del sistema de accionamiento hidráulico de las válvulas por otro nuevo electroneumático.
Una segunda actuación tuvo lugar en los años setenta, durante los cuales se realizó la renovación de algunos elementos de control de parte de la iluminación por reguladores electrónicos, y también el telecomando (pupitre) de control remoto por un nuevo sistema electromecánico, con control analógico-digital automático, pionero en su momento, mediante cinta magnética, y añadiéndole el sonido, que hoy en día constituye, junto con la mezcla de luz y los juegos de agua, un extraordinario atractivo. Todo ello fue realizado con tecnología de los años setenta, como hemos dicho. Hoy, dado el gran impulso que se ha producido en el campo de la electrónica, ha quedado sobrepasada por los nuevos sistemas de control posibles.
Juegos Olímpicos de Barcelona 92
Puede decirse con razón que a partir de los Juegos Olímpicos de Barcelona, celebrados en el año 1992, comenzó una nueva etapa para el Eje María Cristina, considerando que éste era el nexo natural de unión de la ciudad con la montaña de Montjuïc, donde se habían establecido gran parte de las instalaciones olímpicas y, por supuesto, las más representativas, con el estadio de Montjuïc y el nuevo pabellón de deportes de Sant Jordi a la cabeza.
Con motivo de tal efemérides, el Ayuntamiento decide restituir a este espacio urbano, que ya había traspasado con creces el umbral del más absoluto deterioro, parte del aspecto que un día tuvo y que le hizo aparecer como uno de los más bellos enclaves del mundo.
Para ello se encarga a cada uno de los organismos competentes del consistorio la elaboración de los correspondientes proyectos, que abarcarán cada una de las especialidades a restaurar: pavimentos, alumbrado, elementos artísticos, fuentes ornamentales, etc. Correspondió a la antigua Unidad Operativa de Aguas y Saneamiento la restauración de las cuatro Cascadas y la Fuente Mágica, que en enero de dicho año 1992 habían pasado a depender de dicha Unidad Operativa. De otra parte, la fuente monumental de la plaza de España estaba siendo restaurada.1
Con el horizonte de cinco meses de tiempo para las olimpiadas, la U.O. de Aguas y Saneamiento acometió la tarea de ejecución de los proyectos de rehabilitación total de las cuatro cascadas, de las instalaciones mecánicas, hidráulicas y eléctricas de la fuente de la plaza de España, así como otro proyecto de acondicionamiento provisional de la Fuente Mágica, con vistas a su utilización durante el período olímpico.
Hemos de decir que era tal el deterioro de la mayor parte de los sistemas de funcionamiento de la fuente, que el día de la inauguración de las Paraolimpiadas no pudo funcionar debido a una rotura producida en uno de los pasamuros que comunicaba con el vaso central y que produjo la entrada de una gran cantidad de agua en la sala de máquinas, que hizo necesario el vaciado del lago principal.
No obstante, con grandes dificultades, amén de la extraordinaria dedicación del personal municipal que controlaba todo el Eje María Cristina, el conjunto de sus fuentes funcionó muy satisfactoriamente, dando su espectáculo para regocijo de los cientos de miles de personas que pudieron disfrutar de tanta belleza.
Obras de rehabilitación de las cascadas 1, 2, 3 y 4
Cuando la Unidad Operativa de Aguas y Saneamiento recibe el encargo de restaurar las cuatro cascadas del Eje María Cristina, el panorama que se presenta resulta sumamente desolador. Las cascadas 1 y 2 se encontraban en un estado avanzado de ruina, con los vasos agrietados, los pebeteros llenos de maleza en la cascada número 1, donde se habían sustituido los vapores de cuando fue construida por plantas diversas cuyas raíces, a causa del abandono, habían ocasionado la rotura de dichos pebeteros. Los paramentos verticales laterales se encontraban desconchados y muy dañados, y en los vertederos del agua se observaba la falta de algunos trozos de labio y de rompientes.
Por otro lado, la maquinaria se encontraba, asimismo, muy degradada, con las bombas trabajando a medio rendimiento a causa del desgaste de los rodetes; ya no existía la iluminación, y su funcionamiento era muy esporádico y problemático. Por lo que se refiere a la cascada número 2, presentaba el mismo aspecto que las demás: no funcionaban los chorros de agua de las pequeñas copas laterales o “maduixas”, amén de la total degradación de los vasos, vertederos y paramentos verticales, tanto frontal como laterales.
En el año 1975 dejó de funcionar asiduamente la cascada número 3, pues, como todas, padecía el deterioro propio del paso de los años, y de la falta de un mantenimiento adecuado. Se solía poner en marcha en ocasiones muy excepcionales y, desde luego, sin funcionar todos sus elementos, y muy mermados en su capacidad.
En el año 1972 funcionó por última vez la cascada número 4 con motivo de la inauguración de Jardinova. Aquel mismo día se produjo el agrietamiento de la estructura y se inundó la sala de máquinas, anegando los grandes motores e inutilizando todo el sistema eléctrico y de iluminación.
Ante este panorama, los proyectos que fueron redactados y las obras realizadas por los Servicios Técnicos de la U.O. de Aguas y Saneamiento se centraron principalmente en los siguientes puntos (Figs. 5, 6 y 7):
Figs. 5, 6 y 7. Trabajos de reparación de las cascadas números 3 y 4. 1992.
— Revisión y reparación de grupos motobombas, desmontando cada unidad y sometiéndola a:
• Restauración de ejes y rodetes, cierres mecánicos o prensas, tuberías de aspiración e impulsión de las bombas.
• Revisión y reparación de motores.
• Lubricación.
— Rehabilitación o reparación de colectores, calderines y toberas de los juegos de agua.
— Revisión de aislamiento, secado y limpieza de motores.
— Refuerzo o sustitución del cableado.
— Revisión o reconstrucción de cuadros eléctricos de distribución, completando protecciones térmicas y diferenciales.
— Revisión y automatización, en su caso, de los sistemas de arranque de motores, anulando los antiguos reostatos.
— Reconstrucción completa de la estación transformadora y cuadro general de protección en la cascada 4.
— Sustitución de la iluminación antigua por una retícula de proyectores sumergidos.
— Instalación de nuevos cuadros de protección y maniobra de iluminación.
— Instalación de protecciones de la iluminación a base de transformadores separadores de circuitos y detectores de tensión defecto, lo que permite utilizar energía a 220 V para la iluminación sumergida.
— Restauración de paramentos verticales a base de un enfoscado con mortero especial y pintado con pintura acrílica transpirable de color piedra.
— Impermeabilización de los vasos con tratamiento específico de grietas, capa de regularización con mortero de resina, revestimiento de poliéster con fibra de vidrio y pintura de poliuretano como protección y acabado.
— Restauración y nivelación de los vertederos.
— Restauración de los 26 estanques auxiliares laterales (“lavaderos”) de la cascada número 3.
— Restauración de los paramentos de piedra y las hornacinas de la cascada número 4, realizando una limpieza a fondo con chorro de la cantería, y capa de protección con pintura silícea transpirable y transparente antigrafiti.
— Restauración o reconstrucción de elementos ornamentales (floreros, pebeteros, carátulas, molduras, etc.).
Reparaciones en la Fuente Mágica
Antes de pasar a detallar las obras de rehabilitación que se llevaron a efecto en la fuente con motivo de las Olimpiadas de Barcelona 92, permítasenos una breve descripción de sus principales características técnicas y estructurales, inconcebibles para la época en que fue creada.
Exteriormente la fuente presenta una configuración de planta pseudoelíptica, con un eje mayor de 65 metros y un eje menor de 50 metros (Figs. 8 y 9).
Fig. 8. Panorámica de la Fuente Mágica vacía durante las obras de reparación de 1992. |
Fig. 9. Fuente Mágica. Sección diametral y planta. |
Puede considerarse dividida en dos partes, la interior, donde se encuentra la sala de máquinas, en un primer nivel, y las salas de maniobra, en un segundo y tercer nivel; y la parte exterior, formada por tres lagos situados en niveles escalonados y comunicados por vertederos de 1,50 metros y 1,85 metros de altura.
En los dos lagos centrales se encuentran los 19 juegos de agua de que dispone la fuente propiamente dicha, y en el lago inferior pueden verse 20 pequeñas fuentes, llamadas “periféricas”, que disponen de un sistema hidráulico que permite cinco juegos de agua diferentes, amén de un sistema de iluminación a base de los tres colores básicos, el rojo, el verde y el azul, y sus mezclas.
El lago principal está construido en el mismo terreno, mientras que el intermedio y el superior, de 35 y 12 metros de diámetro respectivamente, cubren el espacio que hemos llamado de maniobra, donde se ubican las baterías de iluminación con sus prismas pentagonales, que contienen los cinco colores de que dispone la fuente, el blanco, amarillo, rojo, azul y verde, que se asoman al exterior a través de 120 claraboyas rectangulares. En este recinto se encuentran las grandes tuberías de impulsión que trasladan los 2.610 l/s que son capaces de poner en movimiento los cuatro grupos motobombas que surten de agua a los 19 juegos centrales, más un quinto grupo que abastece las 20 fuentes periféricas.
La sala central de máquinas se encuentra en el nivel 1, y tiene un diámetro de 10 metros. Su ubicación es el centro mismo del surtidor, y comunica con el exterior a través de un túnel, por el que también se accede a las dependencias donde están situados los cuadros generales y la E.T.
Esta parte de la fuente es una estructura de hormigón armado, que en aquella época supuso una novedad. Entre los tres lagos de la fuente totalizan un volumen de 3.100.000 litros de agua, correspondiendo 2.500.000 litros al vaso principal, 500.000 litros al lago central y 100.000 litros al lago superior. Aun cuando todos los lagos contienen surtidores de agua en progresión, podemos considerar que el central es la fuerza, en virtud de los volúmenes de agua y la potencia de sus juegos; el medio es el soporte, por la gran cantidad de juegos y toberas que contiene; y el inferior es la ornamentación, por la delicadeza y maravilla de sus fuentes periféricas.
Como hemos apuntado, la fuente mueve 2.610 litros de agua por segundo, impulsados por cinco grupos motobombas, de 265 CV los cuatro primeros, y de 125 el de las fuentes periféricas. En total la fuente dispone de 132 motores eléctricos, con una potencia de 1.567 CV, equivalentes a unos 1.153 kW de potencia instalada, que accionan las bombas, prismas de iluminación, juegos móviles y sistemas auxiliares.
La iluminación de la fuente es uno de los sistemas más originales y, a nuestro juicio, más perfectos que uno se pueda imaginar, si consideramos lo que su autor perseguía con ello (Fig. 10). Efectivamente, la gama de colores no se limita a los cinco instalados en las caras de los prismas pentagonales, sino que, cuando éstos van girando lentamente, se producen infinidad de tonalidades, determinadas por la mayor o menor incidencia de un color sobre la pantalla de luces en cada momento. No sabemos si con esta explicación el lector habrá podido percatarse suficientemente de este fenómeno, pero sí podemos decir que mirar la fuente cuando se está produciendo el giro de los prismas pentagonales resulta uno de los espectáculos más gratificantes para el ojo humano, tales son la gran cantidad de gamas de color que se van produciendo.
Los juegos de agua están iluminados por 4.760 lámparas del tipo PAR-56 de 300 W (antes Altrilux de 500 W), de cono concéntrico con espejo proyector incorporado, que han demostrado su bondad por una mayor vida y mayor rendimiento, al no dispersar el cono de luz, sino concentrarlo. Están montadas sobre una parrilla de perfiles de acero inoxidable en número de 24 unidades para los prismas de mayor tamaño (baterías A, B y D) y de 12 unidades para los prismas pequeños (baterías C y E), más las lámparas de apoyo.
En cuando al sistema de iluminación se refiere, las parrillas que soportan las lámparas están fijas, apoyadas en los ejes de los 120 prismas pentagonales que soportan los filtros de color. Estos prismas están movidos por el mismo sistema que ideó Carlos Buigas, que consiste en un motor de 1/2 CV provisto de freno y reductora electro-magnético, a fin de que el giro se pueda detener en un mínimo espacio de tiempo, y la velocidad de giro sea la requerida. Estos motores son los originales del año 1929. La luz se transmite al exterior a través de 120 claraboyas de hormigón prefabricadas, cerradas por cristales templados, de color blanco y de alta resistencia.
La característica que más diferencia a la Fuente Mágica de cualquier otra es el gran volumen de agua que mueve, y que junto con el estudiado diámetro de sus impulsores proporciona al agua la velocidad adecuada para conseguir la cadencia requerida en sus juegos.
Otra cualidad técnica que sorprende de la fuente es la gran diversidad de toberas que montan sus juegos de agua que fueron estudiadas por Carlos Buigas; cada una de ellas consigue unas pulverizaciones tan perfectas, que semejan nubes de vapor en el aire. Asimismo la emulsión del agua, conseguida en función del diseño de las toberas, parece que incrementa el volumen en movimiento, tal es el efecto que nos produce.
La potencia instalada en la fuente era de unos 3.000 kW, reducida después de la reconstrucción a poco más de 2.000 kW. La potencia instalada en todo el Eje de María Cristina es del orden de 6.000 kW. Sin duda, para su alimentación sería preciso disponer una pequeña central eléctrica.
La fuente también fue sometida a una pequeña y provisional rehabilitación con motivo de las Olimpiadas del 92, referida principalmente a aquellos elementos y sistemas que permitieran su puesta en servicio para tal efemérides:
— Se procedió a reparar el corazón de la fuente, el gran calderín que contiene los cinco juegos centrales, reparando de paso los elementos más dañados de estos juegos (Fig. 11).
— Se revisaron motores, prismas de iluminación y sistemas de control, que mostraban serias deficiencias.
— También se desmontaron y limpiaron las 36 mayores válvulas neumáticas del circuito hidráulico principal.
— Se procedió a un concienzudo repaso de los cinco grupos motobomba que mueven el agua, repasando soldaduras de casquillos, comprobando aislamientos, y limpiando y secando bobinados de motores. Se desmontaron los grupos motobomba 3 y 4 para reparar ejes y rotores de bombas y ajustar alineación (Fig. 12).
Fig. 10. Fuente Mágica. Sistema de iluminación. Prismas originales. |
Figs. 11 y 12. Fuente Mágica. A la izquierda, reconstrucción del calderín de los juegos centrales. A la derecha, desmontaje para reparación del grupo motor y bomba número 4. 1992. |
En fin, la fuente fue sometida a un repaso generalizado que contribuyó a que su funcionamiento fuera lo más correcto posible, con alguna excepción y, por supuesto, con el permanente cuidado del personal a su cargo.
El espectáculo que en las Olimpiadas ofreció la fuente fue tal, que cada noche reunía en su entorno una verdadera multitud de personas, ávidas por contemplar tanta belleza. Incluso las riadas de personas que cada noche descendían de ver las diferentes competiciones no podían sustraerse a su encanto, y se quedaban para ver siquiera el último pase de su programa.
Proyecto de reparación general de la Fuente Mágica de Montjuïc
Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona del año 1992, la fuente había funcionado de una manera más o menos satisfactoria, durante la celebración de los eventos y hasta la Mercè, en horario de mañana, tarde y noche, unas 12 horas al día, a excepción del día 10-9-92, fecha de inauguración de las Paraolimpiadas, por rotura de una tubería.
No obstante, durante todo el período de funcionamiento, la fuente había dado muestras fehacientes de su estado de deterioro, con múltiples averías en grandes tubos, válvulas, prismas de iluminación y, en fin, en gran parte de la infinidad de elementos de que está compuesta. Su capacidad de funcionar a pleno rendimiento se había ido perdiendo a medida que pasaban los años y cada uno de sus sistemas iba envejeciendo.
En consecuencia, se tomó la decisión de parar la fuente en espera de un proyecto de reparación general que le devolviera a esta gran obra su capacidad máxima de funcionamiento y la seguridad y fiabilidad que una instalación de estas características debía tener. Tomada esta decisión, el año 1993 no funcionó la fuente, que fue sustituida por un espectáculo de rayos láser proyectados sobre el Palacio Nacional y pantalla de agua, y que resultó un pobre sustituto del bello espectáculo que ofrecía la fuente.
El Ayuntamiento decidió en la primavera del año 1994 llevar a cabo una serie de actuaciones que permitieran reiniciar la campaña estival de funcionamiento de la fuente, mientras la Gerencia del Sector de Actuación de Mantenimiento y Servicios encargaba a la U. O. de Aguas y Saneamiento la confección de un Proyecto de Reparación General que, actuando sobre los sistemas básicos de funcionamiento, actualizase la fuente a partir de las nuevas técnicas y materiales, pero con la premisa ineludible de que la filosofía de Carlos Buigas, en lo que se refiere a las formas de los juegos de agua, cadencias y sistema de iluminación, no se modifique y aparezca al espectador con la misma majestuosidad, belleza y misterio que su autor les imprimió, y preservar además todos aquellos elementos cuyo valor histórico así lo aconseje. En suma, consiguiendo la misma fuente “depurada y perfeccionada”, según palabras de su autor.
Podemos decir que los trabajos realizados en la reparación general de la Fuente Mágica, son realmente arqueología industrial.
En consecuencia, la U. O. de Aguas y Saneamiento constituyó un equipo de personal técnico municipal para la redacción de dicho proyecto que, bajo la dirección de la Ingeniero Jefe de la Unidad (actual Jefe de Proyectos de la Fuente Mágica y Fuentes), dio comienzo a los trabajos en el mes de octubre de 1994.
Los objetivos básicos del proyecto son:
— Respetar la filosofía y el aspecto de funcionamiento, así como los elementos de valor histórico y artístico.
— Aumentar la seguridad y fiabilidad de la instalación al mayor nivel posible con la tecnología actual.
— Facilitar y reducir el mantenimiento, así como reducción de consumos y gasto en recambios.
El proyecto de Reparación General de la Fuente Mágica de Montjuïc consta de seis capítulos, que se refieren a los seis sistemas principales de funcionamiento, desarrollados de forma que pudiesen ejecutarse casi independientemente unos de otros, permitiendo el funcionamiento de la instalación entre capítulos completos, y así poder adaptar las obras a las posibilidades presupuestarias y necesidades de funcionamiento de cada ejercicio. Tales capítulos son (Figs 13 a 24):
Figs. 13 a 24. Fuente Mágica. Obras de reparación general. De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Capítulos I al VI, antes y después de la intervención
— Capítulo I. Gran hidráulica.— Capítulo II. Prismas de iluminación.
— Capítulo III. Pequeña hidráulica y cristales de ocultación.
— Capítulo IV. Periféricas y obra civil del vaso principal.
— Capítulo V. Electricidad (media y baja tensión).
— Capítulo VI. Sistemas de control.
Debido a los condicionantes presupuestarios y de funcionamientos, las obras se realizaron en dos etapas.
Primera etapa (Capítulo I. Gran hidráulica)
En el año 1995 se decidió, dada la precariedad en que se encontraba el sistema de impulsión principal, llevar a efecto las obras que se contenían en el primer capítulo, “Gran hidráulica”, cuyo agotamiento se mostraba con toda evidencia. Se daba así prioridad a lo más deteriorado, y que más en peligro podía poner la totalidad de la instalación. Las obras2 se llevaron a efecto en la primavera del año 1995 y pueden dividirse en dos grupos de actuaciones bien diferenciadas: obras de rehabilitación y obras de renovación.
En este apartado se han realizado una serie de actuaciones dirigidas a mejorar todos los elementos metálicos situados en el nivel 1, sala de bombas, y cuyo estado general ha sido considerado como bueno, no siendo precisa su renovación.
Los trabajos realizados han consistido en:
— Limpieza, desengrasado y chorreado con chorro de arena de sílice limpia, hasta el grado SIS Sa.3, de todos los tubos de fundición, viguetas, soportes metálicos, cuerpos de válvulas hidráulicas y demás elementos de fundición o metálicos contenidos en los niveles 1 y 2.
— Imprimación con pintura de silicato inorgánico de cinc y acabado con poliuretano, de todas las tuberías regeneradas y válvulas en dichos niveles.
— Imprimación y acabado con pintura pasivante de aluminio del resto de los elementos metálicos antes citados.
Las obras que se realizaron bajo este concepto son las siguientes:
— Renovación de 4 brazos principales de distribución a partir del tronco central bajo envolvente de hormigón, Ø 500 cm, sustituyéndolos por otros de igual sección y pared de 8 mm.
— Dos colectores de reparto del agua al exterior, Ø 300 mm.
— Diez desagües de las ollas del juego número 10, Ø 250 mm.
— Cinco desagües de los vasos medio y superior, Ø 250 mm.
— Tubería de impulsión completa de un ramal del juego número 7, Ø 250 mm.
— Cambio de conexión de cuatro válvulas del tipo 19.
— Tres brazos de distribución del colector exterior de las fuentes periféricas, Ø 300 mm.
— Sustitución de la válvula manual de desagüe de la fuente por otra motorizada.
Para la reposición de las tuberías renovadas se han montado tubos de acero al carbono sujeto a las normas DIN-2448, galvanizados en caliente interior y exteriormente. El sistema de montaje ha resultado bastante complejo, por la necesidad de respetar en esta fase las válvulas hidráulicas que comunican con el exterior, las cuales no pueden ser forzadas en ningún caso, debiendo utilizar pletinas fijas y bridas de abrazadera cónica ajustables, para cerrar finalmente los circuitos.
Terminado el montaje de la gran hidráulica, se han realizado labores de protección exterior de los tubos, a base de una capa de imprimación fosfatante (wash-primer) y otras dos de protección y acabado con pintura de poliuretano.
Segunda etapa (Capítulos II al VI)
Una vez realizados en 1995 los trabajos de renovación de las conducciones de la gran hidráulica del interior de la fuente, en una segunda etapa se ha procedido a realizar el resto de las obras3 de reparación en dos fases, de octubre a junio, de los años 1996-97 y 1997-98, a fin de que la fuente pudiese funcionar en la temporada de verano de 1997.
Primera fase. Capítulos II, II y IV (octubre 1996 a junio 1997)
En esta primera fase se empezaron las obras el día 18 de octubre de 1996. Primeramente se realizó un exhaustivo reportaje fotográfico y audiovisual, a fin de garantizar, una vez finalizadas las obras, su parecido con lo que proyectó en su día Carlos Buigas. Los trabajos realizados son los siguientes:
— Levantamiento topográfico de la fuente en planta y secciones con descripción de la situación, orientación, grados de inclinación de las toberas, ubicación de los colectores de distribución, situación de las claraboyas, desagües y periféricas.
— Desmontaje de todas las toberas y demolición de todas las claraboyas y colectores superpuestos en el interior de los vasos intermedio y superior.
— Sustitución de las 120 claraboyas y las 10 “ollas” de los juegos 10 y 11, mediante elementos prefabricados y saneamiento de las paredes verticales.
— Sustitución de los actuales prismas de iluminación y de los papeles de colores por otros de acero inoxidable AISI 316 con placas de cristal templado y securizado con lámina coloreada de butilo, así como la parrilla donde se sitúan las 2.160 lámparas de 300 W cada una. Revisión de los motores y transmisiones que mueven los prismas.
— Sustitución o rehabilitación de las 3.620 toberas.
— Reparación, rehabilitación e impermeabilización de los vasos de la fuente (más de 2.000 m2).
— Los colectores, claraboyas y toberas quedan camuflados por numerosos cristales, y se han renovado dichos 4.140 cristales de ocultación.
— Sustitución, en las periféricas, de las “ollas” de alojamiento de su iluminación, de los ejes de rotación de los cinco juegos por otros de acero inoxidable AISI 316, con cierre mecánico en el pasamuros, sustitución de los tubos pasacables y rehabilitación de la obra civil.
— Fabricación de los juegos “19” según su sistema primario de funcionamiento, recuperando su movimiento.
Segunda fase. Capítulos V y VI (octubre 1997 a junio 1998)
La segunda fase de las obras son las correspondientes a la parte eléctrica (alta y baja tensión) y los sistemas de control. Dichas obras empezaron en octubre de 1997 y finalizaron en junio de 1998.
La primera realización ha sido un cambio de tensión, ya que la fuente aún funcionaba a 220-125 V y se ha normalizado a 380-220 V, por lo cual se ha sustituido la estación transformadora con todos sus elementos anexos.
Se han sustituido los cuatro antiguos transformadores de 1.000 kVA, instalando cuatro nuevos de 800 kVA, con su embarrado, sistemas de protección y otros accesorios.
Se ha acondicionado todo el sistema de baja tensión, desde los secundarios de los transformadores hasta los aparatos receptores, de manera que se adapta a la nueva tensión y reglamentos específicos.
La distribución de la energía de baja tensión se ha proyectado de manera que la fuente funcione por sectores, gobernando todos los sistemas desde un cuadro secundario de maniobra instalado en cada uno de ellos.
Se han sustituido los cinco motores principales por otros tantos nuevos de la misma marca y potencia, con arranque y regulación electrónicos, pero se han conservado las cinco bombas originales, realizando los acoplamientos elásticos necesarios.
Se han modificado el resto de motores para adecuarlos a la tensión 220-380 voltios.
Se han mejorado las protecciones existentes, para cumplir el reglamento.
Se han instalado condensadores para corrección del factor de potencia que, junto con las nuevas lámparas PAR de mayor rendimiento, suponen un ahorro de un tercio del consumo eléctrico.
Además, se han realizado diferentes mejoras de ergonomía y seguridad en el interior, como son la instalación de una cabina insonorizada en la sala de bombas, reparación de estructuras, pilares y paredes, cambio de la puerta de entrada al túnel por otra motorizada con esclusa, pavimentos nuevos en los tres niveles, circuitos cerrados de televisión, nueva red de telefonía, y el pintado de todos los espacios interiores.
El control general de todo el Eje Mª Cristina, está situado en unas dependencias municipales, existentes sobre el Palacio de la Metalurgia y que también han sido renovadas en su totalidad.
Configuración del sistema de control y supervisión que se ha instalado actualmente
• Nivel 1: Basado en una red Ethernet TCP/IP de alta velocidad (l0 Mb/s). Los dos PCs que controlan todo el Eje María Cristina son un servidor maestro en las dependencias del Palacio de la Metalurgia, y el otro servidor esclavo en la sala de bombas de la Fuente Mágica, funcionando en redundancia, gracias a un protocolo de comunicación entre ambos PCs y PLCs (autómatas programables).
• Nivel 2: La red de campo entre los PCs y los autómatas (PLCs) es Gennius. Para dar seguridad a las comunicaciones cada información es transferida tres veces (a alta velocidad); si dos de ellas son iguales se ejecutan. Es inmune al ruido.
El software que gobierna toda la instalación es del tipo SCADA de última generación (Cimplicity) sobre MS Windows NT, personalizado y completado con rutinas de interfaz y ayuda a la programación de los pases musicales de la fuente, mediante técnicas de sistema experto. Con este software, los PCs y PLCs disponen de ayuda a la gestión de mantenimiento, que es la siguiente:
— Diagnóstico de comunicaciones.
— Diagnóstico de CPU.
— Diagnóstico de los estados de los elementos remotos.
— Alarmas personalizables.
— Histórico de alarmas.
El control remoto de elementos (Field Control en PLCs) gestiona las órdenes dadas por la CPU primaria. En caso de que fallara la CPU primaria, pasa automáticamente a gestionar las órdenes dadas por la CPU secundaria. Si las dos CPUs llegasen a fallar, los Field Control se configuraran para que mantengan sus salidas al último estado de control, o bien pasar al estado de parada segura.
Sistemas de supervisión y control Cimplicity HMI
Este sistema está compuesto por los dos ordenadores servidores citados PCs, con licencia Server Cimplicity HMI, en redundancia del tipo Hot Standby. Existe un tercer ordenador, también conectado en red, pero que opera off-line, para programación.
El tipo de redundancia Hot Standby permite que los dos ordenadores tengan la misma información de estados y alarmas de procesos. En estado normal el servidor primario está controlando los datos en el servidor secundario, mientras el secundario está comprobando que el canal de comunicación esté perfectamente disponible.
Si fallara el servidor primario, el servidor secundario tomaría las funciones del primario. Cuando el primario volviera a estar en condiciones, el secundario actualizaría la base de datos del primario y a continuación controlaría la red de PLCs. El tiempo de sincronismo de los servidores no se aprecia.
Posteriormente se van configurando los programas musicales, y con todo lo realizado, se ha conseguido que Barcelona pueda volver a gozar y ofrecer a todo el mundo la Fuente Mágica en todo su esplendor, desde el 21 de junio de 1998, fecha en que fue inaugurada.
Notas
1. Financiada con cargo al Proyecto de Rehabilitación de Fuentes de Repsol.
2. Realizadas por la empresa F.C.C., S.A.
3. El contratista adjudicatario de las obras en esta segunda etapa, para los cinco capítulos restantes, ha sido ACSA (Auxiliar de Canalizaciones, S.A., del grupo AGBAR).
Bibliografía
– La montaña iluminada y algo más, A. Maleras, Rieuset, S.A., Barcelona, 1966.
– Carlos Buigas, el mago de la luz, José Mª Roura, Barcelona, 1973.
– La fuente, Carlos Buigas, Ediciones Marte, Barcelona, 1978.
– 22 anys amb Buigas, María Paz Silva, Edicions de Nou Art Thor, Barcelona, 1981.
– Restauración del conjunto monumental del eje de avenida María Cristina, Medi Ambient i Serveis, Ajuntament de Barcelona, Barcelona, juliol, 1992.
– L’enginy de Carles Buigas (1898-1979), Agbar, Ajuntament de Barcelona, 1998.