La crisis hace que la desalinizadora de El Prat retrase su reactivación

Mar, 11/10/2011

EFE

El ritmo de producción de agua de la desalinizadora de El Prat (Barcelona) no aumentará hasta que los embalses de las cuencas internas de Cataluña caigan por debajo del 70 %, en vez del 80 % previsto en el actual protocolo de actuación, debido a la mala situación económica y a los cambios en el consumo.
Según este protocolo, cuando el nivel medio del agua acumulada en los embalses de las cuencas internas catalanas bajara del 80 % -algo que se ha producido en los últimos días al encontrarse ahora en el 78,13 %- la desalinizadora de El Prat de Llobregat (con una capacidad de 60 hm³) debía ir incrementando el funcionamiento de sus diez unidades productivas.
Sin embargo, fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) han informado a Efe de que este baremo se ha tenido que revisar debido a la coyuntura económica "que no permite trabajar con tanta comodidad como la que pretendía el anterior protocolo".
Por otro lado, informan las mismas fuentes, los nuevos hábitos de consumo, con una mayor capacidad de ahorro por parte de los consumidores, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona, han permitido alcanzar un ritmo en el descenso de las reservas menor del que antiguamente se verificaba.
Desde su puesta en funcionamiento, en julio de 2009, esta desalinizadora propiedad de Aigües Ter Llobregat -y la principal obra impulsada por el anterior ejecutivo para garantizar el suministro de agua en el área de Barcelona- ha trabajado a un ritmo reducido, sobre todo dirigido a mantener los circuitos de la instalación en condiciones adecuadas.
Las reservas de agua acumuladas en los embalses catalanes durante los últimos ejercicios, que han sido especialmente lluviosos, han evitado que esta gran infraestructura -que se comenzó a construir en mitad de la grave sequía que obligó a importar agua a la capital catalana en barco- tuviera que funcionar a mayor rendimiento.
De esta forma se ha evitado también tener que pagar unos costes de producción de agua de 0,60 euros por metro cúbico, explican desde el ACA.
Sobre el actual estado de los principales embalses de las cuencas internas destaca el de Susqueda, que se encuentra al 94,63 % de su capacidad (220 hm³ almacenados); el 60,28 % en el de Sau (99,62 hm³); el 72,6 % en La Baells (79,47 hm³) o el 85,47 % de La Llosa del Cavall.
Mientras que el nivel de los embalses de las cuencas internas se encuentra todavía en un aceptable 78,13 % de su capacidad global (542,6 hectómetros cúbicos almacenados) frente a los 80,29 % del año pasado en estas mismas fechas, la situación en los pantanos catalanes del Ebro es bastante peor.
La reserva general de los embalses del Ebro, la otra cuenca que afecta al territorio catalán, acumula 3.102 hm³, un 41,3 % de su capacidad total (hace un año ese porcentaje era del 60,7 %) y un 0,9 menos que hace una semana.
Aunque el de Ribarroja esté a un esplendoroso 96 % de sus 210 hm³, el resto de los principales embalses del Ebro catalanes o limítrofes ofrecen datos mucho menos halagüeños: Mequinenza (674 hm³ y 44 % de su capacidad), Rialb (195 hm³ y 48 %), Oliana (42 hm³ y 44%), Canelles (257 hm³ y 38 %) o Tremp (101 hm³ y 49 %).
De la misma forma, los caudales del Ebro a su paso por Ascó y Tortosa han bajado unos 30 metros cúbicos por segundo en comparación al 10 de octubre de 2010, de 140 a 173 m³/s y de 103 a 130 m³/s, respectivamente.
También su principal afluente en la zona, el Segre, registra niveles por debajo de los registrados hace ahora un año, como los 22,7 m³/s en Serós (frente a los 25,30 del 10 de octubre de 2010).