El riesgo de gota fría se mantiene hasta el 15 de noviembre

Lun, 17/10/2011

ABC

Han transcurrido casi 30 años desde aquel 20 de octubre de 1982 en el que las lluvias torrenciales en la cabecera del Júcar se llevaron por delante la presa de Tous, anegando los municipios más próximos al pantano.

Al menos 25 personas perdieron la vida en las inundaciones y cientos de habitantes de localidades como Alzira y Carcagente tuvieron que abandonar sus viviendas y refugiarse en las montañas. En poblaciones como Gavarda, Beneixida o Sumacàrcer, el agua llegó a alcanzar los nueve metros de altura, por lo que las labores de rescate se tuvieron que efectuar mediante helicópteros y lanchas neumáticas. En el paraje de Casa del Barón, se llegaron a recoger 1.150 litros de agua por metro cuadrado en menos de 24 horas.

Pese a que su recuerdo aún está muy reciente para muchos, no ha sido la mayor tragedia provocada por las lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana. La riada del 13 y 14 de octubre de 1957 destruyó más de 800 viviendas y causó cerca de un centenar de muertos.

Ha transcurrido más de medio siglo. La Comunidad Valenciana ha vivido durante las últimas semanas un inicio de Otoño extraordinariamente caluroso en el que algunas poblaciones registraron el pasado miércoles su récord histórico de altas temperaturas para el mes de octubre: Utiel alcanzó una máxima de 32,4 grados y Morella se situó en los 30.

Tan sólo este fin de semana, se ha roto la tendencia gracias a la entrada de viento de Levante, que ha propiciado un descenso de las temperaturas de entre cuatro y seis grados en distintos puntos de la región.

El meteorólogo de Ràdio Nou, Jovi Esteve, advierte que la Comunidad Valenciana se encuentra inmersa en riesgo de gota fría hasta la primera mitad del mes de noviembre, debido a que el mar conserva todavía el calor del verano: en algunos puntos del litoral, el agua registraba la semana pasada hasta 24 grados en superficie, si bien llegó a alcanzar los 30 grados en septiembre. No obstante, Esteve puntualiza que un verano tan caluroso como el último no tiene por qué preceder a un otoño con lluvias torrenciales.

Para que se produzca el fenómeno conocido como gota fría deben coincidir además otros otros dos factores: la presencia de embolsamientos de aire frío a gran altitud, con presencia de vientos húmedos. Estos últimos provocan el descenso de las bolsas de aire que, ante las altas temperaturas del mar, pueden dar lugar a fuertes precipitaciones como las registradas en octubre de 2007 y 2008. En el caso de 2007, murió una mujer en Verger y sufrieron inundaciones municipios como Calpe, Denia y Jávea.

En principio, la configuración de los anticiclones y borrascas en torno a la Península ibérica descartan por completo este riesgo durante toda la próxima semana, señala Jovi Esteve. Pero el peligro no se habrá disipado por completo hasta que concluya la primera quincena de noviembre.