Se reabre el debate sobre el posible derribo de la presa de Txokoto
Lun, 21/11/2011
La asociación AEMS-Ríos con Vida de Navarra ha reabierto el debate sobre la posibilidad de que se derribe la presa de Txokoto, en Elizondo, con una solicitud al Fiscal Superior de Navarra. Desde esta asociación le solicitan que actúe e inste a las autoridades competentes a eliminar «los riesgos catastróficos» que, a su juicio, «comportan la ubicación de la presa y el puente de Txokoto».
Señalan esta petición en un informe que han remitido al fiscal, para «evitar inundaciones» como las sufridas en calles adyacentes el pasado día 6 de noviembre con la crecida del cauce después de que en sólo dos días se registrasen lluvias con 250 litros por metro cuadrado.
La solicitud busca la actuación de la consejera de Medio Ambiente, el director de Protección Civil y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para suprimir «los riesgos catastróficos mediante la eliminación del azud o presa de Txokoto y la reestructuración del puente homónino».
AEMS-Ríos con Vida de Navarra alude en su informe al estudio de inundabilidad que el Departamento de Medio Ambiente elaboró en el año 2005 y según el cual se aconsejaba «rebajar la presa por la influencia que ejercía en la formación de avenidas».
Aún así, después del posicionamiento en contra de un sector vecinal, sólo se incorporó una escala para el paso de peces en uno de sus extremos.
En el informe se reconoce que «Elizondo está construido al lado mismo del río y deberá vivir con sus riadas», pero se indica la actuación «para que los efectos de dichas riadas sean minimizados no solo para los bienes sino para las propias vidas humanas». Para Ríos con Vida «el asunto más conflictivo en dicho pueblo es la presa y puente de Txokoto en el mismo centro de la localidad». Indican que «la presa eleva la lámina de agua en días de avenida de agua y la inundación es agravada por el puente homónimo situado aguas abajo el cual representa un embudo flanqueado por casas y con grave riesgo de taponamiento, ya que solo tiene libre un arco y medio».
Sin embargo, en la pasada riada del 6 de diciembre, las aguas pasaron por encima de otro puente, el de Giltxaurdi, del que muchos vecinos apuntan «defectos de construcción» y del que Ríos con Vida sólo apunta a que «retuvo mucho material evitando que llegase al de Txokot».
Desde la Asociación creen que «la inundación podría haberse minimizado de manera notable de haberse demolido la presa de Txokoto como inicialmente se apuntaba desde el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y desde la propia Confederación Hidrográfica. Si este derribo o al menos un rebaje de su cota viniese acompañado de un derribo y reestructuración del puente de Txokoto mucho mejor».
En el estudio de inundabilidad que posee el Departamento de Medio Ambiente se indica que la parte central del pueblo está en zona de «alto riesgo de inundación».
Como se indica en el informe «en 2005 el Ayuntamiento de Baztán apoyado por muchos de sus vecinos expresó su desacuerdo a este derribo por el supuesto y más que discutible valor simbólico que representa la presa» y la Consejera de Medio Ambiente de aquel momento, Begoña Sanzberro, «se negó a ello, perpetuando un riesgo de carácter catastrófico y la rémora de la inactividad administrativa ante un caso patente de riesgo de vidas y haciendas».
Señalan esta petición en un informe que han remitido al fiscal, para «evitar inundaciones» como las sufridas en calles adyacentes el pasado día 6 de noviembre con la crecida del cauce después de que en sólo dos días se registrasen lluvias con 250 litros por metro cuadrado.
La solicitud busca la actuación de la consejera de Medio Ambiente, el director de Protección Civil y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para suprimir «los riesgos catastróficos mediante la eliminación del azud o presa de Txokoto y la reestructuración del puente homónino».
AEMS-Ríos con Vida de Navarra alude en su informe al estudio de inundabilidad que el Departamento de Medio Ambiente elaboró en el año 2005 y según el cual se aconsejaba «rebajar la presa por la influencia que ejercía en la formación de avenidas».
Aún así, después del posicionamiento en contra de un sector vecinal, sólo se incorporó una escala para el paso de peces en uno de sus extremos.
En el informe se reconoce que «Elizondo está construido al lado mismo del río y deberá vivir con sus riadas», pero se indica la actuación «para que los efectos de dichas riadas sean minimizados no solo para los bienes sino para las propias vidas humanas». Para Ríos con Vida «el asunto más conflictivo en dicho pueblo es la presa y puente de Txokoto en el mismo centro de la localidad». Indican que «la presa eleva la lámina de agua en días de avenida de agua y la inundación es agravada por el puente homónimo situado aguas abajo el cual representa un embudo flanqueado por casas y con grave riesgo de taponamiento, ya que solo tiene libre un arco y medio».
Sin embargo, en la pasada riada del 6 de diciembre, las aguas pasaron por encima de otro puente, el de Giltxaurdi, del que muchos vecinos apuntan «defectos de construcción» y del que Ríos con Vida sólo apunta a que «retuvo mucho material evitando que llegase al de Txokot».
Desde la Asociación creen que «la inundación podría haberse minimizado de manera notable de haberse demolido la presa de Txokoto como inicialmente se apuntaba desde el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra y desde la propia Confederación Hidrográfica. Si este derribo o al menos un rebaje de su cota viniese acompañado de un derribo y reestructuración del puente de Txokoto mucho mejor».
En el estudio de inundabilidad que posee el Departamento de Medio Ambiente se indica que la parte central del pueblo está en zona de «alto riesgo de inundación».
Como se indica en el informe «en 2005 el Ayuntamiento de Baztán apoyado por muchos de sus vecinos expresó su desacuerdo a este derribo por el supuesto y más que discutible valor simbólico que representa la presa» y la Consejera de Medio Ambiente de aquel momento, Begoña Sanzberro, «se negó a ello, perpetuando un riesgo de carácter catastrófico y la rémora de la inactividad administrativa ante un caso patente de riesgo de vidas y haciendas».