La modernización del regadío no comporta un ahorro de agua, según la UdL
Jue, 04/08/2011
Una tesis doctoral realizada por el profesor del Departamento de Ingeniería Agroforestal de la Universitat de Lleida (UdL), Lluís Cots, demuestra que la modernización del regadío no comporta siempre un ahorro de agua.
Según ha informado hoy el centro, la tesis se ha basado en un modelo que permite cuantificar los recursos hídricos actuales y simular los que estarían disponibles en un futuro si se modernizaran los regadíos.
Los datos, que se han obtenido midiendo durante 3 años (2000-2002) la variación de caudal del río Corb en su confluencia con el Segre, a la altura de la población leridana de Vilanova de la Barca, han sido analizados en un modelo de simulación realizado por este profesor.
Dicha simulación ha permitido prever cómo afectaría un cambio del sistema riego actual de superficie (o riego de gravedad) al de presión (aspersión y goteo).
Según la tesis, durante el periodo analizado se ha constatado que se derivaron por término medio del río Segre 651,5 hectómetros cúbicos anuales de agua a los Canales de Urgell y que se recogieron 320,2 más, procedentes de la lluvia, y 3,9 de las entradas superficiales y subterráneas externas a la zona regada.
Los recursos hídricos totales que entraron en esta área fueron de 975,6 hm3 y, de estos, 348,8 hm3, volvieron al río aguas abajo.
Es decir, los resultados muestran que del total de agua que entra en esta área a través del canal (300 hm3) y de la lluvia (139 hm3), un 65% por término medio se consume y el resto, un 35%, se descarga de nuevo en el río Segre.
El modelo de simulación aplicado pone de manifiesto pues, según este estudio, que si se produjera una modernización en las 70.000 hectáreas regadas por los Canales de Urgell disminuiría tanto la cantidad de agua que entraría al canal a través del Segre, en 89,4 hm3 menos, como el regreso al río aguas abajo, en 111,8 hm3, lo cual provocaría que las aportaciones del Segre se redujeran en 22,4 hm3.
Paralelamente, el consumo de agua necesaria -básicamente para el riego- aumentaría de los 625,2 hm3 a los 660,9 hm3. Esto se produciría siempre y cuando se mantuvieran los tipos de cultivos y su porcentaje actual, y únicamente se cambiara el sistema de riego.
La tesis doctoral añade, por otro lado, que implantar el 70% del riego con aspersión, y el resto con goteo, permitiría ampliar la zona regada en 5.000 hectáreas.
El estudio se ha realizado sobre 38.000 hectáreas de cultivo de riego drenadas por el río Corb, (básicamente en la comarca del Pla d'Urgell, parte de la de Urgell, la Noguera y el Segrià), que suponen un 43% del conjunto del área regada por los Canales de Urgell.
Según esta tesis, los planes de modernización de regadíos planteados por el Gobierno, que contemplan el ahorro de agua teniendo presente únicamente la disminución de la demanda de agua en origen, no son del todo correctos porque no tienen en cuenta los recursos que se liberan aguas abajo, ni la reutilización que se hace.
La UdK recuerda además, en este sentido, que otros estudios como el del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Zaragoza sobre el 'Efecto de la modernización de regadíos sobre la cantidad y la calidad de las aguas: la cuenca del Ebro como caso de Estudio', concluyen con unos resultados muy similares a los obtenidos por la UdL.
Según ha informado hoy el centro, la tesis se ha basado en un modelo que permite cuantificar los recursos hídricos actuales y simular los que estarían disponibles en un futuro si se modernizaran los regadíos.
Los datos, que se han obtenido midiendo durante 3 años (2000-2002) la variación de caudal del río Corb en su confluencia con el Segre, a la altura de la población leridana de Vilanova de la Barca, han sido analizados en un modelo de simulación realizado por este profesor.
Dicha simulación ha permitido prever cómo afectaría un cambio del sistema riego actual de superficie (o riego de gravedad) al de presión (aspersión y goteo).
Según la tesis, durante el periodo analizado se ha constatado que se derivaron por término medio del río Segre 651,5 hectómetros cúbicos anuales de agua a los Canales de Urgell y que se recogieron 320,2 más, procedentes de la lluvia, y 3,9 de las entradas superficiales y subterráneas externas a la zona regada.
Los recursos hídricos totales que entraron en esta área fueron de 975,6 hm3 y, de estos, 348,8 hm3, volvieron al río aguas abajo.
Es decir, los resultados muestran que del total de agua que entra en esta área a través del canal (300 hm3) y de la lluvia (139 hm3), un 65% por término medio se consume y el resto, un 35%, se descarga de nuevo en el río Segre.
El modelo de simulación aplicado pone de manifiesto pues, según este estudio, que si se produjera una modernización en las 70.000 hectáreas regadas por los Canales de Urgell disminuiría tanto la cantidad de agua que entraría al canal a través del Segre, en 89,4 hm3 menos, como el regreso al río aguas abajo, en 111,8 hm3, lo cual provocaría que las aportaciones del Segre se redujeran en 22,4 hm3.
Paralelamente, el consumo de agua necesaria -básicamente para el riego- aumentaría de los 625,2 hm3 a los 660,9 hm3. Esto se produciría siempre y cuando se mantuvieran los tipos de cultivos y su porcentaje actual, y únicamente se cambiara el sistema de riego.
La tesis doctoral añade, por otro lado, que implantar el 70% del riego con aspersión, y el resto con goteo, permitiría ampliar la zona regada en 5.000 hectáreas.
El estudio se ha realizado sobre 38.000 hectáreas de cultivo de riego drenadas por el río Corb, (básicamente en la comarca del Pla d'Urgell, parte de la de Urgell, la Noguera y el Segrià), que suponen un 43% del conjunto del área regada por los Canales de Urgell.
Según esta tesis, los planes de modernización de regadíos planteados por el Gobierno, que contemplan el ahorro de agua teniendo presente únicamente la disminución de la demanda de agua en origen, no son del todo correctos porque no tienen en cuenta los recursos que se liberan aguas abajo, ni la reutilización que se hace.
La UdK recuerda además, en este sentido, que otros estudios como el del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Zaragoza sobre el 'Efecto de la modernización de regadíos sobre la cantidad y la calidad de las aguas: la cuenca del Ebro como caso de Estudio', concluyen con unos resultados muy similares a los obtenidos por la UdL.