La Xunta propone obras por 10,7 millones para evitar inundaciones
Sáb, 17/09/2011
La Xunta de Galicia tramita la puesta en marcha del Plan Hidrológico Galicia Costa. Se trata de un instrumento para la planifi cación de los recursos hídricos que trata de responder a las directrices establecidas en la Directiva marco del agua que ha elaborado la Unión Europea. A través de estos planes se trata de establecer unas medidas que permitan la protección de las aguas superfi ciales continentales, las aguas de transición, las aguas costeras y las subterráneas, todo ello con el fi n de prevenir el deterioro y mejorar el estado de los ecosistemas acuáticos, promover un uso sostenible del agua, incidir en la protección y la mejora del medio acuático a través de la reducción de vertidos, garantizar la reducción progresiva de la contaminación del agua subterránea y contribuir a paliar los efectos de inundaciones y sequías.
Con el fi n de alcanzar todos estos objetivos, el Plan Hidrológico propone un programa de medidas que abarcan diversos aspectos, desde actuaciones de saneamiento y depuración, a obras de abastecimiento, otras destinadas a prevenir inundaciones e incluso la regeneración de ciertas zonas litorales. Dentro de este paquete de medidas, las dirigidas específi camente a la comarca arousana precisarían de una inversión por parte de las Administraciones de más de 26 millones y medio de euros, concretamente 26.592.000 euros. Sin duda una de las líneas de acción que deberían tener mayor repercusión es la destinada a evitar inundaciones como las que hace un lustro ocasionaron un auténtico estrago en Vilagarcía. Para ello este documento prevé una serie de obras en la comarca por importe de 10,7 millones. Entre las actuaciones previstas para la comarca hay algunas encaminadas a mejorar el saneamiento y el abastecimiento de agua, destinadas a mejorar la calidad ambiental las primeras y a garantizar el suministro las segundas, que se han incluido en lo que se ha denominado como Plan Auga. Otras medidas prevén la mejora ambiental de ríos y entornos naturales, y son las que le corresponderían a la dirección xeral de Conservación da Natureza. El programa de medidas se ocupa también de los embalses, de los grandes puertos y de obras en el litoral cuya ejecución sería responsabilidad del departamento de Costas.
Aunque todas las medidas que prevé el Plan Hidrológico que tramita la Xunta son importantes, sin duda las más urgentes son las encaminadas a evitar los fenómenos extremos, fundamentalmente sequías e inundaciones. Estas toman un relieve especial en algunas zonas especialmente castigadas por esos fenómenos, y la comarca arousana es una de ellas.
Efectivamente, los habitantes de Valga han sufrido en muchas ocasiones las consecuencias de las inundaciones, y en Vilagarcía serán difíciles de olvidar las que se vivieron hace cinco años. En el caso de la capital arousana, las obras dirigidas a evitar episodios como los vividos en el 2006 se centran sobre todo en el río de O Con. La Xunta recomienda poner en marcha la segunda fase del acondicionamiento hidráulico de ese curso ? uvial, en el que sería preciso invertir casi ocho millones de euros -en concreto, 7,83-. Hace pocos días se refi rió a ello el alcalde Tomás Fole, quien explicaba que la puesta en marcha de este proyecto está pendiente de dos decisiones. La primera, qué hacer con el puente de Vista Alegre; la segunda, cómo resolver el problema de la desembocadura del río, ocupada ahora mismo por una nave comercial instalada en una concesión portuaria. Una vez tomadas esas decisiones podría impulsarse la segunda fase de obras en el río. El caso de Valga En el caso de Valga, la solución a los problemas de crecidas incluiría la realización de mejoras en el río Soutiño. Sería una obra que competiría, igual que la anterior, a Augas de Galicia, y que supondría un desembolso de 1,74 millones de euros.
Con el fi n de alcanzar todos estos objetivos, el Plan Hidrológico propone un programa de medidas que abarcan diversos aspectos, desde actuaciones de saneamiento y depuración, a obras de abastecimiento, otras destinadas a prevenir inundaciones e incluso la regeneración de ciertas zonas litorales. Dentro de este paquete de medidas, las dirigidas específi camente a la comarca arousana precisarían de una inversión por parte de las Administraciones de más de 26 millones y medio de euros, concretamente 26.592.000 euros. Sin duda una de las líneas de acción que deberían tener mayor repercusión es la destinada a evitar inundaciones como las que hace un lustro ocasionaron un auténtico estrago en Vilagarcía. Para ello este documento prevé una serie de obras en la comarca por importe de 10,7 millones. Entre las actuaciones previstas para la comarca hay algunas encaminadas a mejorar el saneamiento y el abastecimiento de agua, destinadas a mejorar la calidad ambiental las primeras y a garantizar el suministro las segundas, que se han incluido en lo que se ha denominado como Plan Auga. Otras medidas prevén la mejora ambiental de ríos y entornos naturales, y son las que le corresponderían a la dirección xeral de Conservación da Natureza. El programa de medidas se ocupa también de los embalses, de los grandes puertos y de obras en el litoral cuya ejecución sería responsabilidad del departamento de Costas.
Aunque todas las medidas que prevé el Plan Hidrológico que tramita la Xunta son importantes, sin duda las más urgentes son las encaminadas a evitar los fenómenos extremos, fundamentalmente sequías e inundaciones. Estas toman un relieve especial en algunas zonas especialmente castigadas por esos fenómenos, y la comarca arousana es una de ellas.
Efectivamente, los habitantes de Valga han sufrido en muchas ocasiones las consecuencias de las inundaciones, y en Vilagarcía serán difíciles de olvidar las que se vivieron hace cinco años. En el caso de la capital arousana, las obras dirigidas a evitar episodios como los vividos en el 2006 se centran sobre todo en el río de O Con. La Xunta recomienda poner en marcha la segunda fase del acondicionamiento hidráulico de ese curso ? uvial, en el que sería preciso invertir casi ocho millones de euros -en concreto, 7,83-. Hace pocos días se refi rió a ello el alcalde Tomás Fole, quien explicaba que la puesta en marcha de este proyecto está pendiente de dos decisiones. La primera, qué hacer con el puente de Vista Alegre; la segunda, cómo resolver el problema de la desembocadura del río, ocupada ahora mismo por una nave comercial instalada en una concesión portuaria. Una vez tomadas esas decisiones podría impulsarse la segunda fase de obras en el río. El caso de Valga En el caso de Valga, la solución a los problemas de crecidas incluiría la realización de mejoras en el río Soutiño. Sería una obra que competiría, igual que la anterior, a Augas de Galicia, y que supondría un desembolso de 1,74 millones de euros.