Pakistán empieza a construir una presa de 12.000 millones de dólares
Mié, 19/10/2011
Pakistán inauguró hoy de forma simbólica en la Cachemira bajo su soberanía, en el norte del país, la construcción de una presa con una capacidad estimada de 4.500 megavatios y una inversión requerida de 12.000 millones de dólares.
Tras poner la primera piedra, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, describió el proyecto hidroeléctrico como el "salvavidas" para el país, que está sufriendo una severa crisis energética, según la agencia estatal APP.
La presa de Diamir-Bhasha, que almacenará las aguas del río Indo, está proyectada en la región norteña de Gilgit-Baltistán, parte del territorio histórico de Cachemira, que la India y Pakistán se disputan desde la partición de subcontinente, en 1947.
Guilani aseguró que el ambicioso proyecto permitirá que siga funcionando otra presa construida hace 35 años, la de Tarbela, más al sur, e informó de que la capacidad de generación media de la presa será de 4.500 megavatios.
El primer ministro agradeció la ayuda a los donantes extranjeros y se disculpó por que la construcción de la presa no haya empezado antes.
Aunque no precisó cuántos años durarán los trabajos, la prensa local estima que la presa tardará once años en ponerse en funcionamiento.
Pakistán sufre una severa crisis energética que le está obligando a considerar grandes importaciones de Irán y Asia Central o acudir a todo tipo de fuentes de energía locales.
Urbes como Karachi, la capital financiera de Pakistán, sufren cortes del suministro que pueden llegar a ser de más de diez horas.
En las últimas semanas ha habido manifestaciones en las principales ciudades del país para protestar por los continuos apagones.
Tras poner la primera piedra, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, describió el proyecto hidroeléctrico como el "salvavidas" para el país, que está sufriendo una severa crisis energética, según la agencia estatal APP.
La presa de Diamir-Bhasha, que almacenará las aguas del río Indo, está proyectada en la región norteña de Gilgit-Baltistán, parte del territorio histórico de Cachemira, que la India y Pakistán se disputan desde la partición de subcontinente, en 1947.
Guilani aseguró que el ambicioso proyecto permitirá que siga funcionando otra presa construida hace 35 años, la de Tarbela, más al sur, e informó de que la capacidad de generación media de la presa será de 4.500 megavatios.
El primer ministro agradeció la ayuda a los donantes extranjeros y se disculpó por que la construcción de la presa no haya empezado antes.
Aunque no precisó cuántos años durarán los trabajos, la prensa local estima que la presa tardará once años en ponerse en funcionamiento.
Pakistán sufre una severa crisis energética que le está obligando a considerar grandes importaciones de Irán y Asia Central o acudir a todo tipo de fuentes de energía locales.
Urbes como Karachi, la capital financiera de Pakistán, sufren cortes del suministro que pueden llegar a ser de más de diez horas.
En las últimas semanas ha habido manifestaciones en las principales ciudades del país para protestar por los continuos apagones.