14.000 voluntarios se encargan del cuidado de la cuenca del Duero
Dom, 31/07/2011
Castilla y León es una comunidad solidaria, lo demuestran muchos datos y estadísticas, entre ellos, el del voluntariado medioambiental en el cuidado de la cuenca del principal río que cruza la región, el Duero. Desde que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino pusiera en marcha, en 2007, el programa 'Voluntariado en ríos' (incluido dentro de la Estrategia Nacional de restauración de cuencas), el número de personas que participan en él se ha multiplicado casi por diez. Ha pasado de 1.800 en la primera convocatoria a 14.000 en la de 2010, que es la que se ejecuta ahora. Ese aumento se debe también a un incremento en el número de proyectos seleccionados, en la primera convocatoria fueron seis; en 2010, un total de 13, y para la convocatoria de 2011, se han presentado 18.
El programa 'Voluntariado en ríos' lo pone en marcha la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y ofrece a los ciudadanos la posibilidad de participar de forma activa en la defensa de los ecosistemas fluviales, generando, al mismo tiempo, un compromiso social con los ríos. Para la CHD, este programa «ofrece una oportunidad tanto para potenciar la conservación y recuperación de los ríos y su entorno, como para la educación ambiental, recuperando estos espacios de gran valor natural para el uso y disfrute de los ciudadanos».
En concreto, de los 13 proyectos que se ejecutan este año en la cuenca del Duero, ocho son exclusivos, y otros cinco, compartidos con otras cuencas. Los primeros se desarrollan en las provincias de Burgos, León, Salamanca, Valladolid, Zamora y Orense, y los segundos, en Ávila, Segovia, Salamanca, Valladolid, León y Cantabria.
Los 14.000 voluntarios han trabajado en el Duero, pero también en otros ríos como Órbigo, Arlanza, Tormes o Támega. En ellos han desarrollado trabajos de cuidado de los ecosistemas fluviales, pero también de integración, ya que entre los voluntarios hay grupos de personas con discapacidad, jubilados o internos en prisiones.
«Nos encontramos en el momento de asumir una nueva concepción de los ríos, acorde con los principios de desarrollo sostenible, preservación de la calidad de las aguas y conservación de la biodiversidad, en la que todos tenemos que entender que son parte esencial de nuestra riqueza y elemento básico de nuestro patrimonio natural. El programa de 'Voluntariado en ríos', es una pieza importante en este proceso, un instrumento más para transmitir a los ciudadanos, grupos sociales y diferentes entidades un sentimiento de responsabilidad compartida sobre el entorno natural», explica la Confederación.
La Fundación de Iniciativas Locales de Castilla y León ha desarrollado en la localidad de Monleras (Salamanca) un proyecto de voluntariado fluvial para discapacitados psíquicos, en colaboración con la asociación Insolamis, dedicada a la integración sociolaboral de estas personas. El objetivo fue dar a conocer qué es un río a través de la convivencia y el trabajo a este colectivo que, normalmente, no trabaja en actividades de sensibilización ambiental.
Este es solo un ejemplo de la integración social que 'Voluntariado en ríos' está permitiendo llevar a cabo. Otro lo encontramos en los internos de las prisiones de León y Ávila. En el caso de la provincia abulense, un grupo de doce mujeres del Centro Penitenciario de Brieva desarrollaron el proyecto 'Moviéndonos por el río', que puso en marcha Cruz Roja y que utilizó el teatro como medio para explicar la importancia de los ríos y la conservación de sus cursos fluviales. De ahí nació 'Me río con el río', una obra teatral que giró en torno al río Adaja y en al que también fueron protagonistas directos los valores medioambientales e, indirectos, el refuerzo de la autoestima y la mejora del desarrollo personal de las reclusas.
Este proyecto no es el único que ha contado con la participación de presos. Un grupo de 29 internos del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León) ha formado parte del grupo de voluntarios que ha trabajado en la mejora ecológica del río Órbigo, dentro del proyecto realizado por la Asociación para el control de los incendios forestales, el fomento de la biodiversidad y la promoción de la investigación (CIBYA). La experiencia fue tan positiva que estos internos volvieron a participar en un segundo proyecto del programa 'Voluntariado en ríos', pero en esta ocasión en la provincia de Zamora, en Rabanales de Aliste, donde la Organización Tecnología, Educación, Medio Ambiente, Salud y Cooperación (TE+CO), ha desarrollado el proyecto 'Moviéndonos entre ríos: Mena y Cebal', con el objetivo de dar a conocer a la población la importancia de la dinámica de los cursos fluviales, mediante trabajos de campo o cursos de formación.
Personas con discapacidad, presos y jubilados han participado en alguno de estos proyectos. Concretamente, este último colectivo lleva tres años consecutivos cuidando de los ríos. La asociación de pensionistas y jubilados Cristo del Cabañón (CRISCA), de la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, creó en 2008 y 2009 una senda paralela a la margen izquierda del río Duero desde Quintanilla hasta el límite con Padilla de Duero y este año han continuado con ella, pero ahora, hasta el final del núcleo urbano.
El agua es fuente de vida y 'Voluntariado en ríos' demuestra que también lo es de integración social.
El programa 'Voluntariado en ríos' lo pone en marcha la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) y ofrece a los ciudadanos la posibilidad de participar de forma activa en la defensa de los ecosistemas fluviales, generando, al mismo tiempo, un compromiso social con los ríos. Para la CHD, este programa «ofrece una oportunidad tanto para potenciar la conservación y recuperación de los ríos y su entorno, como para la educación ambiental, recuperando estos espacios de gran valor natural para el uso y disfrute de los ciudadanos».
En concreto, de los 13 proyectos que se ejecutan este año en la cuenca del Duero, ocho son exclusivos, y otros cinco, compartidos con otras cuencas. Los primeros se desarrollan en las provincias de Burgos, León, Salamanca, Valladolid, Zamora y Orense, y los segundos, en Ávila, Segovia, Salamanca, Valladolid, León y Cantabria.
Los 14.000 voluntarios han trabajado en el Duero, pero también en otros ríos como Órbigo, Arlanza, Tormes o Támega. En ellos han desarrollado trabajos de cuidado de los ecosistemas fluviales, pero también de integración, ya que entre los voluntarios hay grupos de personas con discapacidad, jubilados o internos en prisiones.
«Nos encontramos en el momento de asumir una nueva concepción de los ríos, acorde con los principios de desarrollo sostenible, preservación de la calidad de las aguas y conservación de la biodiversidad, en la que todos tenemos que entender que son parte esencial de nuestra riqueza y elemento básico de nuestro patrimonio natural. El programa de 'Voluntariado en ríos', es una pieza importante en este proceso, un instrumento más para transmitir a los ciudadanos, grupos sociales y diferentes entidades un sentimiento de responsabilidad compartida sobre el entorno natural», explica la Confederación.
La Fundación de Iniciativas Locales de Castilla y León ha desarrollado en la localidad de Monleras (Salamanca) un proyecto de voluntariado fluvial para discapacitados psíquicos, en colaboración con la asociación Insolamis, dedicada a la integración sociolaboral de estas personas. El objetivo fue dar a conocer qué es un río a través de la convivencia y el trabajo a este colectivo que, normalmente, no trabaja en actividades de sensibilización ambiental.
Este es solo un ejemplo de la integración social que 'Voluntariado en ríos' está permitiendo llevar a cabo. Otro lo encontramos en los internos de las prisiones de León y Ávila. En el caso de la provincia abulense, un grupo de doce mujeres del Centro Penitenciario de Brieva desarrollaron el proyecto 'Moviéndonos por el río', que puso en marcha Cruz Roja y que utilizó el teatro como medio para explicar la importancia de los ríos y la conservación de sus cursos fluviales. De ahí nació 'Me río con el río', una obra teatral que giró en torno al río Adaja y en al que también fueron protagonistas directos los valores medioambientales e, indirectos, el refuerzo de la autoestima y la mejora del desarrollo personal de las reclusas.
Este proyecto no es el único que ha contado con la participación de presos. Un grupo de 29 internos del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas (León) ha formado parte del grupo de voluntarios que ha trabajado en la mejora ecológica del río Órbigo, dentro del proyecto realizado por la Asociación para el control de los incendios forestales, el fomento de la biodiversidad y la promoción de la investigación (CIBYA). La experiencia fue tan positiva que estos internos volvieron a participar en un segundo proyecto del programa 'Voluntariado en ríos', pero en esta ocasión en la provincia de Zamora, en Rabanales de Aliste, donde la Organización Tecnología, Educación, Medio Ambiente, Salud y Cooperación (TE+CO), ha desarrollado el proyecto 'Moviéndonos entre ríos: Mena y Cebal', con el objetivo de dar a conocer a la población la importancia de la dinámica de los cursos fluviales, mediante trabajos de campo o cursos de formación.
Personas con discapacidad, presos y jubilados han participado en alguno de estos proyectos. Concretamente, este último colectivo lleva tres años consecutivos cuidando de los ríos. La asociación de pensionistas y jubilados Cristo del Cabañón (CRISCA), de la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, creó en 2008 y 2009 una senda paralela a la margen izquierda del río Duero desde Quintanilla hasta el límite con Padilla de Duero y este año han continuado con ella, pero ahora, hasta el final del núcleo urbano.
El agua es fuente de vida y 'Voluntariado en ríos' demuestra que también lo es de integración social.