La FNCA considera que el MARM ha cedido a las presiones y olvidado la justicia ambiental en el embalse de Biscarrués
Mar, 28/06/2011
Tras el anuncio por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de autorizar la construcción del embalse de Biscarrués a través de la declaración positiva de evaluación de impacto ambiental de proyecto, FNCA manifiesta su descontento con la decisión ya que:
El estudio de EIA no cumple con la obligación de presentar un análisis de alternativas suficiente y tampoco analiza suficientemente los impactos del proyecto sobre el LIC Bajo Gallego y sobre el lugar de destino de las aguas.
El estudio de EIA no analiza suficientemente los impactos socioeconómicos que la construcción del embalse propuesto tendría sobre una economía emergente y con grandes perspectivas de futuro como es la que se está desarrollando en la comarca de la Galliguera alrededor del turismo de naturaleza y los deportes de aguas bravas.
En los informes elaborados por la FNCA se establece claramente que “la construcción del embalse de Biscarrués tendrá importantes e irreversibles impactos tanto en el río Gállego, ahora calificado como en buen estado de conservación, ya que su construcción supondría una modificación de la realidad física del río, que imposibilitaría el mantenimiento de los valores por los que fue declarado zona de protección LIC, produciéndose un grave deterioro del estado ecológico del río vulnerando así la Directiva Marco del Agua”.
En conclusión, para la FNCA no es racionalmente aceptable ni jurídicamente legítimo aprobar la construcción del embalse aún con condicionamientos, que supondrá una clara violación de la normativa europea y nacional, y más aún cuando “existen soluciones más eficientes y viables que no se han tenido en cuenta”. La FNCA considera que cuando un Ministerio reúne en su seno al juez (órgano ambiental que la evalúa) y la parte (órgano promotor de la obra) es difícil la neutralidad y objetividad que exige la justicia ambiental. Por ello la FNCA cree que la decisión ha de ser revisada.
El estudio de EIA no cumple con la obligación de presentar un análisis de alternativas suficiente y tampoco analiza suficientemente los impactos del proyecto sobre el LIC Bajo Gallego y sobre el lugar de destino de las aguas.
El estudio de EIA no analiza suficientemente los impactos socioeconómicos que la construcción del embalse propuesto tendría sobre una economía emergente y con grandes perspectivas de futuro como es la que se está desarrollando en la comarca de la Galliguera alrededor del turismo de naturaleza y los deportes de aguas bravas.
En los informes elaborados por la FNCA se establece claramente que “la construcción del embalse de Biscarrués tendrá importantes e irreversibles impactos tanto en el río Gállego, ahora calificado como en buen estado de conservación, ya que su construcción supondría una modificación de la realidad física del río, que imposibilitaría el mantenimiento de los valores por los que fue declarado zona de protección LIC, produciéndose un grave deterioro del estado ecológico del río vulnerando así la Directiva Marco del Agua”.
En conclusión, para la FNCA no es racionalmente aceptable ni jurídicamente legítimo aprobar la construcción del embalse aún con condicionamientos, que supondrá una clara violación de la normativa europea y nacional, y más aún cuando “existen soluciones más eficientes y viables que no se han tenido en cuenta”. La FNCA considera que cuando un Ministerio reúne en su seno al juez (órgano ambiental que la evalúa) y la parte (órgano promotor de la obra) es difícil la neutralidad y objetividad que exige la justicia ambiental. Por ello la FNCA cree que la decisión ha de ser revisada.