Herschel detecta grandes cantidades de agua en un disco protoplanetario
Mar, 25/10/2011
El observatorio espacial Herschel de la ESA ha detectado emisiones de vapor de agua en un disco de polvo que se arremolina entorno a una joven estrella. Estas emisiones indican la existencia de una reserva de agua capaz de llenar miles de océanos terrestres.
TW Hydrae es una estrella formada hace unos 5-10 millones de años, que se encuentra a tan sólo 176 años luz de la Tierra. Se encuentra en la última etapa de su proceso de formación y está rodeada por un disco de polvo y gas que se terminará condensando para dar lugar a todo un sistema de planetas.
Se piensa que una buena parte del agua de nuestro planeta llegó a bordo de los cometas que chocaron contra la Tierra durante sus primeras etapas de formación. Esta hipótesis está respaldada por el reciente descubrimiento realizado por Herschel de agua similar a la de nuestro planeta en un cometa, el 103P/Hartley 2. Sin embargo, hasta ahora no se conocía la posibilidad de que existiesen reservas importantes de agua en los discos protoplanetarios que rodean a algunas estrellas.
Este descubrimiento, el primero de su clase, ha sido realizado con el instrumento HIFI de Herschel.
El satélite europeo detectó emisiones de vapor de agua a lo largo de todo el disco que se arremolina entorno a TW Hydrae. Se piensa que estas emisiones se producen cuando la radiación ultravioleta interestelar calienta el hielo incrustado en los granos de polvo que conforman el disco. Esta reserva de agua podría ser un importante aporte para los planetas que se terminarán formando entorno a esta joven estrella.
“Este fenómeno podría ser parecido a lo que ocurrió en nuestro propio Sistema Solar, en el que los granos de polvo cargados de hielo se fueron agregando para formar cometas”, explica Michiel Hogerheijde de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, quien dirigió este estudio.
“Pensamos que los cometas fueron una fuente importante de agua para los planetas de nuestro Sistema Solar”.
Los científicos han realizado detalladas simulaciones que combinan estos nuevos resultados con las observaciones realizadas anteriormente desde tierra y con los datos del telescopio Spitzer de la NASA, lo que les ha permitido calcular el volumen de las reservas de hielo de este disco protoplanetario.
Sus resultados indican que el disco entorno a TW Hydrae almacena tanta agua que se podrían llenar varios miles de océanos terrestres.
“Ya hemos reservado tiempo de observación de Herschel para estudiar otros tres discos protoplanetarios entorno a otras estrellas”, confirma Hogerheijde.
“Esperamos encontrar resultados similares a los de TW Hydrae, aunque como ahora estudiaremos objetos que están hasta tres veces más lejos, harán falta muchas más horas de observación”.
Esta investigación abre las puertas a una nueva forma de comprender el papel que juega el agua en los discos protoplanetarios, y ofrece a los científicos un nuevo campo de pruebas para investigar cómo llegó el agua a nuestro planeta.
“Gracias a Herschel podemos seguir el rastro del agua a través de todos los pasos del proceso de formación de las estrellas y de los planetas”, comenta Göran Pilbratt, Científico del Proyecto Herschel para la ESA.
“En TW Hydrae estamos observando la ‘materia prima’ a partir de la cual se terminarán formando nuevos planetas, lo que nos ayuda a comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar en el que vivimos”.
Fuente: http://www.esa.int/esaCP/SEM5QGGURTG_Spain_0.html
TW Hydrae es una estrella formada hace unos 5-10 millones de años, que se encuentra a tan sólo 176 años luz de la Tierra. Se encuentra en la última etapa de su proceso de formación y está rodeada por un disco de polvo y gas que se terminará condensando para dar lugar a todo un sistema de planetas.
Se piensa que una buena parte del agua de nuestro planeta llegó a bordo de los cometas que chocaron contra la Tierra durante sus primeras etapas de formación. Esta hipótesis está respaldada por el reciente descubrimiento realizado por Herschel de agua similar a la de nuestro planeta en un cometa, el 103P/Hartley 2. Sin embargo, hasta ahora no se conocía la posibilidad de que existiesen reservas importantes de agua en los discos protoplanetarios que rodean a algunas estrellas.
Este descubrimiento, el primero de su clase, ha sido realizado con el instrumento HIFI de Herschel.
El satélite europeo detectó emisiones de vapor de agua a lo largo de todo el disco que se arremolina entorno a TW Hydrae. Se piensa que estas emisiones se producen cuando la radiación ultravioleta interestelar calienta el hielo incrustado en los granos de polvo que conforman el disco. Esta reserva de agua podría ser un importante aporte para los planetas que se terminarán formando entorno a esta joven estrella.
“Este fenómeno podría ser parecido a lo que ocurrió en nuestro propio Sistema Solar, en el que los granos de polvo cargados de hielo se fueron agregando para formar cometas”, explica Michiel Hogerheijde de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, quien dirigió este estudio.
“Pensamos que los cometas fueron una fuente importante de agua para los planetas de nuestro Sistema Solar”.
Los científicos han realizado detalladas simulaciones que combinan estos nuevos resultados con las observaciones realizadas anteriormente desde tierra y con los datos del telescopio Spitzer de la NASA, lo que les ha permitido calcular el volumen de las reservas de hielo de este disco protoplanetario.
Sus resultados indican que el disco entorno a TW Hydrae almacena tanta agua que se podrían llenar varios miles de océanos terrestres.
“Ya hemos reservado tiempo de observación de Herschel para estudiar otros tres discos protoplanetarios entorno a otras estrellas”, confirma Hogerheijde.
“Esperamos encontrar resultados similares a los de TW Hydrae, aunque como ahora estudiaremos objetos que están hasta tres veces más lejos, harán falta muchas más horas de observación”.
Esta investigación abre las puertas a una nueva forma de comprender el papel que juega el agua en los discos protoplanetarios, y ofrece a los científicos un nuevo campo de pruebas para investigar cómo llegó el agua a nuestro planeta.
“Gracias a Herschel podemos seguir el rastro del agua a través de todos los pasos del proceso de formación de las estrellas y de los planetas”, comenta Göran Pilbratt, Científico del Proyecto Herschel para la ESA.
“En TW Hydrae estamos observando la ‘materia prima’ a partir de la cual se terminarán formando nuevos planetas, lo que nos ayuda a comprender mejor cómo se formó el Sistema Solar en el que vivimos”.
Fuente: http://www.esa.int/esaCP/SEM5QGGURTG_Spain_0.html