La Consellería de Medio Ambiente construirá un sistema para el trasvase de agua de los ríos Verdugo al Oitavén, donde se encuentra el embalse de Eiras, con el objetivo de garantizar el suministro de Vigo y su entorno. El conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, se reunió ayer con los alcaldes de Vigo, Fornelos de Montes, Ponte Caldelas y Soutomaior para analizar el impacto de las obras, que estarán diseñadas en dos meses, en estos municipios. La decisión llega tras un verano en el que la falta de lluvias, que se arrastra de la primavera -la más seca en 50 años-, llevó al regidor vigués, el socialista Abel Caballero, a pedir ahorro de agua a los vecinos, aunque no puso en marcha ninguna medida restrictiva. La pasada semana, Caballero alertó de que, si no llueve, la ciudad tendrá problemas de abastecimiento en noviembre. "Fue una buena reunión, pero tres meses más tarde de lo que tendría que haberse celebrado", criticó ayer Caballero.

La presa de Eiras está al 64,8% de ocupación, 14,4 puntos por debajo del agua embalsada en las mismas fechas del pasado año. Vigo se abastece también del embalse de Zamáns, pero solo tiene capacidad para dos hectómetros cúbicos, frente a los 21 de Eiras. La situación es "preocupante pero no alarmante", valoró el conselleiro.

En los próximos dos meses, una comisión compuesta por técnicos de las administraciones locales, la Xunta y de la empresa concesionaria del abastecimiento analizará de forma "consensuada" el trazado del trasvase y el punto de captación y entrega que deberán ser "admisibles ambientalmente y socialmente aceptados", explicó Hernández. Medio Ambiente considera dos posibles trazados, uno de los cuales estaría terminado en un año y otro, más complicado, que incluye la construcción de un túnel, de mayor coste y tiempo de ejecución. Caballero estimó el presupuesto de las obras en más de 15 millones de euros y reclamó que la actuación se haga por vía de urgencia, para que esté lista el próximo verano.