Miles de peces muertos han aparecido flotando en el pantano de Béznar, en la provincia de Granada, al parecer por falta de oxígeno debido a la proliferación de algas. Entre los peces hallados hay carpas, percas americanas, barbos, bordillos y truchas. Aunque en un primer momento se ha descartado la existencia de que algún elemento contaminante haya podido producir este desastre ecológico, la Delegación de Medio Ambiente investiga el hecho desde que tuviera conocimiento de él, el pasado lunes por la tarde.

Los animales han aparecido con manchas blanquecinas sin que se recuerde en la zona un fenómeno parecido. Un grupo de guardas forestales de la comarca examinaron ayer las entradas de agua del pantano sin que dieran cuenta de ningún vertido.

El trastorno conocido como anoxia que, según los técnicos de Medio Ambiente, podría estar detrás de estas muertes es consecuencia de que el organismo del animal recibe menos oxígeno del que necesita. Esto ocurre en determinadas capas medias de embalses o ríos donde crecen excesivamente las algas o se acumulan determinadas bacterias.

El trabajo de los operarios se centró en la retirada de los peces muertos ayer, día en el que fueron examinadas en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Consejería de Medio Ambiente las primeras valijas con agua procedentes del embalse del Valle de Lecrín. Para conocer el origen último de esta «mortandad tan alarmante», como fue calificada ayer por el delegado de Medio Ambiente, Francisco Javier Aragón, las muestras de agua están siendo examinadas en estos laboratorios en los que también se procede a analizar cultivos de bacterias y a practicar la autopsia a los ejemplares aparecidos. Los resultados físico-químicos se obtendrán en aproximadamente una semana. Además, y con el objetivo de explorar todas las hipótesis, se ha procedido a un análisis básico del agua, tanto de su PH como de la posible presencia de sustancias como fosfatos. En las aguas de Béznar han aparecido carpas, percas, barbos y truchas muertas