Pontevedra aprueba un decreto para paliar la sequía y pide a Ence que reduzca su consumo

Dom, 09/10/2011

Diario de Arousa

La escasez de precipitaciones n de los últimos meses está provocando los primeros problemas en el abastecimiento de agua en la comarca de Pontevedra. En pleno mes de octubre y después de que la falta de lluvia haya llevado a que en los últimos tres días el nivel del río Lérez haya bajado un metro, el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, firmó ayer un decreto con una serie de medidas para reducir el consumo de agua. De forma paralela, el gobierno local ya pidió formalmente a la pastera Ence que reduzca también el uso de agua para su actividad industrial. Ahora, el gobierno local espera que Aguas de Galicia, competente en la materia, transmita el requerimiento a la empresa, que según los datos municipales consume cada año entre 9 y 14 millones de metros cúbicos de agua.

La concejala de Servicios, Carme da Silva, aseguró ayer que aunque el abastecimiento de agua sigue garantizado porque el embalse de Pontillón do Castro todavía mantiene niveles altos, Ence está consumiendo más agua de la que gasta, tal y como demuestra la cantidad de agua que se libera en el aliviadero de Monte Porreiro. "Paréceme incomprensible que co problema de sequía que está a haber, Ence se permita dispoñer de máis auga da que dispón", aseguró Da Silva.

El decreto también pide a Sanxenxo, uno de los ayuntamientos junto a Bueu, Marín y Poio que reciben agua desde Pontevedra, que en la medida de lo posible se abastezca del embalse del Umia. Asimismo, fija la limitación del riego en jardines y el baldeo de agua para la limpieza de las calles durante los próximos quince días como medida temporal, ampliable si la situación no mejora.

Mientras, el alcalde de Caldas, José Manuel Rey, avanzó ayer que tan sólo puede garantizar el abastecimiento de agua a la población hasta este domingo debido a la alta concentración de cianobacterias en el embalse del que se nutre la población pontevedresa.

Desde ayer la ciudad ya comenzó a captar agua del embalse de O Pontillón, cerrado desde el pasado mes de mayo. Con esta medida se pretende ampliar el caudal del río Lérez y aumentar la captación que en estes momentos ronda tan sólo el 40% debido a los bajos niveles registrados. Da Silva quiso enviar un mensaje de tranquilidad a la población y aseguró que el abastecimiento doméstico está garantizado, ya que en el caso de que la situación empeore las primeras restricciones se aplicarían en el suministro industrial.