Las tormentas solo permiten ahorrar tres días de consumo en el embalse de Baiona
Lun, 29/08/2011
San Bartolomé [24 de agosto], tormentas ha de haber»), sino por su extraordinaria intensidad. «No es habitual que hayan sido torrenciales», asegura. Pero lo fueron. Especialmente en Vigo. En pocos minutos, una tromba de agua inundó el centro. MeteoGalicia recogió allí 17 litros por metro cuadrado en diez minutos, lo que indica que hubo picos de intensidad de más de 100 litros en una hora. Ese domingo, el sur de Pontevedra acumuló más lluvia que en todo el verano. Las lluvias torrenciales del pasado domingo no han aliviado la sequía que padecen varias zonas de Galicia ni la escasez de reservas en los embalses gallegos, muy mermadas desde la primavera. «No han arreglado el problema porque las lluvias convectivas, del tipo de chubascos fuertes, tienen poca calidad hidrológica, la mayor parte del agua se pierde rápidamente con las escorrentías», explica Taboada.
Así, según los últimos datos de Augas de Galicia, el embalse de Baiona ha vuelto a bajar: de un 15,7 % de ocupación al actual 14,9 %. En ese concello pontevedrés la falta de agua sigue siendo preocupante, aunque el suministro está asegurado gracias al enganche a la presa de Zamáns, en Vigo, a través de Nigrán. La tormenta del domingo supuso un pequeño alivio ya que el agua recogida en el embalse aquella jornada solo supone un ahorro aproximado de tres días de consumo.
También continúan los problemas de escasez en Lugo y en concellos coruñeses como Coristanco, Muxía y Cabanas. En este último, la presa local vuelve a estar en niveles mínimos y han tenido que volver a suministrar agua del embalse vecino de Pontedeume a algunas horas. En la Terra Chá, el municipio de Xermade lleva días usando pozos de barrena para lograr más reservas, y en el de Pol, más de medio centenar de casas de varias parroquias siguen recibiendo agua con un camión cisterna que hace cinco viajes al día y transporta unos 20.000 litros.
Así, según los últimos datos de Augas de Galicia, el embalse de Baiona ha vuelto a bajar: de un 15,7 % de ocupación al actual 14,9 %. En ese concello pontevedrés la falta de agua sigue siendo preocupante, aunque el suministro está asegurado gracias al enganche a la presa de Zamáns, en Vigo, a través de Nigrán. La tormenta del domingo supuso un pequeño alivio ya que el agua recogida en el embalse aquella jornada solo supone un ahorro aproximado de tres días de consumo.
También continúan los problemas de escasez en Lugo y en concellos coruñeses como Coristanco, Muxía y Cabanas. En este último, la presa local vuelve a estar en niveles mínimos y han tenido que volver a suministrar agua del embalse vecino de Pontedeume a algunas horas. En la Terra Chá, el municipio de Xermade lleva días usando pozos de barrena para lograr más reservas, y en el de Pol, más de medio centenar de casas de varias parroquias siguen recibiendo agua con un camión cisterna que hace cinco viajes al día y transporta unos 20.000 litros.