Decimos
adiós a Ribas y tomamos el Ramal de Campos. En primer
lugar, pasamos por la esclusa de retención. Las dos márgenes
poseen buenos caminos, y una densa y tupida alameda nos acompaña
para salir, al final de la recta por la que nos lleva ahora el Canal,
al puente de Valdemudo.
Fue uno de los primeros en construirse,
pues por aquí pasaba y pasa una Cañada Real Leonesa. Para
que los ganados merinos no se vieran obstaculizados se construyó
este puente, funcional, sí, pero sobre todo perfecto y armonioso,
fabricado sobre el suelo, ahorrando las cimbras. Después fue
utilizado también por la carretera de Palencia a Carrión.
Ahora se conserva su airosa figura fuera de uso.Siete kilómetros
más abajo nos encontramos con el Serrón. Lugar
donde el Ramal de Campos gira a la derecha y nace, en dirección
a la izquierda, el Ramal del Sur.
Seguimos por el de Campos. Llegaremos
a Villaumbrales, donde nos espera otro precioso puente apuntado,
el Almacén del Rey -donde existió un pequeño
astillero - y uno de los sifones más grandes del Canal, gracias
al cual salva un arroyo.
Entre hileras de álamos y
voluptuosas revueltas, el Canal nos lleva a Becerril, al que
accederemos por el puente de San Juan, si vamos por la sirga
izquierda. Hay que hacer un alto en el camino para ver la iglesia museo
de Santa María, el aljibe, el Ayuntamiento... Por fin, nuestra
meta: Sahagún el Real. Un verdadero pueblo tan canaliego
como deshabitado.
Embarcaderos, almacenes a los que
se accedía desde el Canal, el fielato, un puente, y la Ermita
del Canal, único edifico religioso del mismo. A tres kilómetros,
Paredes de Nava, otro lugar lleno de arte e historia que es preciso
conocer.