Los proyectos contra la contaminación del Mar Menor por nitratos siguen estancados

Vie, 19/08/2011

La Verdad



A la vista de nadie y, a la vez, de cualquiera. Así están las dos tuberías por las que llegan a diario a la desembocadura de la rambla del Albujón, y de ésta al Mar Menor (en el límite entre los municipios de Cartagena y Los Alcázares), millones de litros de agua mezclada con productos químicos utilizados en los cultivos agrícolas de la comarca. Perfectamente visibles bajo el puente de la carretera vieja de El Algar, los tubos echan al cauce un líquido que altera el equilibrio biológico de la laguna salada mediante el incremento de nutrientes, que según distintos estudios científicos es una de las principales causas de la proliferación de medusas.

Aunque la puesta en marcha de la depuradora de Los Alcázares, inaugurada en 2009, ha contribuido de forma determinante a la mejora del calidad del agua en el Mar Menor, al eliminar el vertido de aguas residuales de viviendas o industrias, el drenaje agrícola sigue siendo un foco de contaminación pese a los planes de las administraciones públicas para ponerle fin.

Así lo denunció ayer la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), que mostró a 'La Verdad' sobre el terreno cómo el flujo impregnado en especial de nitratos y fosfatos por efecto de las escorrentías llega a la rambla a unos doscientos metros de la línea costera, junto a la Marina del Carmolí.

Según distintos estudios científicos, entre ellos el Plan de Cuenca de la Confederación Hidrográfica del Segura, antes de la apertura de la citada nueva depuradora el Mar Menor recibía cada año entre 2.500 y 3.000 toneladas de nitratos y fosfatos disueltas en las aguas residuales urbanas y en el drenaje agrícola fundamentalmente por las ramblas de El Albujón y Miranda.

Datos más recientes divulgados por el grupo de investigación de Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la Universidad de Murcia (UMU), que dirige el catedrático Ángel Pérez Ruzafa, muestran que el entorno del Mar Menor hay 36 puntos de entrada de agua, cinco más que en el año 2007. Como recordó ayer la organización ecologista Anse, según el estudio de la UMU uno de los caudales máximos corresponde a la rambla del Albujón.

En definitiva, el mar interior, que tiene 135 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 7 metros, recibe componentes orgánicos que reducen el oxígeno y facilitan el crecimiento de algas y medusas, en su mayoría de las especies 'Rhizostoma pulmo' y 'Cotylorhiza tuberculata'. El director de Anse, Pedro García, recordó que ha habido distintos proyectos que han tenido como objetivo, en una comarca seca como la del Campo de Cartagena, reutilizar al máximo las aguas en las agricultura y en otros usos.

«Desgraciadamente a pesar de las infraestructuras construidas, buena parte de las aguas depuradas que genera la población sigue arrojándose sobre todo al Mediterráneo a través de emisarios submarinos, como ocurre con las depuradoras de San Javier y San Pedro del Pinatar a través del emisario de este último municipio, y con la depuradora Sur del Mar Menor (que lleva las aguas de La Manga y el sur de la laguna), a través del emisario de Cala Reona», lamentó García.

Éste añadió que uno de los mayores problemas es que hay «mucha filtración de aguas salobres desde el subsuelo a través de las redes de alcantarillado y eso dificulta enormemente su reutilización».

El colectivo ecologista destaca dos actuaciones prioritarias pendientes de llevar a la práctica: la ampliación Pedro García muestra las dos tuberías de drenaje de aguas agrícolas que llegan a la rambla del Albujón, cerca del Mar Menor.