Valoración del final de la Campaña en Riegos del Alto Aragón

Mar, 18/10/2011

El pasado día 14 de octubre de 2011 la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón finalizó una campaña de riego marcada por la moderación del consumo de agua a través del establecimiento de prorrateos en función de los pedidos medios.

El día de cierre de campaña la reserva útil de agua en el conjunto de todos los embalses de sistema Gállego-Cinca, de los que se beneficia Riegos del Alto Aragón, era de 89 hectómetros cúbicos, cantidad que continua descendiendo como consecuencia de las altas temperaturas y los abastecimientos a granjas, industrias y poblaciones efectuados a lo largo del fin de semana.

Como dato importante a tener en cuenta, resaltar la situación de los embalses de Búbal, Lanuza y El Grado cuya reserva útil se encuentra en términos negativos, lo que significa que incluso se está produciendo disminución de aquellos volúmenes de embalse que generalmente no se explotan. Esta cuestión es relevante ya que de continuar la sequía y acentuarse estos niveles, sobre todo en el Embalse del Grado, la recuperación de la reserva de agua de los embalses sería todavía más complicada.

Esta situación contrasta con los 471 hectómetros cúbicos útiles existentes en el sistema a la misma fecha del año pasado y sobre todo con el vertido de 1000 hectómetros cúbicos a los largo del año 2010.

La Comisión de Uso de las Agua de Riegos del Alto Aragón valora esta situación como dramática debido a las nulas precipitaciones en todo el sistema regable y en las cabeceras de los ríos Gállego y Cinca, lo que hace que a fechas en las que generalmente se ha comenzado la recuperación de la reserva la situación sea todavía de pérdida de reserva útil.

Entiende esta situación como fruto de la falta de operatividad en la puesta en funcionamiento de planes de regulación eficaces que aseguren que Aragón cuente con unas garantías de suministro de agua similares a las de otras Comunidades Autónomas.
Lamenta que baste tan solo un verano seco para poner en jaque la economía agraria de cinco comarcas aragonesas y compromete severamente la próxima campaña agraria en un momento económico como el actual. No resulta- según la Comisión- admisible que los regantes tengan que hacer frente a costosas modernizaciones por el compromiso adquirido con la sociedad de hacer un mejor uso del agua, cuando la administración no cumple con su deber de garantizar unas condiciones adecuadas para el desarrollo económico de los territorios.