El viñedo sufre la sequía y anticipa una vendimia complicada
Vie, 02/09/2011
El verano anormalmente seco que ha padecido la región ha terminado provocando estrés hídrico en los viñedos de varias zonas de la Denominación de Origen Rioja Calificada. A fecha de hoy, con la vendimia iniciada en algunos lugares muy puntuales de La Rioja Baja (siempre más adelantada la maduración), las circunstancias son tales que muchos no se ponen de acuerdo si sería bueno un 'chaparrón' en La Rioja Alta o produciría más daño que beneficios en La Rioja Baja.
Tal vez, como sucede casi siempre en el sector, no pueden aplicarse argumentos idénticos para todo el conjunto de la DOC Rioja con suelos y microclimas tan diferenciados. Pero, en términos generales, los profesionales consultados coinciden en señalar que va a ser una vendimia «complicada» y en la que va a ser necesaria una selección previa y escalonada hasta en las mismas fincas. Casi todos hablan de maduración irregular, con un tempranillo adelantado, una maduración tardía en la garnacha y con una evolución de las variedades blancas de las que tuercen el gesto a los enólogos.
César del Río, viticultor y bodeguero de Cordovín, una localidad situada en las tierras altas y más frescas, lo reconocía ayer. «Mucho tiempo sin llover. Hay y va a haber problemas por zonas. Muchas cepas están sufriendo muchísimo», afirmó. Sequía por la cuenca alta del Najerilla. Maduración irregular en función de otros parámetros como suelo y orientación. «Vamos a ver lo que termina pasando», señaló. «Todavía -agregó- queda un mes para ver cómo evoluciona la situación, pero no vendría mal un chaparrón».
Las lluvias del final de agosto no han hecho ni refrescar el panorama. Julio Sáenz, enólogo de La Rioja Alta, bodega con propiedades en buena parte de la DOC Rioja, confirma las mismas impresiones. «Mucha sequía. Las imágenes del satélite nos lo están advirtiendo. En las zonas más frescas, menos. Sin embargo -añadió- hay otras que están sufriendo muchísimo».
Menos uva y menos peso. La sequía la sufren más zonas de laderas y cascajos, donde el viñedo tiene problemas. «En La Rioja Alta -añadió Julio Sáenz- nos queda un mes o más y vendría muy bien que lloviera. Pero tiene que hacerlo cuanto antes». Sáenz augura también una vendimia «complicada» y «con decisiones muy puntuales». Además recuerda algunos problemas de madera en las cepas viejas .
Otro enólogo, Rubén Provedo, de La Encina, en Briñas, lleva varios días catando uvas por toda la región. «Quedan -apunta- muchos días. Yo creo que la vendimia va a ser muy complicada. Hay cosas que están muy irregulares. La garnacha, por ejemplo, viene tardía. En La Rioja Baja he visto grado pero hay cosas que no saben a nada en boca. Las variedades blancas están como guisantes...».
También el Consejo Regulador hizo constar ayer, al dar cuenta de su segundo control de maduración de la uva, que la sequía «está condicionando la evolución de la maduración» en viñedos plantados en suelos más áridos y que no han tenido la posibilidad de contar con el aporte de agua de riego». No obstante, señaló que «la evolución de la maduración alcohólica y fenólica de la uva es buena en el conjunto de las 61.310 hectáreas de viñedo» de la DOC Rioja.
Tal vez, como sucede casi siempre en el sector, no pueden aplicarse argumentos idénticos para todo el conjunto de la DOC Rioja con suelos y microclimas tan diferenciados. Pero, en términos generales, los profesionales consultados coinciden en señalar que va a ser una vendimia «complicada» y en la que va a ser necesaria una selección previa y escalonada hasta en las mismas fincas. Casi todos hablan de maduración irregular, con un tempranillo adelantado, una maduración tardía en la garnacha y con una evolución de las variedades blancas de las que tuercen el gesto a los enólogos.
César del Río, viticultor y bodeguero de Cordovín, una localidad situada en las tierras altas y más frescas, lo reconocía ayer. «Mucho tiempo sin llover. Hay y va a haber problemas por zonas. Muchas cepas están sufriendo muchísimo», afirmó. Sequía por la cuenca alta del Najerilla. Maduración irregular en función de otros parámetros como suelo y orientación. «Vamos a ver lo que termina pasando», señaló. «Todavía -agregó- queda un mes para ver cómo evoluciona la situación, pero no vendría mal un chaparrón».
Las lluvias del final de agosto no han hecho ni refrescar el panorama. Julio Sáenz, enólogo de La Rioja Alta, bodega con propiedades en buena parte de la DOC Rioja, confirma las mismas impresiones. «Mucha sequía. Las imágenes del satélite nos lo están advirtiendo. En las zonas más frescas, menos. Sin embargo -añadió- hay otras que están sufriendo muchísimo».
Menos uva y menos peso. La sequía la sufren más zonas de laderas y cascajos, donde el viñedo tiene problemas. «En La Rioja Alta -añadió Julio Sáenz- nos queda un mes o más y vendría muy bien que lloviera. Pero tiene que hacerlo cuanto antes». Sáenz augura también una vendimia «complicada» y «con decisiones muy puntuales». Además recuerda algunos problemas de madera en las cepas viejas .
Otro enólogo, Rubén Provedo, de La Encina, en Briñas, lleva varios días catando uvas por toda la región. «Quedan -apunta- muchos días. Yo creo que la vendimia va a ser muy complicada. Hay cosas que están muy irregulares. La garnacha, por ejemplo, viene tardía. En La Rioja Baja he visto grado pero hay cosas que no saben a nada en boca. Las variedades blancas están como guisantes...».
También el Consejo Regulador hizo constar ayer, al dar cuenta de su segundo control de maduración de la uva, que la sequía «está condicionando la evolución de la maduración» en viñedos plantados en suelos más áridos y que no han tenido la posibilidad de contar con el aporte de agua de riego». No obstante, señaló que «la evolución de la maduración alcohólica y fenólica de la uva es buena en el conjunto de las 61.310 hectáreas de viñedo» de la DOC Rioja.