Primeras restricciones en el regadío aragonés por la falta de reservas en los embalses

Jue, 14/07/2011

Heraldo de Aragón

La escasez de lluvias de los últimos meses ha puesto en prealerta o incluso en alerta a la mayoría de los embalses aragoneses y amenaza con complicar el final de la campaña de riegos. De momento, el sistema más perjudicado es el de Bardenas, donde los agricultores ya están teniendo que estirar las dotaciones para poder llegar hasta octubre. En el Canal de Aragón y Cataluña también se han aplicado los primeros prorrateos, y en Riegos del Alto Aragón temen que haya que empezar a hacer lo mismo desde mediados de agosto.

La situación podría haber sido aún más preocupante, pero como el anterior año hidrológico fue bueno, muchos pantanos se mantienen en niveles aceptables gracias a los excedentes de 2010.

El problema principal ha sido que, desde septiembre del año pasado, ha llovido menos de lo habitual en casi todo Aragón. Según los balances hídricos de la Agencia Estatal de Meteorología, las zonas más afectadas son el Pirineo occidental y el Bajo Aragón, donde el déficit de precipitaciones supera el 25% -en el resto el porcentaje es inferior a esa cifra-.

La escasez también ha afectado a las reservas de nieve acumuladas durante el invierno, que además de ser escasas se han deshelado antes de tiempo -en mayo- impidiendo que los embalses pudieran aprovechar esos valiosos caudales porque entonces sí estaban llenos.

La combinación de esos dos factores ha hecho que, según los índices de sequía de la CHE, en la actualidad Aragón tenga dos embalses en alerta -Yesa y Moneva- y otros 11 en prealerta -La Sotonera, Mediano, El Grado, Búbal, Lanuza, Barasona, Las Torcas, Cueva Foradada, Santolea, Calanda y Caspe-.