Mamíferos

De los más de 4.000 mamíferos que existen en el mundo, 1.800 pertenecen al orden de los roedores y unos 900 son quirópteros o murciélagos. Precisamente, es este grupo de mamíferos el mejor representado en España, con 27 especies distribuidas en tres familias.

 

Las familias de mamíferos con representación en la Península Ibérica son:

Arvicolidos

  • Topillo campesino
  • Topillo común
  • Topillo nival
  • Topillo rojo
  • Rata de agua

Bóvidos

  • Cabra montés
  • Muflón
  • Rebeco

Cérvidos

  • Ciervo
  • Corzo
  • Gamo

Esciúridos

  • Ardilla común
  • Marmota

Cánidos

  • Lobo
  • Zorro

Félidos

  • Gato montés
  • Lince ibérico

Mustélidos

  • Armiño
  • Comadreja
  • Garduña
  • Hurón
  • Marta
  • Nutria común
  • Turón
  • Visón amercano
  • Visón europeo
  • Tejón

Vivérridos

  • Gineta
  • Meloncillo

Molósidos

  • Murciélago rabudo

Rinolófidos

  • Murciélago de herradura

Tálpidos

  • Desmán
  • Erizo
  • Topos

Vespertilionilos

  • Murciélago de bosque
  • Murciélago común
  • Murciélago hortelano
  • Murciélago orejudo
  • Murciélago ratero
  • Nóctulo
  • Murciélago troglodita

Cercopitécidos

  • Mona de Gibraltar

 

Glíridos

  • Lirón careto
  • Lirón gris

Múridos

  • Rata campestre
  • Ratón de campo
  • Ratón casero
  • Rata común
  • Ratón espiguen

Suidae

  • Jabalí

Úrsidos

  • Oso pardo

Sorícidos

  • Musaraña de bosque
  • Musaraña común
  • Musarañita
  • Musgaño

Lepóridos

  • Conejo
  • Liebre
 

 

Especies amenazadas

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Tabla 1. Mamíferos en la Península Ibérica

 

  • Murciélago mediano de herradura (Rhinolophus mehelyi):esta especie es la más escasa en España, ya que sólo se conocen 9 colonias de cría y 16 de hibernación, en los dos tercios meridionales de la Península. Recientemente se ha presentado el inventario de refugios importantes para los murciélagos, realizado por la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (Secemu). Se trata de 55 refugios -cuevas, túneles, minas-, donde crían e hibernan estos mamíferos, que pasarán a engrosar la red Natura 2000. En alguna colonia llegan a reunirse en invierno 20.000 murciélagos; en otras, conviven hasta 11 especies distintas en la misma cueva. Una quinta parte de estos refugios se localizan en Andalucía
  • Murciélago de Bechstein(Myotis bechsteinii): especie forestal que se encuentra en los sistemas montañosos de Galicia, cordillera Cántabro-Pirenaica, sistemas Ibérico y Central, y algunos bosques andaluces. Vive en huecos de árboles y cuevas, y es uno de los murciélagos más raros en nuestro país. No se conoce su población, pero parece muy escasa
  • Murciélago orejudo canario(Plecotus teneriffae):se trata de un murciélago de grandes orejas, endémico de las islas Canarias. Parece muy vinculado a los pinares de Tenerife, La Palma y El Hierro. Como sucede con otros murciélagos forestales, la pérdida de hábitats es su mayor problema. Se conocen 19 refugios donde no se producen grandes conpentraciones
  • Nutria (Lutra lutra):aunque se encuentra en toda la Península es más abundante en la mitad occidental. No se conoce su población pero se estima que puede llegar a los 6.000 ejemplares. Se trata de un mamífero semiacuático que vive en ríos, arroyos, lagos, embalses, zonas húmedas y en el litoral atlántico. Requiere riberas con cobertura vegetal para cría y aguas y alimentos no muy contaminados.
  • Oso pardo(Ursus arctos): el oso pardo ha sido considerado en España como una especie cinegética desde el año 1973. Su recuperación ha sido uno de los proyectos más importantes que está llevando a cabo la Unión Europea (Programa Life). Actualmente existen una población de 70-90 osos en la parte occidental de la Cordillera Cantábrica (Somiedo, Muniellos, Ancares) y otros 20-25 en la zona oriental de los Picos de Europa.
  • Lince ibérico(Lynx pardina): esta especie sólo vive en la península Ibérica y está considerado el felino más amenazado del planeta. El nº de individuos es de 800-1.000 ejemplares. Su área de distribución es amplia, pero las poblaciones se encuentran principalmente en zonas de monte y matorral de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, y Madrid. Actualmente se está intentando la cría en cautividad del lince en el centro experimental de Doñana. La recuperación de ese animal, ha sido también un objetivo clave en el programa Life.
  • Foca monje(Monachus monachus):de las 7 especies de fócidos que se conocen, sólo dos visitan nuestras aguas: se trata de la foca gris, que de vez en ciando se avista en aguas del Atlántico, y de la foca monje del Mediterráneo, cuya supervivencia pende de un hilo. El último ejemplar español de foca monje fue el popular Peluso, descubierto en 1978 en las islas Chafarinas, cerca de Melilla. Llegó a montarse una espectacular operación para liberarlo de un resto de red que le estaba comprimiendo el cuerpo, hasta que un buen día desapareció. Los expertos creen que por Chafarinas se han visto en los últimos años algunos ejemplares más, procedentes de la población que se asienta en las costas norteafricanas, principalmente Mauritania y el Sahara. En la actualidad su área de distribución mundial está fragmentada en tres núcleos: el Mediterráneo oriental, principalmente en Grecia, Turquía, Albania y Croacia; el Mediterráneo occidental, en Argelia y Marruecos, aunque en las costas de Italia, Francia y España se han producido observaciones esporádicas; y el Atlántico, donde habita una pequeña colonia en Madeira y otra mucho mayor en las costas de Mauritania y el Sahara. Su población mundial no alcanzará los 400 ejemplares y su futuro no es en absoluto halagüeño. A comienzos del verano de 1997 más de 150 focas monje de la población atlántica morían víctimas de una extraña enfermedad, motivada probablemente por una marea roja formada por dinoflagelados tóxicos producidos por tres especies de algas, que paralizan el sistema nervioso de estos animales. En el cabo de Gata (Almería) sobrevivió un pequeño grupo hasta la década de los sesenta y en Baleares desapareció en los setenta. Hasta 1990, en Canarias se han producido capturas esporádicas. La caza intencionada de los pescadores -facilitada por el hecho de que la foca monje es muy conllaua-, la captura accidental en las redes, la contaminación y, sobre todo, la progresiva destrucción de los hábitats costeros, están a punto de acabar con otra especie más en los albores del siglo XXI