Según el Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica MIño Sil,"de nada vale la retirada manual de fangos, sino que actuamos en otras vías que ayuden a evitar y solventar las causas que producen la contaminación de estos y de otros embalses de la cuencas del Miño Sil que son sensibles a sufrir este tipo de contaminación por algas tóxicas o cianobacterias". El motivo es también el continuado vertido en las últimas décadas de los restos de una producción agropecuarias intensiva y excesiva en fertilizantes químicos.

Estos otros embalses con con el de As Conchas,los de Belesar, Frieira, Castrelo de Miño, Santiago en Valdeorras y un tramo del río Teo todos ellos son susceptibles de sufrir este mismo proceso de eutrofización.

"Por esto estamos trabajando en varias vías, en el caso de As Conchas y junto con el análisis de todas las aguas, para saber cuantos y qué tipos de vertidos les están llegando, estamos elaboando un plan de trabajo, con investigadores de la Universidad de Santiago e Compostela, para retirar los máximos nutrientes (abonos y fertilizante) acumulados en el fondo de la presa de As Conchas". De otro modo el proceso de explosión de esta cianobacterias o algas tóxicas,como se las conoce vulgarmente, seguirán proliferando ando que se alimentan y crecen en ese ambiente pródigo en nitrógeno.

El cambio climático podría estar agravado además el problema de eutrofización o degradación de estas aguas por el crecimiento excesivo de la biomasa de algas que lo invade, pues "normalmente esta explosión se producía en el mes de septiembre y este año en As Conchas el agua aparecía ya de color verdoso desde el mes de abril favorecida por las altas temperaturas y la sequía más fuerte de los últimos 50 años, dos condiciones que ayudan al crecimiento de estas algas", explica Xoán Nóvoa.

Todos los proyectos de la Confederación Hidrográfica pretenden atajar de raíz un problema que, son conscientes, no va a solucionarse con la retirada de algas iniciada ayer.